Aunque la celebración de su natalicio fue ayer 19 de julio, no puedo dejar pasar esta dedicatoria a uno de mis músicos favoritos, alma de la que siempre será mi banda de rock predilecta: Queen.
Hace 64 años nació en los suburbios de Lóndres, Brian Harold May, un hombre destinado a convertirse en leyenda. Su primer contacto con la música fue a través de los discos de Buddy Holly, la Motown y The Shadows, estos últimos: resposables de que May se decidiera tempranamente por la guitarra y trabajara junto a su padre en varios modelos caseros de los cuales surgió como producto patentado: la aclamada Red Special. Con el arribo de The Beatles no tardaría en venerar el toque mágico de George Harrison y más tarde cuando el rock se tornó pesado, comenzó a replicar las influencias de Pete Townsend (The Who), Jimi Hendrix, Jeff Beck y Eric Clapton en Cream, todo lo cual tuvo oportunidad de expresar en la banda determinante que fundó en los '60: Smile.
En aquellos años que constituyen su formación como músico, May, estudiante de astro-física (estudios que completó varias décadas más tarde, lanzando un libro inclúso) no pensaba dedicarse de manera profesional a la música. Fue la aparición de Freddie Mercury lo que cambió el rumbo a su vida y potenció tal pasión con el surgimiento de Queen: la banda más ecléctica de su generación, mezcla de glam con progresivo, heavy metal, ópera-rock y cualquier otra expresión musical (funk, electrónica, pop, new wave, etc.) que llamara la atención de sus integrantes en las tres décadas que estuvo vigente la banda.
Según algunos, es Brian May y no Freddie Mercury el verdadero cerebro tras la música de Queen, visión que desde luego comparto sólo a medias. Como ex miembros de Smile, Roger Taylor y Brian May definieron una directríz importante en la banda, consistente en la infusión de elementos operísticos (inspiración tomada del álbum Tommy de The Who) en el hard rock, aunque fue el impar carácter de Freddie Mercury y su teatral puesta en escena lo que les hizo prosperar a la siguiente fase. Mercury, el equivalente de Liberace en el rock, fue el gran entretenedor de las masas y quien transformó los conciertos de Queen en un verdadero espectáctulo de luces, vestimentas coloridas y participación activa de los asistentes, todo a la par de canciones convertidas en verdaderos hímnos, aclamados por distintas generaciones.
El converger varios matices en la misma guitarra y tocar una diversidad de instrumentos a la par (banjo, arpa, piano, sítara, etc.) es la cualidad que hace único a Brian May y lo convierte en máximo referente de guitarristas que cubren los más diversos estílos. Entre ellos, son dignos de mención: Steve Clark y Phil Collen de Def Leppard, Nuno Buttencourt de Extreme, Steve Vai, Yngwie Malmsteen, Joe Satriani, Alejandro Silva, Paul Gilbert, Slash, Ty Tabor (King's X), John Petrucci (Dream Theater), Andy LaRoque (King Diamond, Death), Jeff Lane (Heart Of Cygnus) y el célebre frontman de los Smashing Pumpkins, Billy Corgan.
Personalmente, me resta mucho por agredercer todas las alegrías que este empático y sereno artista me ha regalado en la vida, sea en Queen o en sus proyectos paralelos. Aparte de la música es de resaltar también su aporte humanitario en iniciativas como Live Aid y 4664, además de su activismo por los derechos animales. Larga vida a Sir Brian May!
Hace 64 años nació en los suburbios de Lóndres, Brian Harold May, un hombre destinado a convertirse en leyenda. Su primer contacto con la música fue a través de los discos de Buddy Holly, la Motown y The Shadows, estos últimos: resposables de que May se decidiera tempranamente por la guitarra y trabajara junto a su padre en varios modelos caseros de los cuales surgió como producto patentado: la aclamada Red Special. Con el arribo de The Beatles no tardaría en venerar el toque mágico de George Harrison y más tarde cuando el rock se tornó pesado, comenzó a replicar las influencias de Pete Townsend (The Who), Jimi Hendrix, Jeff Beck y Eric Clapton en Cream, todo lo cual tuvo oportunidad de expresar en la banda determinante que fundó en los '60: Smile.
En aquellos años que constituyen su formación como músico, May, estudiante de astro-física (estudios que completó varias décadas más tarde, lanzando un libro inclúso) no pensaba dedicarse de manera profesional a la música. Fue la aparición de Freddie Mercury lo que cambió el rumbo a su vida y potenció tal pasión con el surgimiento de Queen: la banda más ecléctica de su generación, mezcla de glam con progresivo, heavy metal, ópera-rock y cualquier otra expresión musical (funk, electrónica, pop, new wave, etc.) que llamara la atención de sus integrantes en las tres décadas que estuvo vigente la banda.
Según algunos, es Brian May y no Freddie Mercury el verdadero cerebro tras la música de Queen, visión que desde luego comparto sólo a medias. Como ex miembros de Smile, Roger Taylor y Brian May definieron una directríz importante en la banda, consistente en la infusión de elementos operísticos (inspiración tomada del álbum Tommy de The Who) en el hard rock, aunque fue el impar carácter de Freddie Mercury y su teatral puesta en escena lo que les hizo prosperar a la siguiente fase. Mercury, el equivalente de Liberace en el rock, fue el gran entretenedor de las masas y quien transformó los conciertos de Queen en un verdadero espectáctulo de luces, vestimentas coloridas y participación activa de los asistentes, todo a la par de canciones convertidas en verdaderos hímnos, aclamados por distintas generaciones.
El converger varios matices en la misma guitarra y tocar una diversidad de instrumentos a la par (banjo, arpa, piano, sítara, etc.) es la cualidad que hace único a Brian May y lo convierte en máximo referente de guitarristas que cubren los más diversos estílos. Entre ellos, son dignos de mención: Steve Clark y Phil Collen de Def Leppard, Nuno Buttencourt de Extreme, Steve Vai, Yngwie Malmsteen, Joe Satriani, Alejandro Silva, Paul Gilbert, Slash, Ty Tabor (King's X), John Petrucci (Dream Theater), Andy LaRoque (King Diamond, Death), Jeff Lane (Heart Of Cygnus) y el célebre frontman de los Smashing Pumpkins, Billy Corgan.
Personalmente, me resta mucho por agredercer todas las alegrías que este empático y sereno artista me ha regalado en la vida, sea en Queen o en sus proyectos paralelos. Aparte de la música es de resaltar también su aporte humanitario en iniciativas como Live Aid y 4664, además de su activismo por los derechos animales. Larga vida a Sir Brian May!
No hay comentarios:
Publicar un comentario