lunes, 14 de noviembre de 2011

RETROspeciva: Killing Joke - "The Wait" (1980)




El año 1979 se formó en los suburbios de Lóndres: Killing Joke, banda que pasados los años se convertiría en un emblema de la naciente música industrial y del rock alternativo. Destacaron desde el principio por ser una banda distinta, producto de la funcional sinergia entre sus perpetuos componentes: el vocalista y compositor Jaz Coleman y el enérgico y versátil guitarrista Geordie Walker; y es que pese a su estílo general -fiel al paradigma punk y a la línea experimental de Velvet Underground- había algo en su sonido que dejaba conforme no sólo a las audiencias mohicanas, sino también a metaleros, amantes del progresivo y hasta a quienes se inclinan por el buen pop. No en vano son reconocida influencia en la música de Metallica, Nirvana, Helmet, Jane's Addiction, Faith No More, RATM, Korn, Tool y Rammstein, entre muchos otros grupos de posteriores oleadas rockeras y no tan rockeras.

En agosto del '80 hicieron debutar su LP homónimo, un álbum de culto que ajustaba el estílo "dance" de la new wave a la vanguardia gótica de The Cure y las influencias heavies de Black Sabbath/Motörhead
, evidentes en varias estructuras rifferas. Destacan entre sus piezas, los clásicos "Requiem", "Wardance" y "The Wait" (en esta RETROspectiva), este último versionado por Metallica e incluído en su Garage Inc. de 1998. Pese a concebir los primeros indicios de lo que convendríamos llamar el metal industrial, en el curso de los '80 Killing Joke incursionaron principalmente en el terreno de la new wave, el post-punk y el synthpop. No fue sino hasta la llegada de los '90 que decidieran blindarse en los sonidos industriales y a filtrar de forma definitiva sus tempranas inclinaciones metálicas, lanzando discos tan potentes como Pandenium (1994), Democracy (1996) y Hosannas From The Basement Of Hell en el 2006.

A 32 años de su formación, son irrebatibles el legado y el umbral de nuevas posibilidades que Killing Joke ilustró en la escena del rock, no por nada algunos les llaman los Pink Floyd de la era industrial, una banda que con ritmos bailables y sintetizadores logró conquistar a público heavy rockero, lo mismo que la voz raspada de Coleman y las guitarras duras de Walker, siguen haciendo bailar a sus eternos seguidores, pese a que sus canciones no tratan trivialidades, están cargadas de la suspicacia del antiguo punk, y se desmarcan radicalmente del forzado (y no pocas veces patético) optimismo pop. "After wakening, silence grows... the screams subside, distortion shows... mutant thoughts of bad mouthed news... is just another birth of distorted views... THE WAIT.

1 comentario:

Anónimo dijo...

tan grandes que hasta Cobain les plagió,y tuvo que reconocerlo,el Riff del famoso Come as you are es un plagio del de Eigthies.
Saludos.

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