Mostrando entradas con la etiqueta 70's. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta 70's. Mostrar todas las entradas

domingo, 20 de noviembre de 2016

Black Sabbath: Un Final con sabor a Eternidad (Estadio Nacional 19/11/16)


Tal como atestigua este blog desde hace casi diez años, el rock pesado es mucho más que un simple género musical. Para nosotros -los sempiternos metaleros- es la matriz cinética de nuestra cultura, sus riffs son los mantras de nuestra liturgia y grupos como Black Sabbath las instituciones referenciales de un sonido que trascendió las décadas, eludió las modas y que sólo será abatido por la vejez o la muerte de sus artífices.

Tras el epígrafe "The End", la banda pionera del heavy metal fue despedida en Chile por 60.000 asistentes en un Estadio Nacional invadido de una nube de poleras negras que entre bengalas, humo de ganja, headbanging y otras manifestaciones de sectarismo metalero peregrinó desde todos los rincones del país para loar por última vez a los apóstoles de una religión global que compite en lealtades con cualquiera de los dogmatismos tradicionales.


Precursores de la movida stoner chilena, el trío Yajaira precalentó a la audiencia a eso de las 18:00 hrs con una buena dósis de rock sabbátesco declamando clásicos de su repertorio como "Dámelo", "Abre el Camino" e "Indecisión". Sin duda, una buena apuesta para enaltecer al metal nacional y emulsionar a pocas horas de la presentación de Black Sabbath la batería de música envasada que -cosa típica de los conciertos de rock pesado en Chile- estuvo animada por canciones del AC/DC setentero.

En lo personal, me hubiera gustado ver sobre ese mismo escenario a Weichafe, opinión compartida por varios de los presentes, cuyo respeto y admiración por el conjunto nuñoíno se plasmó en al menos una decena de camisetas con el logo de la banda que se desplazaron por el perímetro de mi tribuna, en el sector Pacífico Golden.


Tras una presentación digna y potente, bien recibida además por el público, Yajaira asfaltó el escenario para los verdaderos teloneros de la noche: el grupo (revival) de hard rock zeppeliano Rival Sons.

Originarios del sudeste de California, la banda conformada por Jay Buchanan (vocalista), Scott Holiday (guitarra y coros), Dave Beste (bajo y coros), Mike Miley (batería) y Todd Ögren-Brooks (teclados) demostró sobradamente porqué es uno de los grupos más ovacionados del rock actual, al punto de ser considerados número de apertura en la gira final de Sabbath.


Si previo a esta presentación no era un gran seguidor de Rival Sons, admito que desde hoy comenzaré a decantarme por su discografía.

Paradójicamente, parece ser que el futuro del hard rock no está en reinventarlo, sino en revisitarlo. Testimonio de ello es el renombre alcanzado por grupos como Wolfmother, The Answer, The Winery Dogs y los propios Rival Sons, cuyos fundamentos musicales radican en el proto-metal de los '70 y en el caudal de emociones del rock clásico que no hace distinción entre mosh o baladas.


A punta de riffs gruesos y tempos de blues que recuerdan -por partes iguales- a Led Zeppelin y The White Stripes, Rival Sons engancharon fuerte con la audiencia que a eso de las 19:30 comenzaba a llenar la cancha del Nacional.

"Electric Man", "Torture", "Get What's Coming" o la más reciente "Keep On Swinging" fueron las puntas de lanza de un setlist que no se extendería por más de una hora.


La buena música siempre se agradece y Rival Sons, pese a no ser (directamente) un grupo de la línea de Black Sabbath ni tampoco demasiado conocidos por buena parte de los asistentes, se retiraron floreados del escenario a las 20:30 hrs.

Pero la jornada sería larga y objeto de todas las ansiedades el heavy metal de los originarios de Birmigham se daría nuevamente cita con su incondicional público nacional (tres a cuatro generaciones), que aún conserva en la retina y plasmada en el corazón la espléndida presentación de Heaven & Hell del 8 de mayo del 2009 en el Movistar Arena.


La acometida de Ozzy en el escenario a la hora acordada, un arsenal de luces y efectos psicodélicos en las pantallas y la campanada de riffs himnópticos del himno "Black Sabbath" sucitaron el trance hacia el año 1970, dando inicio a una retrospectiva posada sobre la primera década del conjunto.

A la siga de "Black Sabbath" continuaron "Fairies Wear Boots" (álbum Paranoid, 1970), "After Forever" (Master Of Reality, 1971) e "Into The Void" (MOR, 1971) con la modorra propia del doom metal, capaz de mesmerizar tu mente como el más agudo LSD.


Anunciando sin tapujos que el siguiente tema trataba sobre la cocaína, arremeten los riffs de "Snowblind" (Vol. 4, 1972), uno de los primeros hitos de polémica en torno a la música de Sabbath. Luego vendrían "War Pigs" (Paranoid, 1970) y el que es mi tema favorito de la banda "Behind The Wall Of Sleep" (Black Sabbath, 1970) concluído por un espléndido y demoniaco solo del maestro de maestros Tony Iommi.

Con una lucida sesión de bajo, Geezer Buttler da pie a "N.I.B." (Black Sabbath, 1970) clásico que acopla toques de psicodelia, doom y funk en un registro coreado a partir de sus "Oh yeah...". La instrumental "Rat Salad" (Paranoid, 1970) fue subterfugio perfecto para que el batero Tommy Cufletos rematara en un pasmoso solo, demostrando de que fibra está hecho.


Cufletos, a quien tuvimos oportunidad de ver por primera vez en marzo del 2011 en el Movistar Arena, como novel miembro en la renovada banda de Ozzy Osbourne, es hoy toda una eminencia tras los tarros y su estilo lejos de declinar frente al legado de Bill Ward, aporta gran vitalidad al sonido Sabbath.

No menos puede decirse de la contribución del gran Adam Wakeman en los teclados. Hijo del ilustre Rick Wakeman (miembro de los progresivos Yes), el virtusoso "Wako" genera desde su sintetizador Korg Triton las atmósferas siniestras que escoltan la voz de Ozzy.


El último tercio del concierto fue pautado por los clásicos "Hand Of Doom" (Paranoid, 1970), "Iron Man" (Paranoid, 1970), "Dirty Women" (Technical Ectasy, 1976) y "Children Of The Grave" (Master Of Reality, 1971), inyectando algunas cuotas más de dinamismo a una presentación en general letárgica.

Tras la clausura temporal, la vital "Paranoid" (1970) despidió una presentación memorable en su género que lejos de ser recordada como el cierre de un ciclo o el final de la historia de una gran banda ante su fieles sudamericanos, quedará plasmada como una captura de eternidad "...just a picture, an image caught in time..." habría sentenciado el inmortal Ronnie James Dio.


Pese a que no inventaron la rueda, Black Sabbath son el mayor pilar en la historia del heavy metal, su sonido e influencia es reconocible en lo más variados géneros y grupos (familiarizados o no directamente con el metal), siendo esencial -por ejemplo- en los primeros álbumes de Queen y Rush, en el punk flemático y pesado de Black Flag, Wipers, Flipper o D.R.I., en la música alternativa de Killing Joke o en el grunge de Nirvana, Melvins, Soundgarden, Alice In Chains y un largo etcétera.

Una banda que ha dado tanto por el rock sin habérselo jamás propuesto y cuyos principales frontman (Ozzy y Dio) pese a sus diferencias de carácter y distintas capacidades musicales, mantuvieron siempre una posición de humildad y lealtad ante el espíritu de clase obrera que encarna el metal, será por siempre señalada como ícono de una subcultura que trasciende lo propiamente musical.


La Religión del Rock Pesado no podía hacerse menos presente en esta despedida que sin pretender sonar cursis no es vista por nosotros como "el final" sino como un hasta siempre. 

Black Sabbath are the Eternal Idols.

"BLACK SABBATH"

lunes, 11 de enero de 2016

El adiós de otra leyenda


Quiso el destino que dos días después de la  celebración de su cumpleaños número 69, dejase de existir ayer el gran e inigualable David Bowie, camaleón del rock y padre del glam, quien por sí solo escribió una página importantísima en la historia de la música.

Extravagante, grandilocuente, místico y andrógino, Bowie inició su carrera en la era de la psicodelia, influenciado por músicos como Elvis Presley y su compatriota Syd Barret (Pink Floyd) desarrollando un estilo complejo que hacia avanzado los '70 podía considerarse como "art rock" o más bien una combinación de elementos progresivos, folk, pop e incluso hard rock, amalgamados bajo la ficción de Ziggy Stardust.

De cara a los '80 la música dance y el punk eran los reyes de la escena, Bowie un artista de por sí experimental combinó ambos y sentó las bases hacia nuevas fórmulas musicales clasificadas bajo cuñas como la de "post-punk", "new wave" y "rock alternativo". Tocó la gloria en el concierto Live AID (1985) y grabó clásicos junto a otros legendarios como Mick Jagger y Queen. A fines de la década se une al conjunto Tin Machine, auspiciando lo que sería el sonido del rock noventoso: denso y ecléctico, en tanto su discografía solista marcharía hacia conceptos más electrónicos, destacando álbumes como Black Tie White Noise (1993), Outside (1995) y Earthling (1997).

El pasado 8 de enero, David Bowie: infatigable músico y actor, seguido y admirado por artistas tan diversos como Bernard Summer (New Order), Patti Smith, Ian Curtis (Joy División), Marilyn Manson, Debbie Harry (Blondie), Robert Smith (The Cure), Trent Reznor (Nine Inch Nails) y el dinfunto Scott Weiland (Stone Temple Pilots), realizó el lanzamiento de su 25ava placa Black Star, última pieza de una magistral historia que no podemos dejar de venerar aquí en La Religión del Rock Pesado.


jueves, 1 de octubre de 2015

Y el show sí debía continuar... El increíble concierto de Queen y Adam Lambert en Chile


Queen es mucho más que mi banda favorita, es la banda sonora de mi vida; música que me acompaña todo el tiempo, desde mi vieja colección en discos compactos, al popurrí de pistas en mp3 que escucho a diario y a todo volume en la radio de mi auto, a través de la nube digital, en el celular, etcétera. Simplemente no imagino mi vida sin las muchas alegrías y las grandes cuotas de energía que me aportan sus clásicos, de una diversidad musical maravillosa que inició en los lejanos años '70 fusionando el art rock con el heavy metal, para luego evolucionar hacia estílos más mainstream, conservando siempre sus potentes melodías, la escencia de rock duro y una elegancia propia de los grandes conjuntos británicos. 

Tras la muerte de Mercury, no cualquiera puede calzar sus zapatos, y bien lo sabe de sobra Paul Rodgers, que acompañó el retorno de la banda entre 2005 y 2009, sin lograr la aceptación de los fans eternos, quienes como yo tampoco vieron con buenos ojos la incorporación de Lambert en 2012; un "wekereke" cualquiera, salido de un programa de talentos (Operación Triunfo) y que además es un artista pop. Pues bien, afortunadamente Brian y Roger supieron mirar mucho más alto que sus fans y esta vez no se equivocaron: Adam Lambert nos cerró la boca a muchos y el concierto de ayer -cierre de gira- vino a confirmar su desbordante potencial y carisma, muy cercano al de Freddie Mercury. Pese a que su voz no es gran cosa, su empoderamiento sobre el escenario, su capacidad de amoldarse a los diversos matices de la parrilla queenera y su actitud de divo andrógino, lo hacen un digno merecedor de su posición actual, al frente de la banda más trascendente en la historia del rock.


A nuestra llegada al Estadio Nacional, guardamos fila durante tres horas en las medianías del famoso "pilucho" entre miles de queeneros que como nosotros lucían orgullosos sus poleras con rostros de Freddie, logotipos zodiacales de la banda, referencias a presentaciones como la de Wembley '86 o las muchas portadas de los álbumes; gente de todos los estratos sociales, amantes de todos los estílos,  familias completas, adultos mayores, padres cuarentones y sus hijos veinteañeros, menores de edad, rockeros jóvenes y pelucones, otros ya viejos y calvos, sinfín de metaleros y hasta un imitador de Freddie pasaron por mi retina, agregando color a la espera.

Pasadas las 19:00 hrs se concretó el ingreso al estadio, y a esa altura ya era previsible que no menos de 20 mil almas se reunirían esa noche en torno del escenario y sus minúsculas pantallas (nimias para un recinto de tal envergadura). Pese a nuestra posición "privilegiada", en el sector VIP de cancha, la gran afluencia de fans al concierto, nos limitó en distancia a unos 14 metros del escenario, algo desalentador, pero no lo suficiente para arruinar una grata experiencia.

"Love Of My Life", fue el primer guiño de la noche a Freddie Mercury. Como en los grandes conciertos de antaño, el tema fue intepretado a dúo entre Brian y (el recuerdo de) Freddie


A las 20:00, un fabuloso telón azul con el logotipo de la era Queen II o de A Day At Races cubrió el escenario, ahogando las pistas de The Beatles, Led Zeppelin y AC/DC que se alternaron durante varios minutos, para dar luego paso al treceavo track del álbum Made In Heaven, un buen preámbulo al concierto que comenzó pasadas las 21:00 horas de la mano de "One Vision", cuyos riffs iniciales echaron abajo el telón, poniendo al decubierto a un Adam Lambert enfundado en cuero negro (al más puro estílo gay leather), a un veterano Roger Taylor luciendo gafas oscuras y una tupida barba centrada en el mentón a lo ZZ Top y al Brian May de siempre, con su prodigia cabellera dignamente encanecida.

A la cola de "One Vision", vinieron  "Another One Bites The Dust", "Fat Bottomed Girls", "Seven Seas Of Rhye", "Killer Queen" y "Crazy Little Thing Called Love", intepretados magistralmente por Lambert, quien se empoderó por completo del escenario luego de interpretar "Killer Queen" dando rienda suelta a su androginismo en un cómico sketch, recostado y abanicánsose sobre un sofá lila a la manera de Maria Antonieta o Cleopatra. Si en los años '70 y '80, las insinuaciones sexuales de Freddie Mercury apenas bordeaban el umbral de lo hilarante, lo de Adam Lambert es sin duda mucho más grotesco y chocante, transgresión invertida, pero no del todo ajena al rock 'n' roll.

"A Kind Of Magic"

Bombástico y grandilocuente, Adam Lambert no se apoca ante la magnitud de los gigantes que tiene a su lado, y a diferencia de su anterior presentación con Paul Rodgers en 2008, Brian y Roger delegan mucho más vocal y coralmente en el estrafalario cantante, quien en un momento se dirigió al público para consultar: are you in love now?, comentando que él estaba en búsqueda del amor y que tal vez alguien del público podría consolarlo, era desde luego el prólogo introductorio a otro himno: "Somebody To Love", seguido por la primera intervención de Brian con "Love Of My Life" (cantada a dúo con el fantasma de Freddie) y su clásico '39, introducido por un comentario sobre astrólogos y observatorios chilenos y finalizado con el soporte acústico de todos los músicos del combo sobre la tarima media, incluyendo al mítico Spike Edney en los teclados.

Algo se debe comentar también sobre las otras dos nuevas incorporaciones de Queen: el bajista Neil Fairclough (quién reemplazó a Danny Miranda) y el suplementario baterista Rufus Taylor, vástago del buen Roger y muy parecido físicamente a su progenitor, en sus inicios con Queen. El primero -dueño de un look muy jazzístico- demostró su cuantía en un solo de bajo que hizo ciertos guiños a la canción "Body Language" y repitió la interacción bajo-baquetas que en 2008 Roger Taylor realizó junto a Danny Miranda en el San Carlos de Apoquindo. Por su parte Rufus, si bien limita su actuar a un segundo plano como acompañamiento en percusión, tuvo un momento destacado a mitad del concierto durante "A Kind Of Magic" -cantada por Roger- y en el duelo de baterías con su viejo, dándole duro a los tarros y recordando la energía y el aspecto no sólo de Roger en los inicios de Queen, sino también al mismísimo Taylor Hawkins de Foo Fighters.

Rufus Taylor en duelo de baterías con su progenitor


Tras los segmentos instrumentales de bajo y baterías, se reincorporan Brian May y Adam Lambert para retocar los clásicos "Under Pressure" y "I Want To Break Free", seguido  de una nueva composición de Lambert titulada "Ghost Town" a la que Brian May añadió los metálicos riffs de su Red Special, dando la impresión de tratarse de otro tema de Queen. Terminada la interpretación, se atenúan las luces y  se enfocan los reflectores sobre Adam Lambert, posicionado ya sobre la tarima media para interpretar una de las canciones más emotivas de la noche: "Who Wants To Live Forever?".

Continuó el turno de Brian y su sesión solista que combina fragmentos de "Brighton Rock", "Bijou" y "Last Horizon" para desembocar finalmente en un estruendoso "Tie Your Mother Down", el tipo de canciones en las que Lambert se nota un poco más cojo, aunque volvió rápidamente a su aire con "Don't Stop Me Now". Simplemente, fabuloso.

Cubierto por un poncho, Adam Lambert intepretó "Under Pressure"

Tal batería de clásicos y su soberbia interpretación vocal e instrumental no dió respiro alguno para esperar "los mejores temas", aunque desde luego, sabemos que Queen se despide siempre con lo más graneado de su repertorio, algo que ya era predecible a la altura que interpretaron "Radio Ga Ga", momento en que decidí guardar la cámara para sumarme a la performance del público, interactúando rítmicamente con mis ídolos musicales de toda la vida.

Mi alma metalera volvió a elevarse tras el coro introductorio de "I Want It All", que con sus potentes riffs, duro toque de batería e incendiaros solos, desterró la voz de Adam Lambert hasta perderlo de vista definitivamente. A esta altura del concierto,  sólo vinieron a mi memoria las imágenes del genial videoclip de 1988 que expone a un barbón y colérico Freddie Mercury que es la quintaescencia del cantante de hard rock, elevando su voz por sobre los decibelios. Cuánto se te extraña Freddie!

Brian ejecutando la intro de "Tie Your Mother Down"


Tras un cúmulo de emociones y recuerdos reactivados en tiempo real, la guinda de la torta se presenta bajo la forma y los acordes inciales de "Bohemian Rhapsody". Iniciada tímidamente por Lambert, pero continuada -afortundamente- por una captura de Freddie hasta el solo de Brian (vestido con un traje dorado, a la usanza de los '70) que da paso al segmento operístico, apoyado por las imágenes del mítico videoclip de 1975, luego en la sesión headbanger la voz de Lambert es apoyada con un soporte del tema original, interpretado por Mercury, con quien se remata el outro. Este mismo juego se ha venido haciendo desde 1992 en el concierto de homenaje a Freddie, primero arruinaron la canción Elton John y Axl Rose, luego lo haría Paul Rodgers y en la actualidad Adam Lambert no lo hace mucho mejor. 

Despedida temporal de los músicos y reaparecen nuevamente en escena para interpretar los últimos dos clasicazos de la noche: "We Will Rock You" y "We Are The Champions". Brian nos hace los mismos honores que en 2008, vistiendo una polera con la bandera y los colores de Chile, haciéndole contraste Adam Lambert con su coronita de plástico y un conjunto de prendas bastante glamorosas, que de seguro jamás se habría colocado Freddie, pero que tal vez volverían verdes de envidia a Gary Glitter o a Boy George.

"We Will Rock You"


23:20 horas y el concierto toca su fin con la despedida de los músicos, sincronizada -como de constumbre- con un playback de la instrumental "God Save The Queen". Sólo me resta agredecer y corear infinitamente los nombres de Brian May y Roger Taylor, pues pese a todas las críticas e incomprensión que expresó en algún momento su fanaticada más ortodoxa (me incluyo), han sido ellos los responsables por mantener viva la chispa de Queen, y esperemos que de ellos derive también la próxima generación de músicos que como Adam Lambert y Rufus Taylor (de apenas 24 años) sotengan en pie el legado y el linaje de esta espectacular banda, para algunos de nosotros tan imprescindibles como la vida misma.

sábado, 16 de mayo de 2015

Long Live Ronnie James Dio!


Una mágica coincidencia quiso que el día de hoy me levantara con ganas de escuchar uno de los clásicos más amados de mi colección de cd's: el doble disco Inferno: Last In Live (1998), ignorando que hoy precisamente se cumplen cinco años del deceso del maestro Ronnie James Dio, en mi opinión -y en la de muchos- el más grande vocalista y compositor que ha dado la historia del heavy metal y en lo personal: uno de mis tres músicos favoritos, junto con Phil Lynott y Freddie Mercury.

Será este recuerdo el que impulse un nuevo comienzo para La Religión del Rock Pesado tras muchos años de receso. Hombre carismático y humilde, Dio superó la pobreza y por medio de su arte trascendió la vida misma, enfrentándola a través de metáforas como el guerrero que encara dragones o la búsqueda de un arcoiris en medio de la oscuridad: poesía en el más profundo sentido, aplicada a un género músical que en los últimos años -lamentablemente- ha perdido referentes e identidad.

jueves, 29 de enero de 2015

ᗅᗺᗷᗅ


ᗅᗺᗷᗅ es una de las pocas bandas que gustan por igual a amantes de la música ligera y del rock. Su estílo -semejante en algún punto al de artistas como Blondie, Air Supply y Bee Gees- se convirtió en estandarte de la era disco a mediado de los '70, aunque la ignición de su carrera en 1972 estuvo influenciada por el rock progresivo, el glam, el r&b, la música folk sueca y las artistas Motown de los '60 (la también llamada "música chicle") que como The Supremes y The Ronettes fueron una significativa influencia en el pop/rock y la new wave de años ulteriores. 

La banda más popular de Suecia y la segunda (detrás de The Beatles) que más discos ha vendido en el planeta, surgió de la unión artística de dos matrimonios: el conformado por Agnetha Fältskog (05.04.1950) y Björn Ulvæus (25.04.1945) y el de la noruega Anni-Frid Synni Lyngstad (11.11.1945) con Benny Andersson (16.12.1946), de las iniciales de sus nombres proviene el acrónimo ABBA (escrito ᗅᗺᗷᗅ) aunque hay quienes piensan que este es también una referencia ocultista a uno de los nombres de la divinidad en arameo.


Al momento de formar ABBA, sus miembros -con excepción de Agnetha- bordeaban los 25 y 30 años, pero de manera individual todos habían hecho música y grabado discos desde la adolescencia, logrando popularidad en su país. No fue hasta febrero de 1972 que sus destinos se unieron por primera vez de cara al Melodifestivalen de Estocolmo, en el que Björn y Benny participaron con una composición conjunta titulada "Säg det med en sång" que pese a no ganar, fue muy popular en Suecia y les abrió una senda hacia la consolidación internacional.



Con paso firme como compositores y multiinstrumentistas, Björn y Benny suman a sus parejas como cantantes y se lanzan a la conquista del mercado con nuevos éxitos como "She's my kind of Girl" y "People Need Love" que terminan incluídos en el LP debút de ABBA: Ring Ring (1973). Música pop elegante y sofisticada, interpretada a dueto por dos bellezas nórdicas (que parecen salidas del coro celestial) se compacta en cada uno de los 12 temas del disco, cuyas referencias sónicas apuntan a artistas de primer nivel como Sinatra, Elvis, The Beach Boys, The Beatles, The Carpenters, Mamas & The Papas y la cantata melódica del norte de Europa, impregnada del espíritu y alta sensibilidad germánica.

Al año siguiente, incursionan por primera vez en la música disco con temas como "Dance (While the music still goes On)" y "Hasta Mañana" pero es el rock liviano de "Waterloo" el que se lleva los laureles y da nombre a su segundo disco, en mi opinión: el mejor de su carrera junto con Arrival (1976) y Super Trouper (1980). Al igual que ocurriera con The Beatles, a ABBA sólo le llevó diez años convertirse en la banda más emblemática de su generación, entre 1972 y 1982 tuvieron el mundo a sus pies y lograron que cada uno de sus ocho discos vendiera no menos de cuarenta millones de copias, colocando de forma simultánea varios singles a la cabeza de los charts y en el top 1 de  las radios y discoteques. El rompimiento amoroso de las dos parejas y el fin de la amistad entre sus miembros, marca también el ocaso de su música.

La gélida Suecia es célebre por su Estado de Bienestar (orden político-económico), sus autos Volvo, los teléfonos Ericsson, la industria siderúrgica y el potencial de su gente, fuente de una de las sociedades más ejemplares y cívicas de Europa y del mundo entero. No es de extrañar en tanto que cuatro jóvenes locales se convirtieran en su segundo mayor producto de exportación (detrás de Volvo) y volvieran a fijar nuestra vista en tierras de los vikingos, antaño conquistadores del mundo por medio de sus drakkars y en los '70 y '80 a través del encanto y de la magia de temas como "SOS", "Knowing Me, Knowing You", "Dancing Queen", "Thank You For The Music", "Eagle", "Voulez Vous", "Chiquitita", "The Winner Takes It All", "Lay All Your Love On Me" y "Head Over Heels", que bailados -en su tiempo- por nuestros padres, hoy son versionados por bandas de metal melódico y grupos de indie pop.

lunes, 19 de enero de 2015

Discos Memorables: Triana - El Patio (1975)


Triana fue la banda más fundamental del rock español en la década de los '70. Su estílo único -y complejo- mezcla de rock progresivo, guitarras flamencas, bulerías y enigmáticas composiciones, posicionó a los sevillanos en las primeras listas de su país y como uno de los conjuntos más emblemáticos del rock en nuestro idioma.

Tras la disolución de algunos conjuntos locales, el año '73 Jesús de la Rosa (voz, bajo y teclados), Eduardo Rodríguez Rodway (guitarras) y Juan José Palacios, alias "Tele" (batería) unen sus virtudes instrumentales y dan forma a un nuevo concepto musical, que reflota la importancia del flamenco y de la tradición morisco-andaluza, mezclándolas con la influencia anglo de conjuntos como Pink Floyd, Led Zeppelin, Gong, King Crimson, ELP y Camel. Producto de aquella inspiración surge la mejor etapa de Triana, registrada en sus tres primeros discos: El Patio (1975), Hijos del Agobio (1977) y Sombra y Luz (1979), además de los fundamentos de una nueva escena: el "rock andalúz", de la que tomarán partido bandas como Alameda, Luis Cobo y los hard rockeros Medina Azahara. 

El giro que dieron Triana al rock progresivo en España, es equivalente a lo hecho por Los Jaivas en Chile con la fusión andina o a la escena del prog italiano de los '70, que engendró un fenómeno único y maravilloso del cual fueron protagonistas conjuntos como Ill Balleto Di Bronzo, Premiata Forniera Marconi, Banco del Mutuo Socorro y Le Orme, que tenían la particularidad de cantar en el propio idioma e inyectar a la mezcla elementos de la música tradicional y docta. Fueron estos los años dorados del rock o una era colmada de creatividad, donde el sentido de la música era comprendido como el "puro arte" de la identidad.


Si bien no cabe duda de que la mejor etapa de Triana es la que comprende sus tres primeros discos, en mi opinión y la de muchos El Patio de 1975 viene a ser (además del debút) la obra maestra de los sevillanos, el inicio de una búsqueda y la consecución de un estílo propio que hecha raíces en la magia del sur de España: la mítica Al-Andalúz. Jesús de la Rosa compuso casi en su totalidad las letras del disco, soportado por un sólida base instrumental, donde la percusión de "Tele" entreteje pasajes con los teclados y las guitarras españolas de Edu Rodríguez, asistidas de vez en cuando por los riffs eléctricos de Antonio García de Diego, músico de estudio y futuro compañero de giras de Joaquín Sabina.

Cada uno de los siete temas de El Patio son una invitación a lo más recónditos pasajes del subconsciente y a un mundo de arquetipos olvidados pero aún latentes, impregnados en la rica tradición andaluza, mezcla de épica medieval, poesía e imaginario islámico. La apertura de 9 minutos titulada "Abre la Puerta" (el gran clásico de Triana) nos viste de fantasmas danzantes para recorrer cada rincón de sus letras, entre patios de luz, mosaicos, ventanas floreadas, estrechos bazares, antiguas mezquitas, castillos, ríos y montañas, todo en una psicodélica declaración de amor.

"En el Lago", "Sé de un lugar", "Recuerdos de una Noche" y "Diálogo" son también sentidos poemas de amor, cargados de metáforas que transmiten las nostalgias y añoranzas de un apasionado y a la vez tímido Jesús de la Rosa, mientras que "Luminosa Mañana" (la canción más mística e introspectiva del álbum) da la impresión de ser un tema póstumo o la despedida del compositor, al más puro estílo de "Un Beso y una Flor" de Nino Bravo, como si de la Rosa hubiera presentido su desafortunado desenlace nueve años más tarde.

jueves, 15 de enero de 2015

Gato Inmortal


A 12 años de la muerte de Eduardo "Gato" Alquinta, tributamos su memoria en LRDRP, recordándolo como el más grande ícono del rock nacional. 

La voz de Los Jaivas -quien hoy tendría 70 años- llevó a lo más alto la música de nuestro país, compactando una maravillosa fusión de música andina y latinoamericana con rock progresivo, poesía, sangre mestiza y alma hippie, que calza muy bien en la descripción que los propios Jaivas hicieron alguna vez de su música: "una cruza entre Violeta Parra y Jimi Hendrix". Gran compositor y frontman, el Gato Alquinta fue trovador de vida y mensajero de libertad, un guerrillero sin más armas en las manos que la guitarra eléctrica, el charango, la quena y la trutruca, instrumentos con los cuales hizo gala de lo propio y lo adoptó a lo universal.

Sobre Los Jaivas, una de mis bandas favoritas, escribiré mucho más en el futuro, pero hoy sólo bastan estas pocas líneas para recordar y conectarse con el más grande músico, compositor y frontman de la historia musical chilena, el porteño que conquistó las Alturas del Machu Picchu (1981) y cantó a los mil vientos que es un hijo de esta tierra.

domingo, 4 de enero de 2015

Philip Parris Lynott


Arrancamos el 2015 en La Religión del Rock Pesado, con el recuerdo de uno de los más grandes íconos de Irlanda, mi músico favorito y alma de Thin Lizzy, quien colgó el bajo un día como hoy hace ya 29 años.

La mitad de mi vida he sido fan de Thin Lizzy, sobre la banda y sobre su impar frontman he escrito varias columnas para blogs e e-zines, algunas que no llegaron a ser publicadas. Pienso que Lynott es uno de los músicos más completos en la historia del rock: sensible, culto, inteligente, poético y a la vez un rockstar peligroso y autodestructivo, rara mezcla que al final de sus días resultó ser contraindicativa.

Como muchos de sus contemporáneos, Lynott glorificaba al más grande músico de color de la historia: Jimi Hendrix y los Stones eran su influencia de cabecera, también es manifiesto que sus composiciones (tanto lo que desarrolló en Thin Lizzy como en solitario) fueron muy deudoras de Bob Dylan y Van Morrison, vale decir de aquella veta poética del rock que en el caso de los primeros tres álbumes de Thin Lizzy nos sumerge en los más profundos arquetipos irlandeses, en el apego por la tierra y la tradición cristiano-celta. Sólo me basta escuchar canciones como "Dublín" y "Old Town" para compenetrarme con el Phil Lynott más auténtico, uno que emociona hasta las lágrimas.

Sin necesidad de explayarme mucho más, comparto con ustedes vida, obra y curiosidades del gran Phil Lynott en un especial foto-biográfico.

lunes, 29 de diciembre de 2014

Ramones 4EVER


2014 fue el año en que se completó lo que algunos llaman la "maldición de The Ramones", en julio de este año falleció el último de sus miembros fundadores: el batero Tommy Ramone, víctima de un cáncer al igual que sus compañeros Joey y Johnny. La banda pionera del punk es ahora un recuerdo, aunque  muy vigente por lo demás en la cultura pop y en el inconsciente colectivo. Cada vez son más las personas de todas las edades que lucen poleras con el célebre logo, y en la música no son pocos los nuevos conjuntos que como Vivian Girls, Arcade Fire y Teenage Bottlerocket, captan jóvenes audiencias reproduciendo los enérgicos beats de The Ramones desde muy diversas aristas musicales.

Ramones son los Stones neoyorkinos que reverenciaremos por siempre, simples y efectivos, ruidosos y divertidos, una banda influyente como pocas que pese a no triunfar como merecían en su propia patria, cosechó éxitos en el mundo entero, llenaron estadios en lugares tan lejanos como Japón, Brasil y Argentina e irradiaron su sonido a un amplio espectro de artistas que van desde la new wave al thrash metal, por lo conocido bandas tan diversas como U2, Buzzcocks, NOFX, Black Flag, Pixies, Sex Pistols, Beastie Boys, Garbage, Motörhead, Red Hot Chili Peppers, Green Day, Foo Fighters, Cro-Mags, Pearl Jam, Propaghandi, Six Feet Under, The Offspring, Soundgarden, Faith No More, Metallica, Bad Religion, The Clash, etcétera.

Hoy los queremos recordar en LRDRP, repasando brevemente la biografía de sus integrantes originales.


JOHNNY RAMONE 
(8 Oct 1948 - 15 Sep 2004)


John William Cummings fue el líder indiscutido de The Ramones, un tipo de carácter fuerte y cara de pocos amigos. La parquedad de Johnny mantuvo unida a la banda durante 22 años, sobreponiéndose a la volátil personalidad de Joey y a las disfuncionalidades de Dee Dee. Johnny es en gran medida el responsable del concepto de la banda, artífice del republicano logo y de la uniformidad -cuasi militarizada- que representaba la estética de chaquetas negras, bluejeans y cortes de pelo beatleanianos que inmortalizó a Ramones a fines de los '70.

Este fanático de Elvis Presley -a quién dedicó una habitación entera con su colección de discos y objetos- emergió de los suburbios del Bronx, transformando paulatinamente su carácter pendenciero en dotes de liderazgo, gracias a él Ramones pasó a ser de una banda de amigos a una empresa, destacada por todo, menos por sus relaciones interpersonales.

Curiosamente, Johnny contradijo todos los clishés punk: era un destacado conservador, fiel al partido Republicano y acérrimo del presidente George W. Bush. Aún así, fue y será siempre uno de los integrantes más admirados y queridos de The Ramones, al extremo que -por ejemplo- el británico Morrisey declaró que desea ser sepultado al lado de los restos de Johnny, quien pese a su reconocido malhumor, tuvo grandes amigos y seguidores como Lemmy (Motörhead), Eddie Vedder (Pearl Jam) y Joe Strummer (The Clash). 

La historia negra de The Ramones, destaca sobremanera sus tendencias políticas de ultraderecha y el hecho de que le levantó la novia a Joey (Linda Ramone) y terminó casado con ella, socavando el orgullo de su ex amigo y destruyendo todas las cordialidades en la banda, sin embargo Johnny fue el elemento racional y el cemento que unificó a un grupo de junkies que de no haber contado con su presencia, habría terminado como otros tantos grupos del medio: disueltos y olvidados luego de un par de años.


JOEY RAMONE 
(19 May 1951 - 15 Abr 2001)


Jeffrey Ross Hyman fue el alma romántica de The Ramones, dueño de una sensibilidad un tanto más hippie que punky y compositor de las grandes baladas como "I Want Around You", "She's the One" y "She talks to Rainbows" entre muchas otras. Se decía de Joey que era demasiado tímido, retraído, enfermizo y paranoico, un verdadero niño en el cuerpo de un gigante de dos metros de altura, afectado por el síndrome de Marfan (causal de su físico desgarbado), cabello largo y unas gafas de sol que jamás se quitaba.

En cuanto a tendencias políticas, Joey era la contraparte del "facho" Johnny, quien tras robarle a su novia Linda en los '80, se convirtió en su enemigo (dedica a Johnny el tema "The KKK took my baby Away": "El Ku Klux Klan se llevó a mi novia lejos"), luego de ello jamás volvió a tener una relación sólida con ninguna mujer. Joey se reconocía así mismo como demócrata, liberal y pacifista y como todo buen judío de Nueva York, en sus últimos años mostró interés también por la política norteamericana en Medio Oriente.

Fanático por partes iguales del espiritual John Lennon y del irreverente Mick Jagger, la vida y obra de Joey Ramone exhibió todo tipo de contradicciones, pese a que su impronta de rockero no desterró del todo su gusto por la música pop y las palpables influencias de artistas como The Ronettes, The Beach Boys y The Troggs, exhibidas ampliamente en el álbum de 1980 The End Of Century (producido por el legendario Phil Spector). En su rol de frontman, reconció también las influencias de Alice Cooper, Iggy Pop y Jim Morrison.

Joey fue el primer Ramone en fallecer el año 2001, afectado por un linfoma. Por lejos el integrante más querido y tributado de la banda. U2, Blondie, Brant Bjork, Helen Love y otros tantos conjuntos le han dedicado temas póstumos.


DEE DEE RAMONE
(18 Sep 1951 - 5 Jun 2002)


Douglas Gleen Colvin, no hay duda que caiga, fue el tipo más divertido, creativo, arrebatado y  junkie de The Ramones, un punky por excelencia además de principal compositor del cuarteto neoyorkino. En cuanto a géneros, Dee Dee fue quien optó por adaptar las influencias más tóxicas, destacando la música de artistas como New York Dolls, The Stooges y MC5.

Se comenta que llevaba por el mal camino al influenciable Joey y que su descontrol, despilfarro y anarquista existencia tendían a desesperar al rígido Johnny, aún así Dee Dee se las arreglaba para hacer lo que quería y sus canciones inspiradas en una vida peligrosa, llena de drogas, amores psicópatas, peleas de bar y problemas con la autoridad, lograban ser -en apenas un par de estrofas muy repetitivas- la esencia misma de The Ramones.

Dee Dee murió como vivió: reventado en drogas. Una sobredósis de heroína terminó con sus días en junio de 2002. La muerte de Joey, un año antes, lo había deprimido al punto de agudizar su dependencia a las drogas duras. En 1989 Dee Dee fue desvinculado de The Ramones por el propio Johnny, aburrido de sus escándalos, impuntualidades y falta de compromiso con la banda, aquello dió pauta para que experimentara nuevas aventuras en solitario, primero bajo el apelativo de "Dee Dee King", mezclando rock con rap y luego acompañado de distintas formaciones, entre las que destaca The Ramainz, un tributo a sus propias creaciones en compañía del incombustible batero Marky Ramone y de su última novia, la argentina Barbara Zampini.


TOMMY RAMONE
(29 Ene 1952 - 11 Jul 2014)


Nacido en Hungría y de orígen judío, Tamas Erdélyi fue el baterista inicial de The Ramones, un sujeto cuyo único pecado fue no caer en gracia al complicado Johnny, quien se las arregló para sacarlo en 1978. Pese a no ser un gran baterista, Tommy instauró el sonido de The Ramones (y de rebote, de todo el punk), basado fundamentalmente en el ritmo de los tarros, constituyendo una base que suena de continuo tema a tema, especialmente durante los conciertos.

Tommy vuelve a relacionarse con The Ramones en 1984, como productor de su octava placa Too Tought to Die, pero no logra trascender a la siguiente ni ganarse la confianza del acerbo Johnny. Más allá de sus innovaciones en la batería, sus aportes también son valorados en el terreno compositivo, siendo el autor de clásicos como "I Wanna Be Your Boyfriend" y del hímno ramoniano "Blitzkrieg Bop".

Tommy perdió en junio de este año una larga batalla contra el cáncer biliar. Como cuarto miembro de los Ramones originales, su muerte marca el fin de la leyenda.


LOS OTROS RAMONES

Marky Ramone (15 Jul 1956): Tras la presionada salida de Tommy, llega en su reemplazo Mark Steven Bell, un batero proveniente del mundo del hard rock, miembro del power trío Dust. Marky será el batero más omnipresente en la historia de The Ramones, un músico de gran nivel que tuvo que amoldarse al estílo punk y a las pocas cualidades musicales de sus compañeros. En los últimos diez años, Marky ha sacado partido y obtenido buenos réditos al hecho de haber sido un "Ramone", tocando los clásicos del conjunto  en escenarios de todo el planeta, acompañado de incontables artistas, entre ellos el genial Andrew W.K.

Marky tuvo trayectoria de sobra, para ser reconocido como "el último Ramone vivo", hoy por hoy es la llama olímpica que mantiene vigente el espíritu de los neoyorkinos.

CJ Ramone (8 Oct 1965): Cristopher Joseph Ward, fue el reemplazo de Dee Dee en los '90, un chico con gran potencial que tocaba bien el bajo, cantaba fuerte en los coros y recordaba en algo la actitud indómita del gran Dee Dee, sin embargo, pese a todo, no fue más que un reemplazo y Johnny se lo hizo notar.

Richie Ramone (11 Ago 1957): A mediados de los '80 -cuenta la leyenda- Johnny se aburrió de Marky por sus reiterados problemas con la bebida, despidiéndolo de la banda y realizando inmediato un casting que arrojó desde el anonimato a Richard Reinhardt, en adelante "Richie Ramone". Richie era un sujeto fornido y de buena apariencia que además le daba duro a los tarros y tenía una elegancia que robaba protagonismo, tal vez por esa misma razón Johnny terminara presionando su salida, la que a su vez fue aprovechada por Marky para regresar y ya nunca más dejar de ser un Ramone.

martes, 23 de diciembre de 2014

Rock Scene: Revive la energía de los '70 y '80


No sólo de vinilos, cds, dvds y blue rays vive el rockero y yo que soy uno más de la camada me considero un completo fetichista, para quien las revistas especializadas (llámense Rock Hard, Rolling Stone, Metal Hammer, Classic Rock, Kerrang!, Blender, etcétera) son también objetos de culto, y mientras más viejas mejor, porque tienen ese algo "vintage" que me encanta, además que me facilitan ojear fotografías de Debbie Harry, Joan Jett, Chrissie Hynde o Pat Benatar de como lucían hace tres décadas o viajar en el tiempo a los años en que bandas como Queen, Kiss, Ramones, Alice Cooper y David Bowie aún no habían quemado todos sus cartuchos, lo cual es una experiencia por lo bajo interesante.

Hoy por hoy las revistas antiguas son objetos realmente valorados y caros por su limitada oferta, tampoco en internet es muy factible encontrarlas. Por esta razón me sorprendí gratamente cuando descubrí que la revista americana Rock Scene (en la actualidad una e-zine) comparte en el siguiente link todos sus números publicados entre marzo de 1973 y enero de 1982. Todo un museo online, para los amantes del rock clásico.

Choose Your Language

traductor para el blog blogger web

Blog Archive