martes, 29 de diciembre de 2015

GRACIAS LEMMY


Puede que la vida sea corta, extraña y más bien absurda, que en este breve paso por la existencia no lleguemos siquiera a ser conscientes de las muchas esclavitudes a las que vivimos sometidos a diario, en favor de la maquinaria suicida y sus mentiras funcionales. Por fortuna hay seres que son inmortales y que tienen o tuvieron la fórmula para romper con el aburrimiento y la monotonía de nuestra farsante y decadente "cultura occidental" uno de ellos sin duda fue el genial Lemmy Kilmister, ícono del heavy metal, quien tristemente se encaminó hacia su última gira ayer 28 de enero, víctima del cáncer.

Llevo tatuado en mi cuerpo la sentencia "born to lose, live to win" acuñada por Lemmy en los '80, la cual a diario me recuerda que -desde el momento en que la muerte es una realidad en latencia- no tengo nada que perder y que la vida puede ser todo lo que queramos, siempre y cuando vivamos en función de nuestros deseos e integridad. Lemmy fue el ejemplo vivo de aquello y su vida (aunque nada ejemplar para los putos moralistas) fue una productiva, trabajólica e incansable celebración, el verdadero sentido del rock 'n' roll.

Lemmy, el alma de Motörhead condensó la honestidad del rock clásico, la energía del punk y la intensidad del metal. Nunca hubo ni habrá otro Lemmy Kilmister y por desgracia en el horizonte musical contemporáneo tampoco se vislumbran dignos herederos.

Ojos húmedos, recuerdos reactivos, mientras escribo estas líneas corre el álbum 1916 en mi equipo Samsung MM-N7 de toda la vida. Te extrañaremos Lemmy, eres parte de mi propia historia. El rock 'n' roll no morirá jamás.



jueves, 1 de octubre de 2015

Y el show sí debía continuar... El increíble concierto de Queen y Adam Lambert en Chile


Queen es mucho más que mi banda favorita, es la banda sonora de mi vida; música que me acompaña todo el tiempo, desde mi vieja colección en discos compactos, al popurrí de pistas en mp3 que escucho a diario y a todo volume en la radio de mi auto, a través de la nube digital, en el celular, etcétera. Simplemente no imagino mi vida sin las muchas alegrías y las grandes cuotas de energía que me aportan sus clásicos, de una diversidad musical maravillosa que inició en los lejanos años '70 fusionando el art rock con el heavy metal, para luego evolucionar hacia estílos más mainstream, conservando siempre sus potentes melodías, la escencia de rock duro y una elegancia propia de los grandes conjuntos británicos. 

Tras la muerte de Mercury, no cualquiera puede calzar sus zapatos, y bien lo sabe de sobra Paul Rodgers, que acompañó el retorno de la banda entre 2005 y 2009, sin lograr la aceptación de los fans eternos, quienes como yo tampoco vieron con buenos ojos la incorporación de Lambert en 2012; un "wekereke" cualquiera, salido de un programa de talentos (Operación Triunfo) y que además es un artista pop. Pues bien, afortunadamente Brian y Roger supieron mirar mucho más alto que sus fans y esta vez no se equivocaron: Adam Lambert nos cerró la boca a muchos y el concierto de ayer -cierre de gira- vino a confirmar su desbordante potencial y carisma, muy cercano al de Freddie Mercury. Pese a que su voz no es gran cosa, su empoderamiento sobre el escenario, su capacidad de amoldarse a los diversos matices de la parrilla queenera y su actitud de divo andrógino, lo hacen un digno merecedor de su posición actual, al frente de la banda más trascendente en la historia del rock.


A nuestra llegada al Estadio Nacional, guardamos fila durante tres horas en las medianías del famoso "pilucho" entre miles de queeneros que como nosotros lucían orgullosos sus poleras con rostros de Freddie, logotipos zodiacales de la banda, referencias a presentaciones como la de Wembley '86 o las muchas portadas de los álbumes; gente de todos los estratos sociales, amantes de todos los estílos,  familias completas, adultos mayores, padres cuarentones y sus hijos veinteañeros, menores de edad, rockeros jóvenes y pelucones, otros ya viejos y calvos, sinfín de metaleros y hasta un imitador de Freddie pasaron por mi retina, agregando color a la espera.

Pasadas las 19:00 hrs se concretó el ingreso al estadio, y a esa altura ya era previsible que no menos de 20 mil almas se reunirían esa noche en torno del escenario y sus minúsculas pantallas (nimias para un recinto de tal envergadura). Pese a nuestra posición "privilegiada", en el sector VIP de cancha, la gran afluencia de fans al concierto, nos limitó en distancia a unos 14 metros del escenario, algo desalentador, pero no lo suficiente para arruinar una grata experiencia.

"Love Of My Life", fue el primer guiño de la noche a Freddie Mercury. Como en los grandes conciertos de antaño, el tema fue intepretado a dúo entre Brian y (el recuerdo de) Freddie


A las 20:00, un fabuloso telón azul con el logotipo de la era Queen II o de A Day At Races cubrió el escenario, ahogando las pistas de The Beatles, Led Zeppelin y AC/DC que se alternaron durante varios minutos, para dar luego paso al treceavo track del álbum Made In Heaven, un buen preámbulo al concierto que comenzó pasadas las 21:00 horas de la mano de "One Vision", cuyos riffs iniciales echaron abajo el telón, poniendo al decubierto a un Adam Lambert enfundado en cuero negro (al más puro estílo gay leather), a un veterano Roger Taylor luciendo gafas oscuras y una tupida barba centrada en el mentón a lo ZZ Top y al Brian May de siempre, con su prodigia cabellera dignamente encanecida.

A la cola de "One Vision", vinieron  "Another One Bites The Dust", "Fat Bottomed Girls", "Seven Seas Of Rhye", "Killer Queen" y "Crazy Little Thing Called Love", intepretados magistralmente por Lambert, quien se empoderó por completo del escenario luego de interpretar "Killer Queen" dando rienda suelta a su androginismo en un cómico sketch, recostado y abanicánsose sobre un sofá lila a la manera de Maria Antonieta o Cleopatra. Si en los años '70 y '80, las insinuaciones sexuales de Freddie Mercury apenas bordeaban el umbral de lo hilarante, lo de Adam Lambert es sin duda mucho más grotesco y chocante, transgresión invertida, pero no del todo ajena al rock 'n' roll.

"A Kind Of Magic"

Bombástico y grandilocuente, Adam Lambert no se apoca ante la magnitud de los gigantes que tiene a su lado, y a diferencia de su anterior presentación con Paul Rodgers en 2008, Brian y Roger delegan mucho más vocal y coralmente en el estrafalario cantante, quien en un momento se dirigió al público para consultar: are you in love now?, comentando que él estaba en búsqueda del amor y que tal vez alguien del público podría consolarlo, era desde luego el prólogo introductorio a otro himno: "Somebody To Love", seguido por la primera intervención de Brian con "Love Of My Life" (cantada a dúo con el fantasma de Freddie) y su clásico '39, introducido por un comentario sobre astrólogos y observatorios chilenos y finalizado con el soporte acústico de todos los músicos del combo sobre la tarima media, incluyendo al mítico Spike Edney en los teclados.

Algo se debe comentar también sobre las otras dos nuevas incorporaciones de Queen: el bajista Neil Fairclough (quién reemplazó a Danny Miranda) y el suplementario baterista Rufus Taylor, vástago del buen Roger y muy parecido físicamente a su progenitor, en sus inicios con Queen. El primero -dueño de un look muy jazzístico- demostró su cuantía en un solo de bajo que hizo ciertos guiños a la canción "Body Language" y repitió la interacción bajo-baquetas que en 2008 Roger Taylor realizó junto a Danny Miranda en el San Carlos de Apoquindo. Por su parte Rufus, si bien limita su actuar a un segundo plano como acompañamiento en percusión, tuvo un momento destacado a mitad del concierto durante "A Kind Of Magic" -cantada por Roger- y en el duelo de baterías con su viejo, dándole duro a los tarros y recordando la energía y el aspecto no sólo de Roger en los inicios de Queen, sino también al mismísimo Taylor Hawkins de Foo Fighters.

Rufus Taylor en duelo de baterías con su progenitor


Tras los segmentos instrumentales de bajo y baterías, se reincorporan Brian May y Adam Lambert para retocar los clásicos "Under Pressure" y "I Want To Break Free", seguido  de una nueva composición de Lambert titulada "Ghost Town" a la que Brian May añadió los metálicos riffs de su Red Special, dando la impresión de tratarse de otro tema de Queen. Terminada la interpretación, se atenúan las luces y  se enfocan los reflectores sobre Adam Lambert, posicionado ya sobre la tarima media para interpretar una de las canciones más emotivas de la noche: "Who Wants To Live Forever?".

Continuó el turno de Brian y su sesión solista que combina fragmentos de "Brighton Rock", "Bijou" y "Last Horizon" para desembocar finalmente en un estruendoso "Tie Your Mother Down", el tipo de canciones en las que Lambert se nota un poco más cojo, aunque volvió rápidamente a su aire con "Don't Stop Me Now". Simplemente, fabuloso.

Cubierto por un poncho, Adam Lambert intepretó "Under Pressure"

Tal batería de clásicos y su soberbia interpretación vocal e instrumental no dió respiro alguno para esperar "los mejores temas", aunque desde luego, sabemos que Queen se despide siempre con lo más graneado de su repertorio, algo que ya era predecible a la altura que interpretaron "Radio Ga Ga", momento en que decidí guardar la cámara para sumarme a la performance del público, interactúando rítmicamente con mis ídolos musicales de toda la vida.

Mi alma metalera volvió a elevarse tras el coro introductorio de "I Want It All", que con sus potentes riffs, duro toque de batería e incendiaros solos, desterró la voz de Adam Lambert hasta perderlo de vista definitivamente. A esta altura del concierto,  sólo vinieron a mi memoria las imágenes del genial videoclip de 1988 que expone a un barbón y colérico Freddie Mercury que es la quintaescencia del cantante de hard rock, elevando su voz por sobre los decibelios. Cuánto se te extraña Freddie!

Brian ejecutando la intro de "Tie Your Mother Down"


Tras un cúmulo de emociones y recuerdos reactivados en tiempo real, la guinda de la torta se presenta bajo la forma y los acordes inciales de "Bohemian Rhapsody". Iniciada tímidamente por Lambert, pero continuada -afortundamente- por una captura de Freddie hasta el solo de Brian (vestido con un traje dorado, a la usanza de los '70) que da paso al segmento operístico, apoyado por las imágenes del mítico videoclip de 1975, luego en la sesión headbanger la voz de Lambert es apoyada con un soporte del tema original, interpretado por Mercury, con quien se remata el outro. Este mismo juego se ha venido haciendo desde 1992 en el concierto de homenaje a Freddie, primero arruinaron la canción Elton John y Axl Rose, luego lo haría Paul Rodgers y en la actualidad Adam Lambert no lo hace mucho mejor. 

Despedida temporal de los músicos y reaparecen nuevamente en escena para interpretar los últimos dos clasicazos de la noche: "We Will Rock You" y "We Are The Champions". Brian nos hace los mismos honores que en 2008, vistiendo una polera con la bandera y los colores de Chile, haciéndole contraste Adam Lambert con su coronita de plástico y un conjunto de prendas bastante glamorosas, que de seguro jamás se habría colocado Freddie, pero que tal vez volverían verdes de envidia a Gary Glitter o a Boy George.

"We Will Rock You"


23:20 horas y el concierto toca su fin con la despedida de los músicos, sincronizada -como de constumbre- con un playback de la instrumental "God Save The Queen". Sólo me resta agredecer y corear infinitamente los nombres de Brian May y Roger Taylor, pues pese a todas las críticas e incomprensión que expresó en algún momento su fanaticada más ortodoxa (me incluyo), han sido ellos los responsables por mantener viva la chispa de Queen, y esperemos que de ellos derive también la próxima generación de músicos que como Adam Lambert y Rufus Taylor (de apenas 24 años) sotengan en pie el legado y el linaje de esta espectacular banda, para algunos de nosotros tan imprescindibles como la vida misma.

domingo, 19 de julio de 2015

Músicos de metal libaneses rememoran a Ronnie James Dio


A cinco años de la muerte del pequeño gigante del heavy metal y en conmemoración de su 73avo aniversario, nueve vocalistas de la escena metálica del Líbano (Medio Oriente) decidieron unir fuerzas y reversionar la poderosa "Heaven & Hell" de Black Sabbath.

La iniciativa -estilo Hear n' Aid- de los músicos levantinos cuenta con los aportes Bassem Deaibess (Blaakyum), Natalie Jeha (Bandage), Nigol Ozz (Rebelion), Owmar El Hage (Turbulence) y la guitarra de Danny Deaibess, entre otros. Un emotivo y fabuloso tributo a quien tantas alegrías brindó al mundo entero con su música.

lunes, 13 de julio de 2015

Discos Memorables: Badlands - Badlands (1989)


Cabe preguntarse, cuan lejos habría llegado la música de Badlands o los proyectos individuales del cantante Ray Gillen, de no haber desaparecido de forma tan prematura, a los 34 años de edad (víctima del VIH) en 1993,  en el ascenso de una gran carrera. El álbum debút de 1989: Badlands, entrona lo más alto de esa promesa, en un compacto del mejor sonido hair metal: un imprescible a la altura del Night Songs (1986) de Cinderella, The Final Countdown (1986) de Europe, el Appetite For Destruction (1987) de Guns N' Roses, el homónimo (1989) de Skid Row o el Pornograffitti (1990) de Extreme.

La historia de Badlands inicia el año 1988, luego de que el excelso guitarrista Jake E. Lee se viera escindido del conjunto de Ozzy Osbourne para ser reemplazado por Zakk Wylde. Decidido a crear su propia superbanda, Lee audiciona con distintos músicos, hasta que -curiosidades del destino- cruza caminos con dos miembros despedidos de una de las múltiples versiones parche de Black Sabbath: el vocalista Ray Gillen y el batero Eric Singer (futuro miembro de KISS). Completa filas el ex-Steeler Greg Chaisson al bajo.

Los Badlands originales, de izquierda a derecha: Eric Singer, Ray Gillen, Greg Chaisson y Jake E. Lee (circa 1989).

El primer LP de Badlands vió la luz en junio de 1989, ganando celerosa popularidad entre los seguidores del metal más comercial, de la mano de sus poderosos singles "Dreams In The Dark" y "Winter's Call, reproducidos de forma intermitente en el espacio Headbangers Ball de MTV. Con un sonido general bastante metalero, pero reminiscente a su vez del legado setentero de Led Zeppelin y Humble Pie, la placa recibió muy buenas críticas por parte de medios especializados como Metal Hammer y Rock Hard que vieron en Lee y Gillen a los nuevos Page y Plant del rock venidero.


11 canciones de buen rock pesado, compuestas en su mayoría por Jake E. Lee, Ray Gillen y el letrista Paul O'Neill dan forma a este clásico que se resiste al olvido, a partir de sus matices blueseros, flamantes solos de guitarra y la emotiva y enérgica voz de Ray Gillen, dándose al cien por cien y recordándonos que -en términos de rock- todo tiempo pasado fue mejor. Si he de destacar temas: "Dreams In The Dark" es desde luego mi favorito (de esto se trata el metal!), pero "High Wire", "Streets Cry Freedom", "Dancing On The Edge" o la breve instrumental "Jade's Song" impactan también en lo más profundo de mis fibras.

Otros dos discos: Voodoo Highway (1991) y el póstumo Dusk (1998) completan la discografía de estudio de Badlands, progresando hacia un sonido más zeppeliano y bluesy, aunque menos fresco y potente que el de su LP debút. En 1990 Eric Singer fue el primer miembro original en abandonar Badlands y un año después lo haría el propio Ray Gillen, despedido por Jake E. Lee, lo cual le dió chance para formar su mítico conjunto Sun Red Sun (pendiente para futuros posts) y de compartir escenario y estudio con músicos amigos como George Lynch de Dokken y Criss Oliva de Savatage.

domingo, 21 de junio de 2015

Extreme debutó en Chile con una generosa batería de clásicos


Pese a que descubrí la música de Extreme muchos años antes por medio de recocidos en VHS como el concierto homenaje a Freddie Mercury y la Expo Barcelona (1992), fanático de la banda sólo puedo considerarme desde el año 2002, cuando escuché por primera vez el fabuloso álbum Waiting For The Punchline (1995), cuyo fracaso comercial -en plena era del rock alternativo- fue responsable de la disolución de la banda en 1996. Posteriormente Gary Cherone sería reclutado por Van Halen en reemplazo de Sammy Hagar, pero la unión no trascendió más allá de la onceava placa del conjunto: Van Halen III, que a su vez fue también el último lanzamiento discográfico de los intérpretes de "Jump", hasta hace sólo un par de años. 

Las señales eran inequívocas: el reinado ochentero del glam metal había sido derrocado, más había algo en el WFTP que enraizaba bien con el grunge, sin que por ello la música del conjunto perdiera identidad ni esos matices funky que llevaban a un nuevo nivel las influencias de Led Zeppelin, convirtiéndolo en un álbum preciado por muchos, fuera de la matriz comercial. Para el grueso de los glamers sin embargo, la vedette no es otra que Pornograffitti (1990), álbum que a 25 años de su lanzamiento fue la razón de ser de la gira que trajo a los de Boston a presentarse ayer sábado 20 de junio por vez primera en Santiago, sobre el stage del teatro Cariola.

Nuestro arribo al sector cancha. 20:50 de la noche
Apenas tuve noticias de la visita de Extreme a nuestro país, gestioné con meses de anticipación la compra de mi entrada y si bien no fueron pocos ni menos importantes los compromisos que debí sortear para darme cita en primera fila con Gary Cherone (vocalista y frontman), Nuno Buttencourt (guitarras y piano), Pat Badger (bajo) y Kevin Figueiredo (batería); la velada supo compensar con creces.

Cherone y cia son sobrevivientes de una de las mejores camadas del rock, de la cual sus contemporáneos o terminaron muertos, rendidos al mainstream (caso de Bon Jovi) o como un "remake" patético de ellos mismos (caso de Axl Rose o Mötley Crüe).- Rasguñando ya la cincuentena, resulta increíble comprobar cuán atléticos, intensos y juveniles se mantienen los miembros del cuarteto, entre los cuales, sin duda, fue el virtuoso Nuno Buttencourt quien se llevó la mayor aclamación por parte de los metaleros y los suspiros de una disminuída audiencia femenina.

Nuno y Pat en duelo de riffs

Lamentablemente, pese al increíble nivel de los artistas que tuvimos al frente, la fabulosa jornada en el Cariola, fue opacada por un terrible e imperdonable desacierto en el sonido, donde a ratos voces e instrumentos terminaron acoplados, saturando los parlantes y produciendo intensos e inharmónicos ruidos que a más de alguno nos dejó con una aguda tinnitus, impropia hasta para los conciertos de Sepultura a los que he asistido.

A eso de las 22:15 hrs los músicos entraron en escena para dar ignición al concierto con "Decadence Dance", primera canción y single promocional del álbum Pornograffitti, luego se sumaron "Lil' Jack Horny" y "When I'm President", del mismo álbum, siguiendo en orden el tracklist original y dando cabida a los empujones de rigor, que como en todo buen concierto de rock, devuelves con gusto, agregando como matíz sus buenos codazos.

More Than Words

"Get The Funk Out" sumó aún más adrenalina a la batalla campal vivida sobre la cancha: y es que los presentes se volvieron literalmente locos, asuzados por las posturas de Gary Cherone (el Freddie Mercury de los '90), los imposíbles solos de Nuno y el demoníaco bajo de Badger, seguido a tope por los benditos brazos de Figueiredo, que con cada machacazo que daba a los tarros, te devolvía la juventud o la fe en el rock 'n' roll.

La quinta canción interpretada fue desde luego "More Than Words", aquella queenera balada que los hizo famosos en el mundo entero. Pasamos sin más de los saltos y el baile a la completa sensibilería y pese a que nos fueron requisados los encendedores a la entrada del concierto, más de alguno sacó a relucir uno desde algún bolsillo secreto. Reducida la saturación en los altavoces, la voz de Gary al fin flotaba armónica en el aire, mientras los acordes de Nuno -ejecutando su guitarra española- te acariciaban el alma.

En plan jazz interpretando "When I First Kissed You"

Finiquitado el primer entremés romántico, vinieron luego "Money (In God We Trust)", "It('s a Monster)" y "Pornograffitti" para agregar más riffs metálicos, titánicos solos y groove funky a la alocada velada capitalina. Afuera, en la calle, las bajas temperaturas de una invernal noche, paralizaba los músculos, mientras al interior del teatro, se agitaba el hervidero. 

Al ritmo del vocal jazz, "When I First Kissed You" templó un poco la algarabía, Nuno reemplazó la guitarra por el órgano, Pat hizo lo propio con un contrabajo eléctrico y Gary se vistió de Sinatra para interpretar la que es sin duda la canción más experimental del álbum Pornograffitti.


Cerraron la primera parte del concierto los temazos "Suzi (Wants Her All Day That?)", "He-Man Woman Hater", la power ballad "Song For Love" y la acústica "Hole Hearted" acoplada con el "Crazy Little Thing Called Love" de Queen (una referencia más a los británicos, su principal y más evidente influencia), concluía de este modo el ciclo Pornograffitti.

Al regreso de bambalinas, sonaron los incendiarios clásicos "Play With Me" (del álbum debút Extreme, 1989), "Rest In Peace" (III Sides to Every Story, 1992) y "Kid Ego" (1989), seguido del más reciente "Take Us Alive" (Saudades de Rock, 2008) cuyos juguetones riffs fueron aprovechados por el enérgico Cherone para montar uno de los parlantes en plan Lucky Luke. La acústico-instrumental "Midnight Express" (Waiting For The Punchline, 1995) y "Cupid's Dead" (1992) fueron dos de los temazos más esperados de la noche, que cerraron la segunda parte y final del concierto.

Gary saludando a la gallada

Un generoso reparto de uñetas y baquetas hacia las primeras dos filas de la cancha (nuestra ubicación) despidió los últimos cinco temas de la noche, acelerando la dinámica de los empujones. Tristemente no pude rescatar ninguno de aquellos souvenires, pero me conforma el hecho de haber estrechado las manos de Pat, Gary y Nuno, quienes amablemente despidieron al público pasadas las 0:30 hrs.

Tampoco olvidaré la terrible cara de Nuno quien por poco me golpea cuando pretendiendo registrar el momento en cámara estiré más de la cuenta su mano. Let my fucking fingers, fueron las palabras dedicadas por aquel dios de la guitarra a este anónimo y sudaca fan.

Midnight Express

sábado, 16 de mayo de 2015

Long Live Ronnie James Dio!


Una mágica coincidencia quiso que el día de hoy me levantara con ganas de escuchar uno de los clásicos más amados de mi colección de cd's: el doble disco Inferno: Last In Live (1998), ignorando que hoy precisamente se cumplen cinco años del deceso del maestro Ronnie James Dio, en mi opinión -y en la de muchos- el más grande vocalista y compositor que ha dado la historia del heavy metal y en lo personal: uno de mis tres músicos favoritos, junto con Phil Lynott y Freddie Mercury.

Será este recuerdo el que impulse un nuevo comienzo para La Religión del Rock Pesado tras muchos años de receso. Hombre carismático y humilde, Dio superó la pobreza y por medio de su arte trascendió la vida misma, enfrentándola a través de metáforas como el guerrero que encara dragones o la búsqueda de un arcoiris en medio de la oscuridad: poesía en el más profundo sentido, aplicada a un género músical que en los últimos años -lamentablemente- ha perdido referentes e identidad.

domingo, 29 de marzo de 2015

Un registro invaluable


Del 24 a 27 de agosto del año 1984, se celebró en West Yorkshire (Inglaterra) la segunda edición del Nostell Priory Music Festival, evento de rock abierto en el que tocaron los emblemáticos conjuntos Steppenwolf (hard rock/EE.UU.), Steeleye Span (folk/Inglaterra), The Damned (punk/Inglaterra), The Band (folk rock/Canadá) y unos recientemente formados Grand Slam (heavy metal/Irlanda), banda certificada en el atractivo de ser liderada por el mítico bajista de Thin Lizzy, Phil Lynott.

31 años después, el registro completo de la presentación (en una calidad mejor que regular) nos llega vía YouTube, cortesía de Dickymint62. Un estupendo bootleg que compendia clásicos de Thin Lizzy con premisas de Grand Slam y composiciones del Lynott solista como "Yellow Pearl" (experimento synthpop a la Devo), "Nineteen" y una versión de "Lonely Hearts" mezclada con la introducción del "Everybreath You Take" de The Police, además de temas inusualmente tocados en directo como "Military Man" (Gary Moore) y "Dedication". Simplemente maravilloso!

miércoles, 25 de febrero de 2015

Recordando a George Harrison


Siempre contrarié la idea de que The Beatles son la banda más importante en la historia del rock, como tampoco considero que Elvis sea el padre del rock & roll, ya que esta simple sentencia resta mérito a los verdaderos pioneros como Little Richard y Bill Halley. Innegable, sin embargo, es que Elvis trascendió el r&r y se convirtió en su principal figura (el Rey) y lo mismo hicieron The Beatles trascendiendo la música beat y a la invasión británica, hasta forjar y liderar en los '60 nuevas tendencias como la psicodelia, el pop barroco e inclúso el hard rock.

El día que comencé a tomar en serio a The Beatles fue a través de las composiciones de George Harrison como "While My Guitar Gently Weeps", "I Me Mine", "Cry For A Shadow" (inspirada en el surf rock), "Taxman" y por sobretodo "Here Comes The Sun", que devela de forma maravillosa y optimista las creencias hinduistas de Harrison.

George y John son mis beatles favoritos, diferentes entre sí, pero igual de místicos y los dos que sin duda desarrollaron la más aguda discografía en solitario (McCartney puede ser muy grande, pero no lo trago) el mismo año (1970) en que el excéptico Lennon compuso "God", declarando no creer en nada salvo en él mismo y en su esposa Yoko, George lanzó al mundo "My Sweet Lord": expresiones de un creyente que buena parte de su vida buscó a Dios por medio de la filosofía oriental y de la música. 

A 72 años de su nacimiento, recordamos hoy al gran George Harrison, el "beatle tranquilo" e introvertido que mucho antes de ser sorprendido por la muerte en noviembre de 2001, era más que una leyenda.

martes, 24 de febrero de 2015

Fiona Apple


Para algunos "la Ella Flitzgerard de los '90", para otros la versión femenina de Kurt Cobain. Con tan sólo 19 años la bellísima Fiona Appe conquistó el mundo de la música, a base de buen rock alternativo mezclado con jazz, soul, folk, blues y cuotas de inspiración de feministas rockeras como Patti Smith, Tori Amos y PJ Harvey.

Nacida en 1977 en el seno de una familia de artistas (padre actor y madre músico) del circuito de Manhattan, Fiona tuvo una adolescencia conflictiva al igual que muchos jóvenes de su generación, aunque sus trastornos de personalidad se vieron considerablemente agravados por una violación a la edad de 12 años. Bajita, menudita, introvertida y un tanto apática, Fiona revierte su apagada personalidad frente al piano en íntimas y explosivas composiciones que con un algo de "grunge" y matizadas por su hermosa voz, conquistan a las audiencias indie y fanáticos en general de la buena música desde hace casi dos décadas.

Su debút con Tidal (1996) la catapultó a la condición de artista revelación en MTV y la consagró como una de las artistas más vendedoras del año '97 siendo disco de oro, un año más tarde obtiene un Grammy por el tema "Criminal" en la categoría de "mejor performance de rock femenino". Tidal es un álbum dark y crudo que trata temáticas como la violación ("Sullen Girl"), la pérdida de la inocencia ("The Child Is Gone") y la depresión ("Pale September") en un cocktail de grandes melodías e instrumentaciones, guiadas por las virtuosas notas de Fiona en el piano.

Fiona en 1999

Pero si Tidal fue un excelente disco, When The Pawn... su siguiente placa de 1999, es sin duda el álbum perfecto y la marca mayor de la artista, optimizando la fusión de rock noventoso y jazz. Los videos de "Fast You Can" y "Limp" rotaron largo tiempo en MTV, propagando la "fionamanía" por los cinco continentes.

En el curso del nuevo milenio, largos recesos (compositivos) de la blonda implican que a la fecha sólo se añadieran dos álbumes a su discografía: Extraordinary Machine (2005) y The Idler Wheel (2012), en ambos casos con un sonido tanto más experimental o vanguardista.

Actualmente, con 37 años, Fiona sigue siendo la turbada y enigmática artista que nos enamoró a fines de los '90. Ni su excesiva delgadéz ni sus conocidos problemas con las drogas mermaron demasiado su belleza, mezcla de Alicia Silverstone con Angelina Jolie y una garganta llena de soul. Puede que las tristezas de su vida se sigan reproduciendo en rompimientos y múltiples problemas existenciales, que por otro lado aún logra transmutar en fabulosas composiciones que serán su eterno legado.

lunes, 2 de febrero de 2015

La Voz de los '80: Un canto mainstream contra la dictadura

Proscrita la oposición política en 1973, el trío san miguelino demostró en los '80 que el pop pudo ser tan peligroso al statu quo de la dictadura como una rebelión, un paro nacional o una guerrilla.

Es fácil ser rebelde cuando se vive en un país desarrollado y democrático, se cuenta con el seguro social y se vive sin miedo de represalias por parte del gobierno o alguno de sus múltiples agentes. No hace falta decir que aquella no fue precisamente la situación que vivió Chile entre 1973 y 1990, extenso periodo de enclaustramiento que contrastó con la liberación juvenil y los recambios culturales que habían germinando en los países de habla inglesa, justamente cuando estilos musicales (y de vida) como el punk ya habían prosperado y estaban amainando. 

La dictadura cortó de raíz varios años de tradición artística nacional, censuró, expatrió y hasta fusiló músicos (emblemático es el caso de Víctor Jara), echando tierra sobre las desarrolladas escenas del canto nuevo y el rock de la época, el cual ya se encontraba consolidado en conjuntos como Los Jaivas, Congreso (rock progresivo), Arena Movediza y Tumulto (hard rock) y hasta había florecido espectáculos memorables como el Festival de Piedra Roja de 1970. Ser rockero durante la intervención militar, fue sinónimo de estar en la cuerda floja, ponerse bajo sospecha en los cargos de "chascón", "hippie", "upeliento", "comunista" o cualquier otro rótulo prejuicioso que en léxico fascista, significase contrariar a la autoridad.

Resultado de la represión, de la censura y de los toques de queda, la escena musical chilena sufrió un revés y estancamiento considerables, lo cual ya de cara a los '80, impulsó un excesivo interés por el pop internacional, liderado por las bandas new wave y los conjuntos trasandinos del llamado "rock latino" (Miguel Abuelo, Miguel Mateos, Virus, Soda Stereo, GIT...) que no era más que una versión castellanizada de la new wave y del pop-rock de la época.

Bajo ese contexto ochentero, una ignorada banda san miguelina de punk rock: los Vinchucas (formada en 1978), decide cambiar su nombre por el de "Los Prisioneros" en irónica referencia a la convulsión política del país. Hasta la salida de su primer disco, el trío liderado por el genial Jorge González se curtió tocando en gimnasios municipales y eventos universitarios, haciendo un giro del punk rebelde y virulento al pop/new wave sarcástico y contestatario, que en una misma canción a la par de hacerte corear y bailar, lograba instaurar en las audiencias tópicos políticos y de crítica social que cuestionaban el sistema económico y la estructura gobernante.

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Discografía oficial de Los Prisioneros. Sus últimos dos discos de estudio: Los Prisioneros (2003) y Manzana (2004) no son más que una desafortunada apuesta comercial, ajena al espíritu original de la banda.

Tras el lanzamiento del álbum La Voz de Los '80 en 1984, es factible decir que comienza una re apertura del rock, de la música y de las artes nacionales en general, que ya no se reconocieron desterradas del "nuevo Chile" que pretendía construir la dictadura. La música de Los Prisioneros, cargada de vieja actitud punk y de la inspiración de The Clash, se sumó al sistema y utilizó en su favor las señales del mercado, para hacerse ampliamente populares, y así atacar impunemente canción por canción y disco tras disco al enemigo de las libertades civiles, a fuerza de rock rítmico simplón o bases electrónicas, las cuales comienzan a desplegar más abiertamente en su segundo LP Pateando Piedras (1986).

Ni mohicanos, ni gruesas cadenas, ni pesadas botas militares formaron parte en la presentación de Los Prisioneros y de haberlo hecho, habrían quitado fuerza y credibilidad a su propuesta de recuperar el espíritu popular no sólo de la música sino de todo el acontecer nacional capturado por garras esnobistas y voladeros de luces capitalistas, que pululaban en torno de un régimen que había exacerbado las diferencias de clase hasta vendernos la idea de que "el populacho" no era capaz de generar cultura ni de autogobernarse.

En un Chile patético donde una nueva clase de oligarcas, comenzaban a repartirse la torta con beneplácito del Estado y no del mercado y emergía una especie de mesianismo en torno de un grupo de pelotudos llamados los "Chicago Boys", bienvenida era la música de Los Prisioneros para agregar color y despertar las consciencias de un país dormitado y temeroso de defender sus derechos. La (primera) disolución de la banda coincide con el cese de la dictadura y el retorno a la democracia, cerrando el ciclo el álbum new romantic Corazones (1990). Reseña de todo esto es que el verdadero impulso artístico punk no colapsa en épocas de crisis, sino que al parecer se hace más fuerte y cobra un particular sentido cuando define un rival, un muro contra el cual escupir.

jueves, 29 de enero de 2015

ᗅᗺᗷᗅ


ᗅᗺᗷᗅ es una de las pocas bandas que gustan por igual a amantes de la música ligera y del rock. Su estílo -semejante en algún punto al de artistas como Blondie, Air Supply y Bee Gees- se convirtió en estandarte de la era disco a mediado de los '70, aunque la ignición de su carrera en 1972 estuvo influenciada por el rock progresivo, el glam, el r&b, la música folk sueca y las artistas Motown de los '60 (la también llamada "música chicle") que como The Supremes y The Ronettes fueron una significativa influencia en el pop/rock y la new wave de años ulteriores. 

La banda más popular de Suecia y la segunda (detrás de The Beatles) que más discos ha vendido en el planeta, surgió de la unión artística de dos matrimonios: el conformado por Agnetha Fältskog (05.04.1950) y Björn Ulvæus (25.04.1945) y el de la noruega Anni-Frid Synni Lyngstad (11.11.1945) con Benny Andersson (16.12.1946), de las iniciales de sus nombres proviene el acrónimo ABBA (escrito ᗅᗺᗷᗅ) aunque hay quienes piensan que este es también una referencia ocultista a uno de los nombres de la divinidad en arameo.


Al momento de formar ABBA, sus miembros -con excepción de Agnetha- bordeaban los 25 y 30 años, pero de manera individual todos habían hecho música y grabado discos desde la adolescencia, logrando popularidad en su país. No fue hasta febrero de 1972 que sus destinos se unieron por primera vez de cara al Melodifestivalen de Estocolmo, en el que Björn y Benny participaron con una composición conjunta titulada "Säg det med en sång" que pese a no ganar, fue muy popular en Suecia y les abrió una senda hacia la consolidación internacional.



Con paso firme como compositores y multiinstrumentistas, Björn y Benny suman a sus parejas como cantantes y se lanzan a la conquista del mercado con nuevos éxitos como "She's my kind of Girl" y "People Need Love" que terminan incluídos en el LP debút de ABBA: Ring Ring (1973). Música pop elegante y sofisticada, interpretada a dueto por dos bellezas nórdicas (que parecen salidas del coro celestial) se compacta en cada uno de los 12 temas del disco, cuyas referencias sónicas apuntan a artistas de primer nivel como Sinatra, Elvis, The Beach Boys, The Beatles, The Carpenters, Mamas & The Papas y la cantata melódica del norte de Europa, impregnada del espíritu y alta sensibilidad germánica.

Al año siguiente, incursionan por primera vez en la música disco con temas como "Dance (While the music still goes On)" y "Hasta Mañana" pero es el rock liviano de "Waterloo" el que se lleva los laureles y da nombre a su segundo disco, en mi opinión: el mejor de su carrera junto con Arrival (1976) y Super Trouper (1980). Al igual que ocurriera con The Beatles, a ABBA sólo le llevó diez años convertirse en la banda más emblemática de su generación, entre 1972 y 1982 tuvieron el mundo a sus pies y lograron que cada uno de sus ocho discos vendiera no menos de cuarenta millones de copias, colocando de forma simultánea varios singles a la cabeza de los charts y en el top 1 de  las radios y discoteques. El rompimiento amoroso de las dos parejas y el fin de la amistad entre sus miembros, marca también el ocaso de su música.

La gélida Suecia es célebre por su Estado de Bienestar (orden político-económico), sus autos Volvo, los teléfonos Ericsson, la industria siderúrgica y el potencial de su gente, fuente de una de las sociedades más ejemplares y cívicas de Europa y del mundo entero. No es de extrañar en tanto que cuatro jóvenes locales se convirtieran en su segundo mayor producto de exportación (detrás de Volvo) y volvieran a fijar nuestra vista en tierras de los vikingos, antaño conquistadores del mundo por medio de sus drakkars y en los '70 y '80 a través del encanto y de la magia de temas como "SOS", "Knowing Me, Knowing You", "Dancing Queen", "Thank You For The Music", "Eagle", "Voulez Vous", "Chiquitita", "The Winner Takes It All", "Lay All Your Love On Me" y "Head Over Heels", que bailados -en su tiempo- por nuestros padres, hoy son versionados por bandas de metal melódico y grupos de indie pop.

miércoles, 21 de enero de 2015

Dick Dale


Hubo un tiempo en que el rock 'n' roll no tenía nada de virulento, su espíritu era divertir y animar las fiestas juveniles: verdadero desfile de minifaldas y peinados engominados, inspirados por  la Motown, Elvis, The Beatles e íconos cinematográficos como Marlon Brando, James Dean y Marilyn Monroe. En aquellos primitivos años del rock, la sana aspiración de todo teenager americano era formar una banda de garage, adquirir un auto y enamorar a un ejército de chicas, una realidad de fines de los '50 que de las películas y las revistas pasó también al resto del mundo, donde surgieron curiosas adaptaciones como la del movimiento "nueva ola" en Chile.

California y la costa oeste de los Estados Unidos fueron por entónces la Meca del rock 'n' roll, el epicentro de todos los sueños juveniles. Fiestas, kilometros de playa y las mujeres más hermosas del planeta bastaban para animar un espíritu del que se hicieron carne bandas como los Beach Boys, The Surfaris, The Bel-Airs, The Chantays y The Del-Tones, estos últimos lidearados por el virtuoso guitarrista Dick Dale, reconocido dentro del circuito como "el padre del surf rock", un gigante de la música de quien les invito a revisar la presente foto-biografía.

lunes, 19 de enero de 2015

Discos Memorables: Triana - El Patio (1975)


Triana fue la banda más fundamental del rock español en la década de los '70. Su estílo único -y complejo- mezcla de rock progresivo, guitarras flamencas, bulerías y enigmáticas composiciones, posicionó a los sevillanos en las primeras listas de su país y como uno de los conjuntos más emblemáticos del rock en nuestro idioma.

Tras la disolución de algunos conjuntos locales, el año '73 Jesús de la Rosa (voz, bajo y teclados), Eduardo Rodríguez Rodway (guitarras) y Juan José Palacios, alias "Tele" (batería) unen sus virtudes instrumentales y dan forma a un nuevo concepto musical, que reflota la importancia del flamenco y de la tradición morisco-andaluza, mezclándolas con la influencia anglo de conjuntos como Pink Floyd, Led Zeppelin, Gong, King Crimson, ELP y Camel. Producto de aquella inspiración surge la mejor etapa de Triana, registrada en sus tres primeros discos: El Patio (1975), Hijos del Agobio (1977) y Sombra y Luz (1979), además de los fundamentos de una nueva escena: el "rock andalúz", de la que tomarán partido bandas como Alameda, Luis Cobo y los hard rockeros Medina Azahara. 

El giro que dieron Triana al rock progresivo en España, es equivalente a lo hecho por Los Jaivas en Chile con la fusión andina o a la escena del prog italiano de los '70, que engendró un fenómeno único y maravilloso del cual fueron protagonistas conjuntos como Ill Balleto Di Bronzo, Premiata Forniera Marconi, Banco del Mutuo Socorro y Le Orme, que tenían la particularidad de cantar en el propio idioma e inyectar a la mezcla elementos de la música tradicional y docta. Fueron estos los años dorados del rock o una era colmada de creatividad, donde el sentido de la música era comprendido como el "puro arte" de la identidad.


Si bien no cabe duda de que la mejor etapa de Triana es la que comprende sus tres primeros discos, en mi opinión y la de muchos El Patio de 1975 viene a ser (además del debút) la obra maestra de los sevillanos, el inicio de una búsqueda y la consecución de un estílo propio que hecha raíces en la magia del sur de España: la mítica Al-Andalúz. Jesús de la Rosa compuso casi en su totalidad las letras del disco, soportado por un sólida base instrumental, donde la percusión de "Tele" entreteje pasajes con los teclados y las guitarras españolas de Edu Rodríguez, asistidas de vez en cuando por los riffs eléctricos de Antonio García de Diego, músico de estudio y futuro compañero de giras de Joaquín Sabina.

Cada uno de los siete temas de El Patio son una invitación a lo más recónditos pasajes del subconsciente y a un mundo de arquetipos olvidados pero aún latentes, impregnados en la rica tradición andaluza, mezcla de épica medieval, poesía e imaginario islámico. La apertura de 9 minutos titulada "Abre la Puerta" (el gran clásico de Triana) nos viste de fantasmas danzantes para recorrer cada rincón de sus letras, entre patios de luz, mosaicos, ventanas floreadas, estrechos bazares, antiguas mezquitas, castillos, ríos y montañas, todo en una psicodélica declaración de amor.

"En el Lago", "Sé de un lugar", "Recuerdos de una Noche" y "Diálogo" son también sentidos poemas de amor, cargados de metáforas que transmiten las nostalgias y añoranzas de un apasionado y a la vez tímido Jesús de la Rosa, mientras que "Luminosa Mañana" (la canción más mística e introspectiva del álbum) da la impresión de ser un tema póstumo o la despedida del compositor, al más puro estílo de "Un Beso y una Flor" de Nino Bravo, como si de la Rosa hubiera presentido su desafortunado desenlace nueve años más tarde.

jueves, 15 de enero de 2015

Gato Inmortal


A 12 años de la muerte de Eduardo "Gato" Alquinta, tributamos su memoria en LRDRP, recordándolo como el más grande ícono del rock nacional. 

La voz de Los Jaivas -quien hoy tendría 70 años- llevó a lo más alto la música de nuestro país, compactando una maravillosa fusión de música andina y latinoamericana con rock progresivo, poesía, sangre mestiza y alma hippie, que calza muy bien en la descripción que los propios Jaivas hicieron alguna vez de su música: "una cruza entre Violeta Parra y Jimi Hendrix". Gran compositor y frontman, el Gato Alquinta fue trovador de vida y mensajero de libertad, un guerrillero sin más armas en las manos que la guitarra eléctrica, el charango, la quena y la trutruca, instrumentos con los cuales hizo gala de lo propio y lo adoptó a lo universal.

Sobre Los Jaivas, una de mis bandas favoritas, escribiré mucho más en el futuro, pero hoy sólo bastan estas pocas líneas para recordar y conectarse con el más grande músico, compositor y frontman de la historia musical chilena, el porteño que conquistó las Alturas del Machu Picchu (1981) y cantó a los mil vientos que es un hijo de esta tierra.

miércoles, 7 de enero de 2015

En el límite entre el metal y lo surreal: Una curiosa colaboración


No es un misterio para nadie que el rock metálico -al menos desde los últimos diez años- pasa por una alarmente sequía de creatividad, lo que es igual de cuantificable en Occidente que en el excéntrico Japón, donde la existencia de agrupaciones como Maximum The Hormone o el trío de niñas BABYMETAL, exaspera a los puristas y encarna una señal apocalíptica para los más ortodoxos seguidores del género.

A comienzos de 2014, este producto de mercadotecnia llamado BABYMETAL lanzó su debút homónimo, donde se  une un soporte instrumental que mezcla distintos géneros del metal contemporáneo con en el encanto popero de tres bonitas niponas que aún arrastran la bolsa del pan. Desde luego el disco fue recibido con duras críticas por parte de los medios "serios" y unas pocas benevolencias por aquellos que lo no lo tomaron muy en cuenta o lo vieron -como en su tiempo a Spinal Tap, GWAR o Lordi-  como una especie de humorada.

A un año del debút discográfico, las BABYMETAL ya son toda una celebridad en el manoseado mundo del metal, participan de giras, comparten escena con bandas de las ligas mayores e inclúso se las arreglan para generar extrañas cruzas con algunas de ellas, como es el caso de este nuevo tema: "Road Of Resistence", grabado en estudio junto a los ingleses de DRAGONFORCE, banda liderada por el virtuoso guitarrista chino Herman Li. Esto viene a ser una oda a la globalización y a la decadencia de ideas en la música.

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