En general, tendemos a asociar la figura de James LaBrie (lead vocal de Dream Theater) de manera exclusiva a las glorias del rock y metal progresivo, aunque el vocalista naturalizado estadounidense, pero de origen ontariano (Canadá) se inició en la vida musical desde el hard rock, particularmente en su vertiente más melódica de los '80, con marcada influencia de gente como Freddie Mercury (Queen), Geddy Lee (Rush), Ian Gillan (Deep Purple), Steve Walsh (Kansas) y Dio, determinantes en su evolución hacia una música en perfecto equilibrio entre la melodía, la sofisticación y la potencia.
En 1987, Sebastian Bach emigra de las filas de la poco bullada banda canadiense Winter Rose para unirse a los estadounidenses Skid Row, su salida significó el ingreso y nacimiento de una nueva voz y leyenda para el metal, aunque para efectos historiográficos Winter Rose no es más que un soporte de trasición en la ascendente carrera de estas dos grandes figuras (Bach y su remplazante LaBrie). La Rosa de Invierno estuvo conformada además por el baterísta Randy Cooke y el guitarrista -y futuro productor musical- Richard Chycki. A la par del canto, LaBrie hacía ocasionalmente las veces de tecladista de aquel combo, musicalmente una especie de hard melódico o AOR con cierta inclinación progresiva y algo de la estética "glam" de la época.
En el '88 graban diez temas del que será su primer, único y homónimo álbum de estudio. Un registro que en el estadio actual -y particularmente entre los fans de Dream Theater- es reducido a la calidad de maqueta o prototipo cuasi exótico del estílo LaBrie, sin embargo el álbum está plagado de temas muy rescatables como "Saved By Love", "Asylum City", "Thrill Of The Night" y el revisitado por esta RETROspectiva: "I'll Never Fall In Love", con inconfundibles elementos vocal-melódicos que serán replicados en el futuro DT.
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