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martes, 21 de junio de 2016

Los nuevos Rainbow hicieron su debut en el Monsters Of Rock de Alemania

Jens Johansson (Teclados), Robert Curiano (Bajo), Ritchie Blackmore (Guitarra), David Keith (Batería) y Ronnie Romero (Voz)

Las presentaciones de Rainbow los días 16 y 18 de junio en Alemania, no sólo deben ser consideradas como el regreso de esta mítica banda a los grandes escenarios tras 19 años de receso, es también el regreso de Ritchie Blackmore al rock, interpretando una vez más aquellos potentes clásicos con los que hizo historia en la década de los '70 y '80 y es también -porque no decirlo- un motivo de orgullo chauvinista para la camada metalera chilena, pues quien está hoy al frente de la banda es nada menos que uno de nosotros: Ronnie Romero, joven músico que en 2009 exportó su calidad vocal a Europa.

14 fueron los temas tocados por la banda en las locaciones de Lorelei y Stuttgart. Un compendio de clásicos como "Stargazer", "Man On The Silver Mountain", "Mis Mistread" y "Since You Been Gone" interpretados a la par con piezas de Deep Purple: Highway Star", "Perfect Strangers", "Child In Time", "Black Night" y "Smoke On The Water".

Si Ronnie Romero es realmente una combinación entre Ronnie James Dio y Freddie Mercury (al decir de Ritchie Blackmore) podrás constatarlo analizando alguno de los siguientes videos, captados por los asistentes al MOR.

jueves, 31 de marzo de 2016

Queen: A Night In Bohemia estrenará en los cines chilenos


Son a mi juicio la banda más épica en la historia del rock, constatación de ello es que tras 24 años seguimos lamentando la pérdida de Freddie Mercury y recordando al Queen de sus mejores días.

Cierto es que los conciertos de Wembley en el '86 y Live AID son las presentaciones más simbólicas que se rememoran del Queen ochentero, aunque su paso por Argentina en el '81, Milton Keynes en el '82 y en Budapest en el '86 fueron aún más incendiaros. La magia de sus directos radica esencialmente en que son los padres del rock de estadio, una virtud que unía música, escenografía, iluminación y desde luego el carisma desbordante de Mercury, aprendiz aventajado de Liberace y Liza Minelli, quien como ninguno adoptó las virtudes del teatro y de la ópera fusionándolas con la música popular, para darle al rockero una experiencia propia de las bellas artes integradas.

Más todo lo que Queen logró desatar sobre los escenarios del mundo en los '80, fue cosecha de un semillero de conciertos como Live At The Rainbow Theatre (1974) y Live At The Hammersmith Odeon (1975), cuando la banda aún no desplegaba a la categoría de leyendas, pero poseía de sobra todos los elementos para congratularse en esa posición; el alquimista y andrógino Mercury jugaba en esos años con el contraste del blanco y el negro en las vestimentas del conjunto y en sus propios arlequines, como a su vez oscilaba la banda entre los melosos matices del art rock y la furia del temprano heavy metal: una combinación tan mágica pero a la vez distinta de la colorida propuesta de la siguiente década.

Es a esos primeros Queen que el filme y documental Queen: A Night In Bohemia pretende inmortalizar, enfocándose en la presentación de 1974 en el Hammersmith Odeon Stadium. En Chile la filmación será exhibida los días 5 y 9 de mayo en las salas de Cinemark Vespucio, Las Condes, Plaza Oeste, Tobalaba, Portal Ñuñoa, Marina Arauco, Open Rancagua, Iquique y Plaza Mirador en Concepción. Oportunidad única para viajar en el tiempo y encontrarse de frente con una página dorada en la biblia del rock.

viernes, 18 de marzo de 2016

El nuevo lineup de Ritchie Blackmore’s Rainbow


Lo que ves es la primera foto oficial de la actual formación de Rainbow, compuesta por el legendario guitarrista Ritchie Blackmore, el tecladista Jens Johansson (Stratovarius), el bajista Bob Nouveau y el batero David Keith (ambos miembros de Blackmore's Night) junto al  joven cantante chileno Ronnie Romero (Lords Of Black), quien asumió la misión de calzar los zapatos de precursores tan icónicos como Ronnie James Dio, Graham Bonnet y Joe Lynn Turner, aunque le corona el mérito de haber sido elegido por fallo del propio Ritchie Blackmore quien declaró tiempo atrás que la voz de Romero es una perfecta combinación entre los estilos de Dio y Freddie Mercury.
 
Los Rainbow del 2016 ofrecerán tres conciertos en junio y por el momento no tienen previsto tocar fuera de Inglaterra. Tanteo de terreno desde luego, para lo que podría llegar a ser el regreso a los grandes escenarios de uno de los conjuntos pioneros del heavy metal, antesala de subgéneros como el metal progresivo, la NWOBHM, el metal neo-clásico y el power metal melódico. Ritchie Blackmore por su parte continúa insistiendo que este proyecto sólo es una pausa temporal en su carrera con Blackmore's Night para aplacar nostalgias reinterpretando viejas canciones junto a nuevos y viejos amigos.

lunes, 14 de marzo de 2016

Deep Purple avanzan en su 20ava placa


Los padres del heavy metal vienen trabajando hace dos meses en un estudio de Nashville en lo que serán los temas de su próximo disco: sucesor de Now What? del 2013, álbum que terminara dedicado al gran Jon Lord.
 
Roger Glover comentó recientemente en Facebook: "Trece días de pre-producción y trece días de grabación en el estudio. Trece afortunados días, porque tenemos trece canciones completas, a excepción de las voces. ¿Coincidencia? ¿Cuántas terminarán finalmente en el disco? Es difícil de decir todavía... Quizás todas, quizás ninguna".

sábado, 12 de marzo de 2016

Veteranos del prog-rock itálico PFM tocarán por vez primera en Chile


Premiata Forneria Marconi (PFM) es uno de los conjuntos íconos del progressivo italiano de los años '70, la banda de mayor proyección internacional junto con Le Orme y Banco del Mutuo Soccorso, líderes de un movimiento muy vasto y relevante que a nivel local replicaba las influencias de conjuntos británicos como Yes, Genesis, Pink Floyd, Camel y King Crimson, fusionándolas con el folclore y la música docta italiana. Es la misma fórmula que al otro lado del mundo grupos muy innovadores como Los Jaivas y Congreso o Sui Generis y Vox Dei replicaron en Chile y Argentina respectivamente.
 
Este 4 de mayo PFM se presentarán por vez primera en Chile, en el Teatro Corpartes de Las Condes. Una oportunidad única de reencontrarse con uno los pasajes más hermosos en la historia del rock: músicos perfeccionistas haciendo música perfecta, lo que no equivale al tecnicismo vacío de algunas bandas "modernas".
 
Valor Entradas
$ 22.400 - $ 67.200

miércoles, 9 de marzo de 2016

Rush se retira de los escenarios


"La banda que si o si debes ver tocar en vivo antes de morir", así definiría yo una parte importante del legado musical de Rush. Tristemente el guitarrista Alex Lifeson confirmó en las últimas horas que el trío pondrá fin a sus directos, debido a los problemas físicos que aquejan desde hace un buen tiempo al baterista Neil Peart y que presionan su decidido retiro.
 
Una muy lamentable noticia, pues más allá de cualquier optimismo Neil Peart es un virtuoso tan irremplazable que cualquier aventura que Alex Lifeson y Geddy Lee decidan emprender en el futuro sin él no merecerá llevar el nombre Rush al igual que -por ejemplo- Led Zeppelin no pudo continuar adelante sin John Bonham. La magia de Rush radica en la sinergia de tres grandes elementos.

sábado, 5 de marzo de 2016

Dream Theater tributa a Pink Floyd con Wish You Were Here


Los célebres metaleros progresivos, dejaron de lado una vez más los vatios para regalarnos este nuevo cover de sus amadísimos Pink Floyd, a quienes han dedicado presentaciones completas, como la de Dark Side Of The Moon del año 2005.
 
Por estos días la banda liderada por John Petrucci, John Myung y James Labrié se encuentra promocionando su décimo tercer elepé The Astonishing, a la que se adjunta un videojuego (en la tradición iniciada varios años atrás por grupos como Queen y Iron Maiden) para PC y teléfonos inteligentes.
 

jueves, 1 de octubre de 2015

Y el show sí debía continuar... El increíble concierto de Queen y Adam Lambert en Chile


Queen es mucho más que mi banda favorita, es la banda sonora de mi vida; música que me acompaña todo el tiempo, desde mi vieja colección en discos compactos, al popurrí de pistas en mp3 que escucho a diario y a todo volume en la radio de mi auto, a través de la nube digital, en el celular, etcétera. Simplemente no imagino mi vida sin las muchas alegrías y las grandes cuotas de energía que me aportan sus clásicos, de una diversidad musical maravillosa que inició en los lejanos años '70 fusionando el art rock con el heavy metal, para luego evolucionar hacia estílos más mainstream, conservando siempre sus potentes melodías, la escencia de rock duro y una elegancia propia de los grandes conjuntos británicos. 

Tras la muerte de Mercury, no cualquiera puede calzar sus zapatos, y bien lo sabe de sobra Paul Rodgers, que acompañó el retorno de la banda entre 2005 y 2009, sin lograr la aceptación de los fans eternos, quienes como yo tampoco vieron con buenos ojos la incorporación de Lambert en 2012; un "wekereke" cualquiera, salido de un programa de talentos (Operación Triunfo) y que además es un artista pop. Pues bien, afortunadamente Brian y Roger supieron mirar mucho más alto que sus fans y esta vez no se equivocaron: Adam Lambert nos cerró la boca a muchos y el concierto de ayer -cierre de gira- vino a confirmar su desbordante potencial y carisma, muy cercano al de Freddie Mercury. Pese a que su voz no es gran cosa, su empoderamiento sobre el escenario, su capacidad de amoldarse a los diversos matices de la parrilla queenera y su actitud de divo andrógino, lo hacen un digno merecedor de su posición actual, al frente de la banda más trascendente en la historia del rock.


A nuestra llegada al Estadio Nacional, guardamos fila durante tres horas en las medianías del famoso "pilucho" entre miles de queeneros que como nosotros lucían orgullosos sus poleras con rostros de Freddie, logotipos zodiacales de la banda, referencias a presentaciones como la de Wembley '86 o las muchas portadas de los álbumes; gente de todos los estratos sociales, amantes de todos los estílos,  familias completas, adultos mayores, padres cuarentones y sus hijos veinteañeros, menores de edad, rockeros jóvenes y pelucones, otros ya viejos y calvos, sinfín de metaleros y hasta un imitador de Freddie pasaron por mi retina, agregando color a la espera.

Pasadas las 19:00 hrs se concretó el ingreso al estadio, y a esa altura ya era previsible que no menos de 20 mil almas se reunirían esa noche en torno del escenario y sus minúsculas pantallas (nimias para un recinto de tal envergadura). Pese a nuestra posición "privilegiada", en el sector VIP de cancha, la gran afluencia de fans al concierto, nos limitó en distancia a unos 14 metros del escenario, algo desalentador, pero no lo suficiente para arruinar una grata experiencia.

"Love Of My Life", fue el primer guiño de la noche a Freddie Mercury. Como en los grandes conciertos de antaño, el tema fue intepretado a dúo entre Brian y (el recuerdo de) Freddie


A las 20:00, un fabuloso telón azul con el logotipo de la era Queen II o de A Day At Races cubrió el escenario, ahogando las pistas de The Beatles, Led Zeppelin y AC/DC que se alternaron durante varios minutos, para dar luego paso al treceavo track del álbum Made In Heaven, un buen preámbulo al concierto que comenzó pasadas las 21:00 horas de la mano de "One Vision", cuyos riffs iniciales echaron abajo el telón, poniendo al decubierto a un Adam Lambert enfundado en cuero negro (al más puro estílo gay leather), a un veterano Roger Taylor luciendo gafas oscuras y una tupida barba centrada en el mentón a lo ZZ Top y al Brian May de siempre, con su prodigia cabellera dignamente encanecida.

A la cola de "One Vision", vinieron  "Another One Bites The Dust", "Fat Bottomed Girls", "Seven Seas Of Rhye", "Killer Queen" y "Crazy Little Thing Called Love", intepretados magistralmente por Lambert, quien se empoderó por completo del escenario luego de interpretar "Killer Queen" dando rienda suelta a su androginismo en un cómico sketch, recostado y abanicánsose sobre un sofá lila a la manera de Maria Antonieta o Cleopatra. Si en los años '70 y '80, las insinuaciones sexuales de Freddie Mercury apenas bordeaban el umbral de lo hilarante, lo de Adam Lambert es sin duda mucho más grotesco y chocante, transgresión invertida, pero no del todo ajena al rock 'n' roll.

"A Kind Of Magic"

Bombástico y grandilocuente, Adam Lambert no se apoca ante la magnitud de los gigantes que tiene a su lado, y a diferencia de su anterior presentación con Paul Rodgers en 2008, Brian y Roger delegan mucho más vocal y coralmente en el estrafalario cantante, quien en un momento se dirigió al público para consultar: are you in love now?, comentando que él estaba en búsqueda del amor y que tal vez alguien del público podría consolarlo, era desde luego el prólogo introductorio a otro himno: "Somebody To Love", seguido por la primera intervención de Brian con "Love Of My Life" (cantada a dúo con el fantasma de Freddie) y su clásico '39, introducido por un comentario sobre astrólogos y observatorios chilenos y finalizado con el soporte acústico de todos los músicos del combo sobre la tarima media, incluyendo al mítico Spike Edney en los teclados.

Algo se debe comentar también sobre las otras dos nuevas incorporaciones de Queen: el bajista Neil Fairclough (quién reemplazó a Danny Miranda) y el suplementario baterista Rufus Taylor, vástago del buen Roger y muy parecido físicamente a su progenitor, en sus inicios con Queen. El primero -dueño de un look muy jazzístico- demostró su cuantía en un solo de bajo que hizo ciertos guiños a la canción "Body Language" y repitió la interacción bajo-baquetas que en 2008 Roger Taylor realizó junto a Danny Miranda en el San Carlos de Apoquindo. Por su parte Rufus, si bien limita su actuar a un segundo plano como acompañamiento en percusión, tuvo un momento destacado a mitad del concierto durante "A Kind Of Magic" -cantada por Roger- y en el duelo de baterías con su viejo, dándole duro a los tarros y recordando la energía y el aspecto no sólo de Roger en los inicios de Queen, sino también al mismísimo Taylor Hawkins de Foo Fighters.

Rufus Taylor en duelo de baterías con su progenitor


Tras los segmentos instrumentales de bajo y baterías, se reincorporan Brian May y Adam Lambert para retocar los clásicos "Under Pressure" y "I Want To Break Free", seguido  de una nueva composición de Lambert titulada "Ghost Town" a la que Brian May añadió los metálicos riffs de su Red Special, dando la impresión de tratarse de otro tema de Queen. Terminada la interpretación, se atenúan las luces y  se enfocan los reflectores sobre Adam Lambert, posicionado ya sobre la tarima media para interpretar una de las canciones más emotivas de la noche: "Who Wants To Live Forever?".

Continuó el turno de Brian y su sesión solista que combina fragmentos de "Brighton Rock", "Bijou" y "Last Horizon" para desembocar finalmente en un estruendoso "Tie Your Mother Down", el tipo de canciones en las que Lambert se nota un poco más cojo, aunque volvió rápidamente a su aire con "Don't Stop Me Now". Simplemente, fabuloso.

Cubierto por un poncho, Adam Lambert intepretó "Under Pressure"

Tal batería de clásicos y su soberbia interpretación vocal e instrumental no dió respiro alguno para esperar "los mejores temas", aunque desde luego, sabemos que Queen se despide siempre con lo más graneado de su repertorio, algo que ya era predecible a la altura que interpretaron "Radio Ga Ga", momento en que decidí guardar la cámara para sumarme a la performance del público, interactúando rítmicamente con mis ídolos musicales de toda la vida.

Mi alma metalera volvió a elevarse tras el coro introductorio de "I Want It All", que con sus potentes riffs, duro toque de batería e incendiaros solos, desterró la voz de Adam Lambert hasta perderlo de vista definitivamente. A esta altura del concierto,  sólo vinieron a mi memoria las imágenes del genial videoclip de 1988 que expone a un barbón y colérico Freddie Mercury que es la quintaescencia del cantante de hard rock, elevando su voz por sobre los decibelios. Cuánto se te extraña Freddie!

Brian ejecutando la intro de "Tie Your Mother Down"


Tras un cúmulo de emociones y recuerdos reactivados en tiempo real, la guinda de la torta se presenta bajo la forma y los acordes inciales de "Bohemian Rhapsody". Iniciada tímidamente por Lambert, pero continuada -afortundamente- por una captura de Freddie hasta el solo de Brian (vestido con un traje dorado, a la usanza de los '70) que da paso al segmento operístico, apoyado por las imágenes del mítico videoclip de 1975, luego en la sesión headbanger la voz de Lambert es apoyada con un soporte del tema original, interpretado por Mercury, con quien se remata el outro. Este mismo juego se ha venido haciendo desde 1992 en el concierto de homenaje a Freddie, primero arruinaron la canción Elton John y Axl Rose, luego lo haría Paul Rodgers y en la actualidad Adam Lambert no lo hace mucho mejor. 

Despedida temporal de los músicos y reaparecen nuevamente en escena para interpretar los últimos dos clasicazos de la noche: "We Will Rock You" y "We Are The Champions". Brian nos hace los mismos honores que en 2008, vistiendo una polera con la bandera y los colores de Chile, haciéndole contraste Adam Lambert con su coronita de plástico y un conjunto de prendas bastante glamorosas, que de seguro jamás se habría colocado Freddie, pero que tal vez volverían verdes de envidia a Gary Glitter o a Boy George.

"We Will Rock You"


23:20 horas y el concierto toca su fin con la despedida de los músicos, sincronizada -como de constumbre- con un playback de la instrumental "God Save The Queen". Sólo me resta agredecer y corear infinitamente los nombres de Brian May y Roger Taylor, pues pese a todas las críticas e incomprensión que expresó en algún momento su fanaticada más ortodoxa (me incluyo), han sido ellos los responsables por mantener viva la chispa de Queen, y esperemos que de ellos derive también la próxima generación de músicos que como Adam Lambert y Rufus Taylor (de apenas 24 años) sotengan en pie el legado y el linaje de esta espectacular banda, para algunos de nosotros tan imprescindibles como la vida misma.

lunes, 19 de enero de 2015

Discos Memorables: Triana - El Patio (1975)


Triana fue la banda más fundamental del rock español en la década de los '70. Su estílo único -y complejo- mezcla de rock progresivo, guitarras flamencas, bulerías y enigmáticas composiciones, posicionó a los sevillanos en las primeras listas de su país y como uno de los conjuntos más emblemáticos del rock en nuestro idioma.

Tras la disolución de algunos conjuntos locales, el año '73 Jesús de la Rosa (voz, bajo y teclados), Eduardo Rodríguez Rodway (guitarras) y Juan José Palacios, alias "Tele" (batería) unen sus virtudes instrumentales y dan forma a un nuevo concepto musical, que reflota la importancia del flamenco y de la tradición morisco-andaluza, mezclándolas con la influencia anglo de conjuntos como Pink Floyd, Led Zeppelin, Gong, King Crimson, ELP y Camel. Producto de aquella inspiración surge la mejor etapa de Triana, registrada en sus tres primeros discos: El Patio (1975), Hijos del Agobio (1977) y Sombra y Luz (1979), además de los fundamentos de una nueva escena: el "rock andalúz", de la que tomarán partido bandas como Alameda, Luis Cobo y los hard rockeros Medina Azahara. 

El giro que dieron Triana al rock progresivo en España, es equivalente a lo hecho por Los Jaivas en Chile con la fusión andina o a la escena del prog italiano de los '70, que engendró un fenómeno único y maravilloso del cual fueron protagonistas conjuntos como Ill Balleto Di Bronzo, Premiata Forniera Marconi, Banco del Mutuo Socorro y Le Orme, que tenían la particularidad de cantar en el propio idioma e inyectar a la mezcla elementos de la música tradicional y docta. Fueron estos los años dorados del rock o una era colmada de creatividad, donde el sentido de la música era comprendido como el "puro arte" de la identidad.


Si bien no cabe duda de que la mejor etapa de Triana es la que comprende sus tres primeros discos, en mi opinión y la de muchos El Patio de 1975 viene a ser (además del debút) la obra maestra de los sevillanos, el inicio de una búsqueda y la consecución de un estílo propio que hecha raíces en la magia del sur de España: la mítica Al-Andalúz. Jesús de la Rosa compuso casi en su totalidad las letras del disco, soportado por un sólida base instrumental, donde la percusión de "Tele" entreteje pasajes con los teclados y las guitarras españolas de Edu Rodríguez, asistidas de vez en cuando por los riffs eléctricos de Antonio García de Diego, músico de estudio y futuro compañero de giras de Joaquín Sabina.

Cada uno de los siete temas de El Patio son una invitación a lo más recónditos pasajes del subconsciente y a un mundo de arquetipos olvidados pero aún latentes, impregnados en la rica tradición andaluza, mezcla de épica medieval, poesía e imaginario islámico. La apertura de 9 minutos titulada "Abre la Puerta" (el gran clásico de Triana) nos viste de fantasmas danzantes para recorrer cada rincón de sus letras, entre patios de luz, mosaicos, ventanas floreadas, estrechos bazares, antiguas mezquitas, castillos, ríos y montañas, todo en una psicodélica declaración de amor.

"En el Lago", "Sé de un lugar", "Recuerdos de una Noche" y "Diálogo" son también sentidos poemas de amor, cargados de metáforas que transmiten las nostalgias y añoranzas de un apasionado y a la vez tímido Jesús de la Rosa, mientras que "Luminosa Mañana" (la canción más mística e introspectiva del álbum) da la impresión de ser un tema póstumo o la despedida del compositor, al más puro estílo de "Un Beso y una Flor" de Nino Bravo, como si de la Rosa hubiera presentido su desafortunado desenlace nueve años más tarde.

jueves, 15 de enero de 2015

Gato Inmortal


A 12 años de la muerte de Eduardo "Gato" Alquinta, tributamos su memoria en LRDRP, recordándolo como el más grande ícono del rock nacional. 

La voz de Los Jaivas -quien hoy tendría 70 años- llevó a lo más alto la música de nuestro país, compactando una maravillosa fusión de música andina y latinoamericana con rock progresivo, poesía, sangre mestiza y alma hippie, que calza muy bien en la descripción que los propios Jaivas hicieron alguna vez de su música: "una cruza entre Violeta Parra y Jimi Hendrix". Gran compositor y frontman, el Gato Alquinta fue trovador de vida y mensajero de libertad, un guerrillero sin más armas en las manos que la guitarra eléctrica, el charango, la quena y la trutruca, instrumentos con los cuales hizo gala de lo propio y lo adoptó a lo universal.

Sobre Los Jaivas, una de mis bandas favoritas, escribiré mucho más en el futuro, pero hoy sólo bastan estas pocas líneas para recordar y conectarse con el más grande músico, compositor y frontman de la historia musical chilena, el porteño que conquistó las Alturas del Machu Picchu (1981) y cantó a los mil vientos que es un hijo de esta tierra.

martes, 9 de diciembre de 2014

Discos Memorables: Confesiones de Invierno (1973)


Confesiones de Invierno es de esos discos que jamás te cansas de escuchar y que puedes dejar corriendo varias veces seguidas en tu reproductor, al menos eso me pasa a mí con esta obra de arte del año '73, segundo LP de una de las bandas más aclamadas por el hippismo sudamericano.

Resulta increíble que con tan sólo 22 años, Charly García mereciera ya el apelativo de "maestro" al escribir todas las canciones de este maravilloso disco y realizar los arreglos instrumentales correspondientes. Confesiones de Invierno es la voz de una generación y como tal aúna los sentimientos de desamparo y sueños rotos de la juventud argentina de la época (sentimientos también extensibles a la realidad de países vecinos como Chile y Uruguay), una cuyas aspiraciones de libertad y cambio de fines de los '60 impactaron de frente con la dictadura. 


Pese a toda la tristeza que encierran canciones como "Confesiones de Invierno", "Cuando ya empiece a quedar solo", "Rasguña las Piedras" (una referencia a la catalepsia) y "Aprendizaje" CDI no es un álbum depresivo, sino la fiel radiografía de una era y de un continente opaco que sangraba por las heridas de los más jóvenes, presos de ilusiones contenidas a punta de bayoneta. El cierre con "Tribulaciones, lamento y ocaso de un tonto rey, imaginario o no" es de hecho una inteligente analogía entre la Revolución Francesa y la realidad política del momento: el fin del régimen del general Lanusse y el retorno a una débil democracia que duraría apenas tres años. De otra naturaleza son "Un hada, un cisne", canción de amor en clave de rock progresivo y "Mr Jones..." un proto-hard rock, directo y sin florituras.

No es de extrañar que Charly ya no toque estas canciones, su genialidad abrazó el lado oscuro el día que decidió ser rockstar, demoler habitaciones de hotel y hacerse seudo punk a comienzos de los '80. Es en cambio Nito Mestre con su angelical voz y presencia quien mantiene vivas estas creaciones que son un verdadero valuarte del rock argentino y sudamericano.

Confesiones de Invierno es levemente mi álbum favorito de Sui Generis y los Sui una de las bandas que más amo. Imborrables recuerdos asociados a "Rasguña las Piedras" y "Canción para mi Muerte" (del álbum debút Vida) atesoro en la mente desde tiempos del colegio y aún hoy me es grato escucharlos en alguna fogata (común cursilería) o en una que otra versión nueva.


lunes, 8 de diciembre de 2014

21 años sin Zappa


El 4 de diciembre de 1993, Frank Zappa perdió la lucha contra un cáncer de próstata que lo afectó en sus últimos tres años de vida. Moría el hombre convertido tiempo ya en leyenda, dejando un vacío que ningún músico ni banda podrá llenar jamás. La creatividad le era algo innato, el humor, el virtuosismo y lo freak también.

Frank Zappa cumpliría este 21 de diciembre 74 años de edad. Hijo único en una familia de inmigrantes de orígen italiano, siciliano, árabe, griego y francés, demostró temprana afición por la música clásica y en casa absorbió gran parte de su cosmovisión artística. La severidad de sus padres forjó en Frank un carácter sobrio y responsable que será su plus en la música para estudiarla -si bien de forma autodidacta- rigurosamente y en toda su dimensión técnica, tras lo cual pudo formar y dirigir bandas que eran una verdadera orquesta, así mismo pese a ser uno de los grandes íconos del rock, jamás probó las drogas, rechazaba el alcohol y se burló toda su vida del perfil de rockstar difundido por la industria. 

Zappa bromeaba con el hecho de venir de una familia tradicional y aburrida, pero aquello fue también determinante para tornarse en un individuo libertario, enemigo de la religión, de los evangelistas, de la clase política, de la gran mentira mediática que era la Guerra Fría y en fin, de cada cosa que implicara un abanderamiento. Tampoco se encasilló en estílos particulares y si bien su formación era la música clásica, abrazó poderosamente el jazz, el funk, el rock instrumental y desde mediados de los setenta en adelante, adhirió también nuevos estílos como el heavy metal o el punk rock. 



Al contrario de lo que ocurría sobre los escenarios, fuera de las luces y en su círculo íntimo, Frank Zappa era tremendamente conservador, casado en segundas nupcias con Gail Sloatman, tuvo 4 hijos a quienes inculcó su pasión por la música y el arte: Moon (actríz, nacida en 1967), Dweezil (guitarrista, nacido en 1969), Ahmet (productor musical, nacido en 1974) y Diva (artista y comediante, nacida en 1979). Zappa defendía los antiguos valores americanos, la impronta de la familia y un patriotismo bien entendido. En 1985 fue un importante portavoz de la lucha contra la censura que pretendía llevar a cabo la Parents Music Resort Center frente al contenido de la música rock, testificó en el senado y ganó una importante batalla en favor de la libertad de expresión.

Sólo la muerte apagó su voz en 1993, pero como sostuve al principio del post, a estas alturas ya era una leyenda. Dado que era imposible, nadie continuó cabalmente el legado de Zappa, pero ahí están Mike Patton con Faith No More, Fantômas, Mondo Cane y Mr Bungle, replicando en algo su escencia, lo mismo bandas como Primus y Sistem Of A Down, el multiinstrumentista John Zorn y hasta los divertidísimos DEVO con su rock bizarro. En el nuevo milenio, de vez en cuando los clásicos de Zappa son revitalizados por el impecable tributo Zappa Plays Zappa, del cual es responsable su hijo Dweezil y en el que participan también como músicos invitados, antiguos compañeros de ruta de Frank: el batero Terry Bozzio, el genial Steve Vai y el trompetista Aaron Arnts. 


Veintiún años han pasado desde su muerte, pero el espíritu de Zappa sigue muy vigente. Es curiosa la fama de este ítalo-americano, cuya música no compatibilizaba con el mainstream, apenas fue difundida por las radios y no era grata a medios como MTV ni a una industria musical con la que se detestaban mutuamente, aún así generó material para un centenar de discos, tocó los más diversos estílos durante casi 30 años y se adelantó a varios de ellos, incluídos el rock progresivo (por el lado de la complejidad) y el punk (por el lado contestatario). Aquellos que desconocen su grandeza, simplemente no lo conocen y quienes le han dado un espacio en sus vidas admiten con toda cordura que Frank Zappa es inmortal!


domingo, 5 de octubre de 2014

MUSE entran al estudio


Los nativos de Teignmouth, suroeste de Inglaterra, subieron esta fotografía a su cuenta de Instagram, donde se les ve felices de la vida jammeando en el estudio, en el proceso creativo hacia su ya séptima placa.

Según declaró unos días atrás el vocalista/guitarrista Matthew Bellamy, su siguiente álbum "se pondrá heavy" y estará depurado de elementos experimentales tanto electrónicos como sinfónicos/orquestales, que fueron la tónica de The 2nd Law del 2012.

Es de esperar por tanto, un regreso a los tiempos de Absolution (2003) y Black Holes and Revelations (2006) que son -en mi opinión- los dos mejores discos de la banda, un perfecto equilibrio de sus más patentes influencias: la grandilocuencia de Queen, la mística de Radiohead, la demagogia de U2, el rock de estadio y los punzantes riffs del metal de los '90.

Sigue siendo innegable,  sin embargo, que la magia de MUSE radica menos en el estudio, que en sus emblemáticos conciertos, para muestra los caminos conducen a ROMA.


lunes, 9 de julio de 2012

RETROspectiva: Toto - "I'll Supply The Love" (1978)


Toto es una de las pocas bandas que a lo largo de su extensa trayectoria ha colectado éxitos sostenidos en el Billboard, compuesto clásicos (como "Africa", "Hold The Line", "Caught In The Balance", "Rosanna", "Stop Loving You"...) célebres en más de una valoración estilística y que pasados los años siguen firmes en las radios, en la cultura pop y en el inconsciente colectivo. Es probable que la notoriedad de la banda la debamos a su mezcla de sensibilidad y sofisticación pop, con la estructura y complejidades propias de un grupo de rock progresivo, curtido además por las influencias del funk, la música disco, el reggae, la new wave, el hard rock y el AOR, géneros que eclipsaron el mundo de la música hacia fines de los '70 y comienzos de los '80.

La historia de Toto tiene sus inicios en la ruidosa y artística ciudad de Los Ángeles en el año '76, por entonces sólo eran un proyecto con inclinaciones musicales mixtas y un gran gusto compartido por estilos como el jazz fusión de Steely Dan y Jaco Pastorius, el pop de Bee Gees, Abba o Elton John y el rock más atronador de artistas como Jimi Hendrix y Led Zeppelin, cuyos riffs adoctrinaron el estilo virtuoso del tremendo Steve Lukather. En 1978, la banda debuta discográficamente con su álbum homónimo: Toto, un popurrí de estilos hilado por la transversalidad del sonido melódico y una clara inclinación hacia el AOR y el rock progresivo, aunque no destiñeron por cierto en la mezcla hitos hard rockeros como el mítico "Hold The Line", el hoy revisitado "I'll Supply The Love" o la más cachonda "Georgy Porgy", fiduciaria de la música disco y de la gran influencia ejercida por la banda de los hermanos Gibb (Bee Gees).

Además de las tremendas guitarras de Steve Lukather, la magia de Toto estuvo tejida por la voz llena de armonía, fuerza y soul de Bobby Kimball, el doble juego de teclados de Steve Porcaro y David Paish y toda la rítmica de David Hungate y Jeff Porcaro, caciques del bajo y de la batería respectivamente. Aquella es la formación clásica de Toto, misma que dio vida a sus mejores clásicos pero que fue amainando hacia la década de los '80, dando espacios en el camino a otros espléndidos músicos como Dennis Frederiksen (voz), el tercer hermano Porcaro, Mike (bajo) y el célebre batero Simon Phillips, entre muchos otros. Hoy Toto es sin lugar a dudas uno de los mayores clásicos (vigentes) del rock y una de las pocas bandas que congrega en su fanaticada a gente muy acérrima del pop con rockeros y hasta metaleros de tomo y lomo, entre los que es digno mencionar a Jon Oliva y Al Pitrelli de Savatage.

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