Lo esperamos durante diez largos años y la espera cosechó buenos frutos.
Mundo Hostil: el quinto elepé de Weichafe, resume en 40 minutos de grandiosa música los veinte años de la banda y su evolución desde un embrión de metal sabbatesco, grungeoso y psicodélico a lo Tierra Oscura del Sol (1999) al hard rock con matices folk de Harto de Todo (2006), reposando más sobre los sonidos de este último.
La cuña compositiva de Angelo Pierattini (guitarrista y voz principal) se empodera en la mayor parte de los temas del disco, recordando -como en su carrera solista- el legado de los grandes compositores de la trova chilena. Es así como melodías vocales, canción protesta y resquemor urbano compaginan bastante bien con riffs disonantes, solos de guitarra que remecen fibras internas y las cada vez más pinceladas irrupciones vocales de Marcelo Da Venezia (bajo y voz) poseído por las influencias de grupos como Unblessed, Death o Cannibal Corpse.
Muchas y agradables son las sorpresas que trae este nuevo disco, destacando las colaboraciones de consagrados músicos como Paco Ayala (Molotov) en la heavy rockeraza "Fe Maldita", las del argentino Ricardo Mollo (Divididos) en el solo de guitarra de "(SW) Soy Weichafe" y en una dupla con Pierattini para la bella folk "No dispares". Los spoken wordreflexivos de "Me estai Weviando" en la voz de Walter Contreras y "Me cambiaron todo", recitado por la veterana actriz nacional Bélgica Castro son -a mi parecer- las dos composiciones más geniales del disco junto con "La fuerza viene de la tierra", con coros aportados por seguidores de la banda. Mundo Hostil, disco producido por Paco Ayala en Ciudad de México y que será mezclado por Howie Weinberg (ingeniero responsable de la masterización de álbumes de The Ramones, Van Halen, Nirvana, Soundgarden y Pantera, entre otros) fue dispuesto días atrás por la banda como pre-descarga gratuita (durante 24 horas) y puedes escucharlo completo a través de su cuenta deYoutube.
"La historia se re-escribe en la calle y con bandas de verdad".
Tras nueve años, los ñuñoínos Weichafe vuelven a deleitarnos con nuevo material audiovisual: el videoclip de la canción "Soy Weichafe", punta de lanza de su quinta placa que se titulará Mundo Hostil y a partir de la cual los ñuñoínos procuran conquistar el amplio mercado latinoamericano.
"Soy Weichafe" es -en cuanto a letras- una canción rara, críptica y psicodélica, como gran parte del material histórico de la banda, lo mismo su videoclip donde podemos ver a un uniformado (encarnado por Angelo Pieratini) echando carreras con un rabino (Marcelo Da Venezia) en un par de autos clásicos donde además van de copilotos un payaso y Jesús (el batero Roberto Ugarte).
Hard rock oxidado con tufillo a Black Sabbath, Soundgarden, algunas sutiles pinceladas de metal extremo y un dejo de Los Tres en una tarde de cantina, algo así es y siempre será Weichafe, la expresión máxima de la chilenidad urbana. En La Religión del Rock Pesado también "somos Weichafe".
Fue a fines del año 2014, cuando Angelo, Marcelo y "el negro" decidieron retomar la pista tras cinco años de receso. El rock nacional volvía a colmarse de gloria, la mejor banda chilena de las últimas dos décadas estaba de regreso y lo celebró a lo grande con un conciertazo en el Caupolicán.
Tristemente, a los pocos meses la banda anuncia la salida voluntaria del negro Hidalgo y lo que pudo dar cabida a nuevas dudas e incertidumbre respecto al futuro del conjunto se disipó absolutamente cuando tuvimos oportunidad de escuchar tras los tarros a un aguerrido batero que aportó nuevos bríos: Roberto Ugarte, un weichafero de toda la vida, junto con quien se grabó un primer EP en casi 10 años: La Luz del Guerrero.
Los renovados Weichafe se aprontan en estos días a avanzar el siguiente escalón (el más importante) en su carrera. Y es que la banda que -a fines de los '90- se abrió camino a pura fe, trabajo duro y autogestión, producirá su quinto elepé en un estudio internacional, coayudados por Paco Ayala (bajista y vocalista de Molotov) y el gran Ricardo Mollo (Divididos), renombrado productor de artistas como Almafuerte, La Renga, León Gieco, Charly García y los malogrados Luis Alberto Spinetta y Gustavo Cerati.
Luego de dos décadas de trayectoria y mucha pasión y esfuerzo invertidas, la música al fin hace justicia a la banda chilena más connotada (y auténticamente rockera) desde Los Tres, dignos herederos de sus también ídolos Los Prisioneros, Los Jaivas y Tumulto. Ese rock duro con matices de folk, grunge y death metal logró capturarme con apenas 16 años cuando los vi tocando por vez primera el año 2000 en mi nativo Copiapó y desde entonces no he dejado de escuchar sus discos ni de estar al tanto de sus presentaciones. Ahora los rockeros de Latinoamérica y el mundo tendrán oportunidad de descubrir una gran gema con nombre mapuche y sentimiento de esta tierra.
En una perspectiva coincidente a la de muchos amantes del "rock b" o under, asumo que WEICHAFE es una de mis bandas favoritas de todos los tiempos, entre otras cosas, por el limitado reconocimiento que obtuvieron dentro de nuestras propias fronteras, condición que los convierte en "vacas sagradas" de unos pocos. Artífices de una música GENIAL en el más amplio de los sentidos, jamás logaron despuntar de la escena independiente, muy a pesar del soporte prestado por las grandes emisoras del rock nacional como Radio Futuro y Rockaxis de la era Lewin (el más fan entre los fans), de su notoriedad evidente en los circuitos de la nueva música y del nuevo rock y de su llegada transversal tanto a amantes del rock clásico, como del metal y de los sonidos alternativos. Aquella curiosa mezcla entre metal sabático, mística zeppeliana, psicodelia, folklore y matices de introspección, pesimismo, desesperanza y esquizofrenia, hicieron de Weichafe una banda -a todas luces- sin par. Dignos del formulismo: "grunge", con que los rotuló alguna vez el propio Alfredo Lewin. Una fórmula que devino de la gloriosa unión entre Angelo Pierattini (ex-Bambú), compositor y cantautor "de tomo y lomo", gran amante de The Beatles y de la poesía sónica de Bob Dylan, Tom Waits o Tom Petty, como así mismo del enérgico rock de Soundgarden y Nirvana, conexión que hacía posíble la gran sinergia con el bajista Marcelo Da Venezia (TronN), metalero del grupo, encargado de poner un toque gutural de death metal y riffs aguerridos y disonantes a todo el menjunje psicodélico y hard rockero articulado por las atmósferas guitarreras de Pierattini. Completaba el combo un batero de lujo: Mauricio "El Negro" Hidalgo, dueño de un toque duro y eficáz. La sumatoria de todo lo anterior hizo de WEICHAFE una banda colmada de elementos clásicos, como así mismo atemporales. Sus cuatro discos de estudio: Tierra Oscura del Sol (2000), Homónimo (2002), Pena de Tí (2004) y Harto de Todo (2006) pueden comprenderse como una evolución desde lo netamente sabático-setentero y psicodélico a un rock también bastante "retro" pero que a la par del hard rock, hacía también justicia a otras mencionadas influencias nacionales como Los Tres y Mandrácula, además claro está de conjuntos de la vieja guardia del grunge y de The Beatles. El primero y el último -pese a que se distancian radicalmente en la propuesta- son en mi opinión los dos mejores discos de la banda, cultivando el estílo Weichafe hasta el último matiz, siendo Tierra Oscura del Sol un amalgama de psicodelia y caos, donde las letras a primera impresión no dicen nada, pero de las que es posíble rescatar con el tiempo miles de significados y Harto de Todo, un disco "alegremente pesimista", con un mensaje directo que contempla de manera sarcástica los vicios y miserias de la existencia moderna.