Cuatro décadas de trayectoria, casi una veintena de discos de estudio, la mejor puesta en escena de la historia y un perfecto equilibrio entre potencia, innovación y complejidad, son sin lugar a dudas los elementos que definen la superioridad de Rush, acrecentando el mito el hecho de que sólo se trate de tres músicos, que prodigan igual o más espectáculo que una orquesta de 33. Geddy Lee (voz, bajo, guitarra acústica y teclados/sintetizador), Alex Lifeson (guitarra eléctrica, banjo y otros múltiples instrumentos de cuerda) y Neil Peart (batería y percusión) son los tres pilares que dan atmósfera, vida y contenido a la música de Rush, un estílo que no se define simplemente por sus sonidos; la historia de los músicos, su misticismo, visiones políticas y demás, se transmutan todas en un liado arte de imágenes y colores, donde el interés por la ciencia ficción, el libertarianismo randiano (tendencia filosófica de Neil Peart) y hasta una interpretación secular de la Torah (por parte de Geddy Lee, hijo de inmigrantes judíos) calzan perfectamente en la vanguardia progresiva y se entienden bien con los extensos pasajes de teclado, los solos de batería y guitarra, la arremetida metálica y los jam jazzísticos.
Desde un principio, las intrincadas estructuras de sus canciones, le negaron acceso al mainstream y la posibilidad de consolidarse en las radios, dado que no estaba en ellos amoldarse al formato convencional de tres o cuatro minutos, sin embargo, esto no fue impedimento para que los buenos amantes de la música les reconocieran, demandaran sus discos al nivel de cualquier superventas y Rush se fueran posicionando en la historia del rock como el más virtuoso power trío y un antecedente del llamado metal progresivo, haciendo extensiva su influencia en las siguientes generaciones, a grupos tan variados como Queensrÿche, Crimson Glory, Dream Theater, Fates Warning y Primus. Su discografía, del todo escencial, es a mi parecer más llamativa en los inicios, cuando la búsqueda de identidad apenas comenzaba, es la razón por la que en esta RETROspectiva rescato a "The Necormancer", uno de los mejores tracks del álbum Caress Of Steel y unión de tres interesantes canciones que condensan los finos arreglos progresivos con el más desatado heavy metal de la época.
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