
Greg Ginn)
Lanzamiento: 11 de Marzo de 1984
............ Greg Ginn (Guitarra)
............ Dale Nixon (Bajo)
............ Bill Stevenson (Batería)
1. "My War"
2. "Can't Decide"
3. "Beat My Head Against the Wall"
4. "I Love You"
5. "Forever Time"
6. "The Swinging Man"
7. "Nothing Left Inside"
8. "Three Nights"
9. "Scream"
Black Flag fué una más entre aquellas bandas consideradas "de culto" en su época y a posteriori, pero que por su esencia netamente underground y por ser manifestación de todas las actitudes anti-rockstar (como todo lo verdaderamente punk) nunca podrán figurar siquiera como candidatos al Hall Of Fame, aunque su influencia en la música de hoy esté más presente que la de unos cuantos grupitos que lograron escalar hasta ese cetro.
Fiel reflejo de la actitud, gustos y convicciones del guitarrista Greg Ginn y de su frontman: el gigante Henry Rollins, Black Flag inició su paso por los circuitos el año '77, inmersos en toda la onda del punk rock, aunque con más matices e influencias de la música heavy de la era anterior. No extraña entónces que a lo largo de su discografía retomaran las atmósferas y densidad riffera de Black Sabbath (era Ozzy) y algo del espíritu compositivo de Phil Lynott (Thin Lizzy), además de la furia de MC5, la adrenalina narcótica de los Stooges y de la esencia experimental de Velvet Underground.

My War es el segundo de seis discos que grabó en sus nueve años de existencia Black Flag, es también junto a Loose Nut de 1985, uno de los que más filtró las influencias metaleras de Ginn y Rollins en una música que en esencia y espíritu poco tenía que ver con el metal y es por esta razón que en su tiempo se les consideró una especie de vanguardistas del punk, que además de sonar más duros que otras bandas, también pudieron abrazar matices letárgicos y técnicos asimilados del jazz y del post-punk en curso.

Temas como "Nothing Left Inside" definitivamente no tienen nada de punk, ya que suena grave y excesivamente lento, con un ritmo muy doom de los '70, menos doom sin embargo que "Three Nights" con solos más dignos de Kyuss o St Vitus que de una banda hardcore, lo mismo "Scream" que cierra el disco iniciando en una intro clonada al "Iron Man" de Black Sabbath y que termina dando la impresión de ser una extravagancia, como si de pronto John Lydon, Stiv Bators o GG Allin hubiesen prestado su voz y composición a un tema de Pentagram.

Amén de las inconsecuencias, un grupo tan vital, auténtico y emblemático, jamás logró consolidarse comercialmente y tal vez no logre figurar nunca en el Salón de la Fama del Rock 'n' Roll, lo que no dice mucho despúes de todo.