SALUDOS CABROS!
La larga historia del rock siempre se ha encontrado asociada a todo tipo de excesos relativos a drogas, alcohol y por su puesto, el más sano de todos los vicios: el sexo, que terminó llevándose a la tumba, por ejemplo, voces tan inmortales como la de Freddie Mercury y Ray Gillen, ambos afectados por el SIDA.
Así también muchos reventados se fueron quedando en el camino: Bon Scott de AC/DC, Bonzo de Led Zeppelin, Tommy Bolin de Deep Purple y James Gang, Phil Lynott de Thin Lizzy, Steve Clark de Def Leppard, etcétera. Otros no llegaron sanos y salvos a la vejéz, basta con observar al gran maestro Ozzy Osbourne, hoy ni la sombra del tipo reventado que fue en los ochenta; el parkinson, un alcoholismo que hizo estragos en su cuerpo y decenas de otras afecciones lo dejaron bastante debilitado en lo físico en sus cerca de 60 años.
Opal Butterfly, una de las bandas por las que pasó Lemmy en sus años de hippie
Temprano en los sesenta tocó en grupos de rockabilly y psicodélicos como The Rockin' Vickers y otros tantos que no a muchos realmente les importa (de hecho a mi menos), más adelante dio un salto tremendo cuando en 1970 lo invitan a formar parte de Hawkwind, esta ultima fue una conocida banda psicodélica de Inglaterra que por sus toques de hard rock y proto-metal, muchos rockeros actuales ven como una de las primeras bandas stoner y que hoy por lo menos vuelven a ser una gran influencia. Aunque más que acercarse al hard rock como tal, eran algo más cercanos a Pink Floyd y la onda psicodélica/progresiva primogenia con temas extensos y letárgicos, algunos toques electrónicos, lo que en suma en ese tiempo fue conocido como space rock.
En 1977, en medio del estallido del punk rock, la banda debuta con su disco Motörhead, potente heavy rock al estílo AC/DC, pero más metalizado y veloz. Con la llegada de Motörhead se deduce el ocaso del viejo hard rock de matices blueseros como era la música de Led Zeppelin y finalmente se llega abrir paso la invasión de la NWOBHM que abarcó todo tipo de bandas desde aquellos que explotaban y fusionaban las influencias del punk y del metal como era el caso de Mötorhead, pasando por los hard rockers tradicionales de Def Leppard, el heavy metal purista de Iron Maiden o las fórmulas más dark de grupos como Mercyful Fate y Venom.
Motörhead se puso en la cúspide de un movimiento que comenzó a sumar adherentes en todos lados, surgió a partir de ellos el sonido del thrash/speed metal, veloz e inconformista como la música de The Sex Pistols y dura y metálica como la de Black Sabbath, aunque mucho más rockeraza que densa.
En todas partes el sonido de Motörhead se hizo eco, desde sus grandes admiradores gringos: Metallica y las bandas del Bay Area, a grupos que habían iniciado la movida thrashera en otros países como es el caso de uno de los más recordados conjuntos españoles: MURO.
Digno de una veneración tanto de punk rockers como de metaleros (más de metaleros que nada), la figura de Lemmy Kilmister aún en estos días gatilla la más incondicional admiración. El más punkie de los metaleros (ántes de que surgieran tipos como Kurt Brecht de D.R.I., está claro), uno de los bajistas más conocidos y puede ser que no necesariamente por sus grandes virtudes en ese instrumento, sino más que nada por esa agresiva y matizada voz, además de sus composiciones llenas de sarcásmo, insinuaciones y los ya comunes tópicos del rock. Ex pareja de la verdadera reina del punk y del rock pesado, la difunta Wendy 0' Williams, con quien vivió su época de mayores excesos. Lemmy: el rockero indomable, el eterno veinteañero. Otro de los grandes músicos que este blog quiso hacerte recordar hoy, aunque sé bien que no existe rocker alguno en este mundo que ignore tanta actitud en un sólo músico.
It's Time To Play The Game
1 comentario:
re buena la pagina, para mi es como una biblia no paso un solo dia sin verla...
aguante RATA BLANCA
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