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miércoles, 7 de octubre de 2020

El rock perdió a una de sus máximas leyendas


En un año en extremo complejo y extraño, la muerte de icónicos músicos como Neil Pert (Rush), Lee Kerslake (UFO), Frankie Banali (Quiet Riot) y el impar Eddie Van Halen se recibe con particular congoja. Desde hace unos 10 años el mundo del rock duro y del heavy metal ha comenzado a despedir a sus veteranos ídolos en una progresión natural que inició con las pérdidas de Ronnie James Dio y Gary Moore y continuará irrevocablemente hasta dentro de pocos años, liquidando a una generación dorada de músicos que hizo historia entre las décadas de los '70 y '80, cambiando para siempre la forma de entender e interactuar con la música, gestando además nuevos patrones culturales y contraculturales que hoy pudieran parecer un tanto rudimentarios. 

No es posible repasar el monumental legado de Eddie Van Halen en unas pocas líneas, sobra decir que el virtuoso músico y compositor norteamericano fue el arquetipo del guitarrista metalero que señaló el camino a una variopinta generación venidera que replicaron sus riffs desde los  empalagosos esquemas del hair metal al abrasivo virtuosismo del thrash, pasando por el más complejo rock instrumental y el despliegue shred de sus naturales discipulos Joe Satriani, Steve Vai e Yngwie Malmsteen. Ni siquiera el rock alternativo que pretendió sepultar el culto a los héroes de la guitarra, pudo sortear las influencias de Eddie Van Halen, y muestra de ello es que su inspiración es palpable en músicos de la vena más metálica como Jerry Cantrell (Alice In Chains), Billy Corgan (Smashing Pumpkins), Jim Martin (Faith No  More), Dave Navarro (Janes Addiction, RHCP) o Tom Morello (Rage Against The Machine, Audioslave).

Nacidos en Amsterdam, pero radicados desde temprana edad en California, hijos de padre holandés y de madre javanesa, Eddie Van Halen y su hermano Alex encarnan las virtudes del interculturalismo, fenómeno indisociable del rock 'n roll. Inspirado en guitarristas de una generación anterior como Eric Clapton, Allan Holdsworth, Tommy Bolin, Leslie West, Mark Farner y sobre todo: Jimi Hendrix, Jimmy Page y Tony Iommi, Eddie Van Halen aunó los sonidos más eléctricos del rock setentero y los combinó con la velocidad y dinamismo de su también imprescindible influencia: Dick Dale, llevando los sonidos del hard rock al siguiente nivel. De la mano del grandísmo frontman David Lee Roth y ulteriormente Sammy Hagar, Van Halen incorporó además la estética festiva del glam y la dinámica del rock de estadio al punto de convertirse en una de las bandas más aclamadas del rock, en la línea de grupos como Queen, KISS y AC/DC.

Una decena de álbumes de estudio entre 1978 y 1998, con un memorable reencuentro junto a David Lee Roth en 2012, además de connotadas contribuciones con Michael Jackson ("Beat It"), Brian May ("Star Fleet Project") y Roger Waters ("Lost Boys Calling") y la cualidad innovadora de ser una de las primeras bandas en acortar distancias entre el hard rock/metal y el synthpop (resultado del cual devino el himno de himnos: "Jump" del imprescindible álbum 1984) concretan el impecable legado del músico que ayer 6 de octubre partió en su última gira, directo hacia el Olimpo aquejado por un cáncer con el que venía conviviendo hacia décadas. Su música estará por siempre con nosotros.


















sábado, 24 de febrero de 2018

Reencuentro, emociones y heavy metal: Así fue la segunda noche de Europe en Chile (Gran Arena Monticello 23/02/2018)


Europe, los adorables suecos del hair metal ochentero han sido desde siempre una de mis bandas favoritas, a la par de Queen, Thin Lizzy, Led Zeppelin, KISS, Black Sabbath, Rainbow, Scorpions, Heart... conjuntos de los cuales se ciñó la diadema en la generación posterior, capitaneando una industria por entonces millonaria, que tuvo en Quiet Riot, Def Leppard, Bon Jovi, Mötley Crüe y Guns N' Roses la arquitectura y los parámetros de sonido que dominaron por más de una década y al que se acoplaron multitud de bandas con éxitos de un sólo hit y notoriedad en extremo efímera, eso hasta el estallido del grunge y del rock alternativo a comienzos de los años '90.

Pero Europe, a diferencia de sus pares, trascendió por mucho las etiquetas, al punto que sería injusto acusarlos hoy en día de ser una banda de AOR y arena rock con pretensiones de llegar al público metalero (imputación común en los '80). Europe son ante todo una banda de hard rock y metal melódico, que sepultaron hace tiempo la nostalgia lacerante de la era de los look afeminados, en la que quedaron ateridos los Guns, los Mötley Crüe, Ratt... tampoco variaron su estilo ni culebrearon hacia el mainstream como hicieron Bon Jovi desde These Days (1995) y a quienes -desde mi punto de vista- superan ampliamente.

El gran John Norum llenó ayer la sala con virtuosos solos de sus guitarras Gibson Les Paul Standard y 
Gibson Flying V.

El concierto de ayer en Monticello, fue una segunda presentación brindada por Europe en menos de 24 horas, y en tal caso hasta el más optimista hubiera comprendido que fuera más deslucido que el de la noche anterior en la Quinta Vergara, frente a 150.000 asistentes y no menos de 150 millones de televidentes, replicados por Latinoamérica y el resto del mundo a través de la señal satelital e internet. Sin embargo no fue así, Joey Tempest y cia. nos regalaron una presentación superior a la del día anterior, en un recinto más íntimo, con un setlist más amplio y pensada en el sentido de la gira Walk The Earth, así como en sus seguidores inmediatos.

El único punto bajo de la noche -y que gracias a la pronta intervención de los sonidistas, pasó a ser un simple detalle- fueron pequeños lapsus en tres canciones, donde el sonido perdió profundidad. En la velada sonaron canciones de War Of Kings (2015), Last Look At Eden (2009), las puntas de lanza del nuevo álbum Walk The Earth (2017) y clásicos perpetuos de Wings Of Tomorrow (1984), Out Of This World (1988) y -era que no- The Final Countdown (1986), seguidos a todo pulmón por una audiencia cuyas edades oscilan entre los sesenta y veinte años. Yo, en mis 34, no fui consciente de la mítica presentación de Europe en la QV el año 1990, pero nací en medio de estos sonidos que coparon una década y estimularon mi inconsciente a la evolución natural del metalero.


Europe al completo

Loas a Joey Tempest por ser uno de los mejores vocalistas de todos los tiempos, su voz templada y a la par potente, es digna heredera del sitial de los aún vigentes Phil Mogg (UFO) y Klaus Meine (Scorpions), como también de Freddie Mercury y Ronnie James Dio, aunque sabemos de sobra que el mayor de sus referentes fue el afro-irlandés Phil Lynott (Thin Lizzy), a quienes los Europe dedicaron el tema y el videoclip de "Hero" en 2004. John Norum quien ayer cumplía sus 54 años -y fue celebrado por el público con el cántico correspondiente- es un digno sucesor de excelsos violeros como Gary Moore, Scott Gorham y Michael Schenker; los matices blueseros que tantea en su discografía solista, así como en algunos álbumes grabados con Europe en el nuevo milenio, decantan en ese sentido y anoche no escatimó en dar buenas muestras.

Otro tanto puede decirse de Mic Michaeli, uno de los tecladistas más consagrados del rock. Sus interventos aportan el toque progresivo y neoclásico preciso que hacen de Europe una banda elegante, en la hábil dirección de grupos ulteriores -y discípulos naturales suyos- como Stratovarius, Avantasia, Rhapsody Of Fire, Sonata Arctica o Angra, rechazados por una cierta cohorte de metaleros que consideran que el rock pesado ha ser música anti-estética, grotesca, satánica y hasta de mal gusto, allá ellos.

Joey agregando riffs a la pócima

Como buena maquinaria nórdica, la banda apareció en escena a la hora acordada: 10 menos 15 de la noche, tronando las épicas y rainbownianas "Walk The Earth" que da nombre a su última placa y "The Siege", perteneciente al mismo álbum. Irrumpían seguido los riffs de "Rock The Night" trasladándonos a la era del glam metal, con todos aquellos clisés que hoy resuenan a gloria. "rock now, rock the night... 'Til early in the morning light": el coro imperecedero de un rockanrol tan vital como el "Rock & Roll All Nite" de KISS, el "I Wanna Rock" de Twisted Sister, el "We Rock" de Dio o el "We Will Rock You" de Queen.

En cuarto lugar vino "Last Look At Eden" que da nombre al elepé del 2009 (en mi humilde opinión el mejor álbum de Europe desde The Final Countdown). Esta, otra pieza de metal melódico y épico en la que el sonido Europe se conteja más al de secuelas como Dream Evil (banda también sueca, cuyo vocalista: Niklas Isfeldt, es un verdadero clon de Joey Tempest); demás está decir que a esas alturas el público estaba ya absolutamente rendido al encanto de esos cuatro vikingos cincuentones.

John Levén y Joey Tempest, los dos miembros más antiguos de la banda.

"GTO" y "Turn To Dust" nos volvieron a la órbita de Walk The Earth, buenos y nuevos temas de un álbum que a cualquier metalhead con algo de bagaje en el género le recordará -probablemente- más al sonido de conjuntos como Cornerstone, Empire y Warrior, que al de los propios Europe (lo que ilustra que los músicos ya no tienen el mismo ímpetu que en sus '20, '30 o '40, pero si un mayor y desbordante virtuosismo). Nuevo guiño a los clásicos de siempre con "Superstitious" y la esperadísima y aclamada "Carrie", prologada sublímemente por Mic Michaeli.

Quien niegue haberse emocionado alguna vez con "Carrie", probablemente mienta o no tenga sangre en las venas: una balada AOR simplemente perfecta, que por mucho que pasen las décadas sigue inserta en el inconsciente colectivo. Ayer vi lágrimas,  parejas recientes y matrimonios de treinta o veinte años (porque sus hijos de esa edad estaban al lado) fuertemente ceñidos. Es lo que logra la buena música: unir en sentimiento, afianzar en el recuerdo.

Ian Haugland ejecutando el gran solo

A continuación de "Carrie" lo que siguió fue un tremendo solo de batería de Ian Haughland al son de la Overtura de Guillermo Tell (composición del gran Rossini), performance que la banda ha venido realizando en los conciertos desde hace varios años, pero que no incluyó la noche anterior en Viña. Le siguió "Scream Of Anger", clasicazo de su segundo álbum Wings Of Tomorrow (1984), de la era anterior a Final Countdown cuando Europe apuntaba más a ser una banda de heavy metal -en la tradición de la NWOBHM- que de AOR/hair metal radiable.

La bella "Sign Of The Times" con una tremenda atmósfera de teclados de Mic Michaeli decantó en la solitaria "Vasastan" de John Norum, entreverada con referencias a David Gilmour (Pink Floyd) y un algo de Gary Moore. Vinieron luego las deep purpelianas "War Of Kings" y "Hole In My Pocket", pertenecientes al álbum War Of Kings del 2015 y donde Michaeli se luce tocando al estilo de Jon Lord.

Open Your Heart

Acústica en mano, Joey Tempest comienza a interpretar los primeros acordes de "Open Your Heart", otra maravillosa y muy esperada balada AOR, al estilo "Carrie" y que desató las mismas emociones en los presentes. "Ready Or Not" (canción digna de Survivor) allanó el camino a "Cherokee", otro pedazo de clásico (mi canción favorita de Europe) perteneciente al Final Countdown, que con danza chamánica de Tempest -a lo Jim Morrison o Ian Atsbury- incluida, anunciaba el fin de la velada tras 16 canciones. Fue desde luego "The Final Countdown" el masterpiece encargado del cierre, coreada a todo pulmón por la fanaticada.

A fines del 2010 -en el Caupolicán- fue la primera vez que vi tocar en vivo a Europe, constatando que esa magia transmitida en varios de sus directos, que conservo en DVD no está editada. Europe es una banda que roza la perfección y posee de sobra todas las virtudes de un grupo de cámara o de la música docta, no en vano llevan a cuestas el nombre del viejo continente, haciendo carne la excelencia que ello conlleva. El buen rock no morirá jamás.

sábado, 20 de enero de 2018

El hard rock está de fiesta: Andrew W.K. ataca este año con "You're Not Alone"


Corría el año 2001 y en medio de tanta bazofia rockera -que durante años se dio vuelta sobre los mismos sonidos (nü metal, post-grunge, brit pop, punk revival...) y artistas mediocres, rodados a más no poder en las radios y MTV, cuando este aún era un canal de música- aparecieron el single y el video de "Party Hard" protagonizado por un tipo gigantón de cabello largo, barba de tres días, camiseta blanca y jeans azules, aspecto que recordaba en algo al Brian Johnson de comienzos de los '80, mezclado con la torpeza de Joey Ramone y la veleidad de un thrasher. Ese tipo era desde luego Andrew W.K., que con una banda conformada por músicos parches provenientes del mundo del metal extremo hizo algo impensado para aquellas fechas: reflotar el hard rock, en una combinación inusual con los riffs del nü metal, la velocidad del punk, los teclados del synth pop y un ramillete de influencias que libaba el sonido de grandes conjuntos como Queen, Kiss, Ramones, AC/DC, Metallica, Van Halen, Slayer y Twisted Sister, ¿resultado?: I Get Wet, uno de los mejores discos de la década.

Lamentablemente, las entregas posteriores de W.K. no estuvieron a la altura de I Get Wet y ese obús de rock 'n' roll simple, chusco y no pretencioso que contrariaba todos los clisés y aspectos comunes de la música posnoventera. The Wolf del 2003 orbitó malamente en los sonidos del primero, Close Calls With Brick Walls del 2006, se metió de lleno en el pop/rock, The Japan Covers de 2009 fue una apuesta incoherente y 55 Cadillac del mismo año, un experimento vanguardista difícil de digerir. 

Pero el Andrew W.K. que todos amamos nunca dejó de rockear al estilo de la vieja escuela, ya fuera revisitando los clásicos de I Get Wet o dando vida incluso a la música de The Ramones, en los conciertos realizados junto a Marky Ramone en el periodo 2013-2014; y este 2018 lo traerá de vuelta al rock pesado y fiestero en su quinta placa titulada You're Not Alone que reviene con toda la energía de  un "Party Hard" desde el primer single titulado "Music Is Worth Living For" que puedes bangear bajo estas líneas cortesía de La Religión del Rock Pesado.

sábado, 16 de septiembre de 2017

Freddie Mercury y el Live AID reencarnan en los zapatos de Rami Malek para el biotopic de Queen (primeras fotos)


"Bohemian Rhapsody", la dilatadísima película autobiográfica de Queen, encarrilada por Brian May y Roger Taylor, comienza al fin a producirse y tiene fecha preliminar de lanzamiento: diciembre de 2018.

Hace sólo unas cuantas semanas el medio británico Telegraph informó quienes serán los principales actores del reparto: los británicos Gwilym Lee (como Brian May), Ben Hardy (Roger Taylor), Lucy Boynton (Mary Austin) y los norteamericanos Joseph Mazzello (John Deacon) y Rami Malek (Freddie Mercury), este último con orígenes étnicos en el Medio Oriente -al igual que Mercury- ganador de distinciones como el Golden Globe y el Screen Actors Award, por su participación estelar en la serie Mr. Robot de la cadena HBO.


Al juzgar por las primeras imágenes filtradas de la película, salvo algunos rasgos fundamentales (estatura, forma de la cabeza, complexión física, orejas) la caracterización y el parecido de Malek con Mercury no es nada extraordinario, sin embargo se comenta que la producción y los músicos supervivientes de Queen están muy conformes con la elección que dejó en el camino a Sacha Baron Cohen (muy parecido físicamente a Freddie Mercury) y a Ben Wishaw.

La película dirigida por Bryan Singer será ambientada en el Queen de los años '80, que cosechó vítores memorables para su historia como fue la incendiaria presentación en el Live AID de 1985 e instancias dramáticas como el anuncio de la enfermedad de Mercury en 1987 y el deterioro físico asociado al que contrastó con su férrea voluntad de continuar componiendo música, experimentando incluso nuevos ámbitos como la ópera junto a la tenor Montserrat Caballé.

"Bohemian Rhapsody", la película, se suma de esta manera a las otras muchas secuelas del legado musical de Queen que incluye, entre otros, el concierto tributo de 1992, el musical We Will Rock You, las giras junto a Paul Rodgers (2004-2009) y Adam Lambert (2011 a la actualidad) y una vasta serie de box set. Hoy como siempre, Dios salve a la Reina!

domingo, 20 de noviembre de 2016

Black Sabbath: Un Final con sabor a Eternidad (Estadio Nacional 19/11/16)


Tal como atestigua este blog desde hace casi diez años, el rock pesado es mucho más que un simple género musical. Para nosotros -los sempiternos metaleros- es la matriz cinética de nuestra cultura, sus riffs son los mantras de nuestra liturgia y grupos como Black Sabbath las instituciones referenciales de un sonido que trascendió las décadas, eludió las modas y que sólo será abatido por la vejez o la muerte de sus artífices.

Tras el epígrafe "The End", la banda pionera del heavy metal fue despedida en Chile por 60.000 asistentes en un Estadio Nacional invadido de una nube de poleras negras que entre bengalas, humo de ganja, headbanging y otras manifestaciones de sectarismo metalero peregrinó desde todos los rincones del país para loar por última vez a los apóstoles de una religión global que compite en lealtades con cualquiera de los dogmatismos tradicionales.


Precursores de la movida stoner chilena, el trío Yajaira precalentó a la audiencia a eso de las 18:00 hrs con una buena dósis de rock sabbátesco declamando clásicos de su repertorio como "Dámelo", "Abre el Camino" e "Indecisión". Sin duda, una buena apuesta para enaltecer al metal nacional y emulsionar a pocas horas de la presentación de Black Sabbath la batería de música envasada que -cosa típica de los conciertos de rock pesado en Chile- estuvo animada por canciones del AC/DC setentero.

En lo personal, me hubiera gustado ver sobre ese mismo escenario a Weichafe, opinión compartida por varios de los presentes, cuyo respeto y admiración por el conjunto nuñoíno se plasmó en al menos una decena de camisetas con el logo de la banda que se desplazaron por el perímetro de mi tribuna, en el sector Pacífico Golden.


Tras una presentación digna y potente, bien recibida además por el público, Yajaira asfaltó el escenario para los verdaderos teloneros de la noche: el grupo (revival) de hard rock zeppeliano Rival Sons.

Originarios del sudeste de California, la banda conformada por Jay Buchanan (vocalista), Scott Holiday (guitarra y coros), Dave Beste (bajo y coros), Mike Miley (batería) y Todd Ögren-Brooks (teclados) demostró sobradamente porqué es uno de los grupos más ovacionados del rock actual, al punto de ser considerados número de apertura en la gira final de Sabbath.


Si previo a esta presentación no era un gran seguidor de Rival Sons, admito que desde hoy comenzaré a decantarme por su discografía.

Paradójicamente, parece ser que el futuro del hard rock no está en reinventarlo, sino en revisitarlo. Testimonio de ello es el renombre alcanzado por grupos como Wolfmother, The Answer, The Winery Dogs y los propios Rival Sons, cuyos fundamentos musicales radican en el proto-metal de los '70 y en el caudal de emociones del rock clásico que no hace distinción entre mosh o baladas.


A punta de riffs gruesos y tempos de blues que recuerdan -por partes iguales- a Led Zeppelin y The White Stripes, Rival Sons engancharon fuerte con la audiencia que a eso de las 19:30 comenzaba a llenar la cancha del Nacional.

"Electric Man", "Torture", "Get What's Coming" o la más reciente "Keep On Swinging" fueron las puntas de lanza de un setlist que no se extendería por más de una hora.


La buena música siempre se agradece y Rival Sons, pese a no ser (directamente) un grupo de la línea de Black Sabbath ni tampoco demasiado conocidos por buena parte de los asistentes, se retiraron floreados del escenario a las 20:30 hrs.

Pero la jornada sería larga y objeto de todas las ansiedades el heavy metal de los originarios de Birmigham se daría nuevamente cita con su incondicional público nacional (tres a cuatro generaciones), que aún conserva en la retina y plasmada en el corazón la espléndida presentación de Heaven & Hell del 8 de mayo del 2009 en el Movistar Arena.


La acometida de Ozzy en el escenario a la hora acordada, un arsenal de luces y efectos psicodélicos en las pantallas y la campanada de riffs himnópticos del himno "Black Sabbath" sucitaron el trance hacia el año 1970, dando inicio a una retrospectiva posada sobre la primera década del conjunto.

A la siga de "Black Sabbath" continuaron "Fairies Wear Boots" (álbum Paranoid, 1970), "After Forever" (Master Of Reality, 1971) e "Into The Void" (MOR, 1971) con la modorra propia del doom metal, capaz de mesmerizar tu mente como el más agudo LSD.


Anunciando sin tapujos que el siguiente tema trataba sobre la cocaína, arremeten los riffs de "Snowblind" (Vol. 4, 1972), uno de los primeros hitos de polémica en torno a la música de Sabbath. Luego vendrían "War Pigs" (Paranoid, 1970) y el que es mi tema favorito de la banda "Behind The Wall Of Sleep" (Black Sabbath, 1970) concluído por un espléndido y demoniaco solo del maestro de maestros Tony Iommi.

Con una lucida sesión de bajo, Geezer Buttler da pie a "N.I.B." (Black Sabbath, 1970) clásico que acopla toques de psicodelia, doom y funk en un registro coreado a partir de sus "Oh yeah...". La instrumental "Rat Salad" (Paranoid, 1970) fue subterfugio perfecto para que el batero Tommy Cufletos rematara en un pasmoso solo, demostrando de que fibra está hecho.


Cufletos, a quien tuvimos oportunidad de ver por primera vez en marzo del 2011 en el Movistar Arena, como novel miembro en la renovada banda de Ozzy Osbourne, es hoy toda una eminencia tras los tarros y su estilo lejos de declinar frente al legado de Bill Ward, aporta gran vitalidad al sonido Sabbath.

No menos puede decirse de la contribución del gran Adam Wakeman en los teclados. Hijo del ilustre Rick Wakeman (miembro de los progresivos Yes), el virtusoso "Wako" genera desde su sintetizador Korg Triton las atmósferas siniestras que escoltan la voz de Ozzy.


El último tercio del concierto fue pautado por los clásicos "Hand Of Doom" (Paranoid, 1970), "Iron Man" (Paranoid, 1970), "Dirty Women" (Technical Ectasy, 1976) y "Children Of The Grave" (Master Of Reality, 1971), inyectando algunas cuotas más de dinamismo a una presentación en general letárgica.

Tras la clausura temporal, la vital "Paranoid" (1970) despidió una presentación memorable en su género que lejos de ser recordada como el cierre de un ciclo o el final de la historia de una gran banda ante su fieles sudamericanos, quedará plasmada como una captura de eternidad "...just a picture, an image caught in time..." habría sentenciado el inmortal Ronnie James Dio.


Pese a que no inventaron la rueda, Black Sabbath son el mayor pilar en la historia del heavy metal, su sonido e influencia es reconocible en lo más variados géneros y grupos (familiarizados o no directamente con el metal), siendo esencial -por ejemplo- en los primeros álbumes de Queen y Rush, en el punk flemático y pesado de Black Flag, Wipers, Flipper o D.R.I., en la música alternativa de Killing Joke o en el grunge de Nirvana, Melvins, Soundgarden, Alice In Chains y un largo etcétera.

Una banda que ha dado tanto por el rock sin habérselo jamás propuesto y cuyos principales frontman (Ozzy y Dio) pese a sus diferencias de carácter y distintas capacidades musicales, mantuvieron siempre una posición de humildad y lealtad ante el espíritu de clase obrera que encarna el metal, será por siempre señalada como ícono de una subcultura que trasciende lo propiamente musical.


La Religión del Rock Pesado no podía hacerse menos presente en esta despedida que sin pretender sonar cursis no es vista por nosotros como "el final" sino como un hasta siempre. 

Black Sabbath are the Eternal Idols.

"BLACK SABBATH"

jueves, 21 de julio de 2016

Españoles DELAFURIA anuncian el lanzamiento de su primer LP


Provenientes de Barcelona, el grupo DELAFURIA se autodefine como un delirante proyecto. Tienen un primer EP a cuestas lanzado el 2014 y conformado por cuatro excéntricas versiones de los clásicos "Quizás, Quizás, Quizás", "Pa ti No Estoy" (Rosana), "A quién le Importa" (Thalía) y "Un Beso y Una Flor" (Nino Bravo), interpretados con una buena cuota de humor y grandes dosis de rock pesado.

Actualmente se encuentran finalizando la mezcla de su primer larga duración con temas propios, que proyectan lanzar a fines de este año y del que nos mantendrán al tanto aquí en La Religión del Rock Pesado.

martes, 21 de junio de 2016

Los nuevos Rainbow hicieron su debut en el Monsters Of Rock de Alemania

Jens Johansson (Teclados), Robert Curiano (Bajo), Ritchie Blackmore (Guitarra), David Keith (Batería) y Ronnie Romero (Voz)

Las presentaciones de Rainbow los días 16 y 18 de junio en Alemania, no sólo deben ser consideradas como el regreso de esta mítica banda a los grandes escenarios tras 19 años de receso, es también el regreso de Ritchie Blackmore al rock, interpretando una vez más aquellos potentes clásicos con los que hizo historia en la década de los '70 y '80 y es también -porque no decirlo- un motivo de orgullo chauvinista para la camada metalera chilena, pues quien está hoy al frente de la banda es nada menos que uno de nosotros: Ronnie Romero, joven músico que en 2009 exportó su calidad vocal a Europa.

14 fueron los temas tocados por la banda en las locaciones de Lorelei y Stuttgart. Un compendio de clásicos como "Stargazer", "Man On The Silver Mountain", "Mis Mistread" y "Since You Been Gone" interpretados a la par con piezas de Deep Purple: Highway Star", "Perfect Strangers", "Child In Time", "Black Night" y "Smoke On The Water".

Si Ronnie Romero es realmente una combinación entre Ronnie James Dio y Freddie Mercury (al decir de Ritchie Blackmore) podrás constatarlo analizando alguno de los siguientes videos, captados por los asistentes al MOR.

lunes, 20 de junio de 2016

Thin Lizzy: Así fue la celebración de los 40 años de Jailbreak en el Monsters Of Rock de Alemania


Monsters Of Rock: el más clásico de los festivales metaleros, tuvo una edición de oro de este año en Europa, pues a su ya habitual potente cartelera se agregó el resurgimiento de dos míticos conjuntos de los años '70: Rainbow y Thin Lizzy.

A treinta años de la muerte de Phil Lynott y 40 desde el lanzamiento del álbum Jailbreak (que les abrió las puertas en EE.UU.), una nueva versión de la banda -que incluye al batero Scott Travis (Judas Priest) y al bajista Tom Hamilton (Aerosmith)- revive gloriosas composiciones que hablan de fugas de la cárcel, desamor, peleas de bar, amistades peligrosas, lucha diaria, juventud y libertad, todos los tópicos que hacen de esta una de nuestras bandas favoritas.

sábado, 18 de junio de 2016

Así suena Mundo Hostil, el nuevo álbum de Weichafe

Lo esperamos durante diez largos años y la espera cosechó buenos frutos.

Mundo Hostil: el quinto elepé de Weichafe, resume en 40 minutos de grandiosa música los veinte años de la banda y su evolución desde un embrión de metal sabbatesco, grungeoso y psicodélico a lo Tierra Oscura del Sol (1999) al hard rock con matices folk de Harto de Todo (2006), reposando más sobre los sonidos de este último.

La cuña compositiva de Angelo Pierattini (guitarrista y voz principal) se empodera en la mayor parte de los temas del disco, recordando -como en su carrera solista- el legado de los grandes compositores de la trova chilena. Es así como melodías vocales, canción protesta y resquemor urbano compaginan bastante bien con riffs disonantes, solos de guitarra que remecen fibras internas y las cada vez más pinceladas irrupciones vocales de Marcelo Da Venezia (bajo y voz) poseído por las influencias de grupos como Unblessed, Death o Cannibal Corpse.

Muchas y agradables son las sorpresas que trae este nuevo disco, destacando las colaboraciones de consagrados músicos como Paco Ayala (Molotov) en la heavy rockeraza "Fe Maldita", las del argentino Ricardo Mollo (Divididos) en el solo de guitarra de "(SW) Soy Weichafe" y en una dupla con Pierattini para la bella folk "No dispares". Los spoken word reflexivos de "Me estai Weviando" en la voz de Walter Contreras y "Me cambiaron todo", recitado por la veterana actriz nacional Bélgica Castro son -a mi parecer- las dos composiciones más geniales del disco junto con "La fuerza viene de la tierra", con coros aportados por seguidores de la banda.                                                                                                                                                                                         Mundo Hostil, disco producido por Paco Ayala en Ciudad de México y que será mezclado por Howie Weinberg (ingeniero responsable de la masterización de álbumes de The Ramones, Van Halen, Nirvana, Soundgarden y Pantera, entre otros) fue dispuesto días atrás por la banda como pre-descarga gratuita (durante 24 horas) y puedes escucharlo completo a través de su cuenta de Youtube.

"La historia se re-escribe en la calle y con bandas de verdad".

viernes, 17 de junio de 2016

Heart + James Hetfield


Por estos días, las imprescindibles hermanas Wilson se aprestan a lanzar su décima sexta placa de estudio titulada Beautiful Broken: compendio de viejas composiciones y material inédito. 

Single promocional del nuevo álbum es la canción del mismo nombre -que apareció en la versión deluxe de su anterior disco: Fanatic (2012)- sumando una pequeña pero significativa contribución de James Hetfield quien por estos días prepara también el lanzamiento de un nuevo álbum de Metallica.

Beautiful Broken es una concisa y poderosa canción de hard rock con la que puedes deleitarte bajo estas líneas.

martes, 31 de mayo de 2016

Weichafe estrenan su nuevo videclip


Tras nueve años, los ñuñoínos Weichafe vuelven a deleitarnos con nuevo material audiovisual: el videoclip de la canción "Soy Weichafe", punta de lanza de su quinta placa que se titulará Mundo Hostil y a partir de la cual los ñuñoínos procuran conquistar el amplio mercado latinoamericano.

"Soy Weichafe" es -en cuanto a letras- una canción rara, críptica y psicodélica, como gran parte del material histórico de la banda, lo mismo su videoclip donde podemos ver a un uniformado (encarnado por Angelo Pieratini) echando carreras con un rabino (Marcelo Da Venezia) en un par de autos clásicos donde además van de copilotos un payaso y Jesús (el batero Roberto Ugarte).

Hard rock oxidado con tufillo a Black Sabbath, Soundgarden, algunas sutiles pinceladas de metal extremo y un dejo de Los Tres en una tarde de cantina, algo así es y siempre será Weichafe, la expresión máxima de la chilenidad urbana. En La Religión del Rock Pesado también "somos Weichafe".

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