Es una lógica común, que pretendamos desde pequeños aprender a tocar la guitarra eléctrica, sin ántes siquiera haber tomado una acústica. Si se piensa bien, esta es una tendencia bastante común, pero un tanto ilógica.
.
Los verdaderos maestros de la guitarra, iniciaron sus andanzas musicales, en todos los casos aprendiendo e improvisando sobre una acústica, algunos nunca la abandonaron (como en el caso de Paco de Lucía) y otros retornaron a la misma, dejando de lado los batios.
.
Los gitanos y sus ritmos de guitarras españolas, los árabes y sus lauds, los andinos y el charango, los tejanos y el banjo. El folk, la música tradicional de cada pueblo, es el más flexible de los géneros musicales: variando desde el concepto minimalista: músico-instrumento, a la banda y la orquesta.
.
Indudablemente el paraguas es muy amplio, y nos puede llevar a las más variadas calificaciones y ritmos, algo que saturaría hasta el más experto de los estudiosos musicales. Sin embargo tras el folk de cada país, existe siempre un mismo trasfondo: simpleza, belleza, libertad y poesía. Es lo que auna bajo un mismo criterio a músicos tan distantes como Joan Baez, Victor Jara, Violeta Parra, Django Reinhardt, Mercedes Sosa, Cat Stevens, Gypsy Kings o Los Jaivas. Para el folk no existen fronteras y los beatnik y los hippies supieron captar muy bien la universalidad de esta música en el transcurso de los sesenta, probando los más variados matices: desde música celta a rāga india.
.
Tres grandes íconos del folk-rock de todos los tiempos: Donovan, Bob Dylan, Simon & Garfunkel.
.
.
Como todo mundo sabe y como bien acabo de subrayar, fueron los hippies la generación más acérrima al folk y la cual lo llevó niveles insospechados. Esa actitud de tomar la guitarra e irte a componer lejos en mayor sintonía con la libertad personal y con la naturaleza, marcó a una generación completa y a las subsiguientes que - como bien dijo alguien por ahí - nacieron con la guitarra bajo el brazo. Hubo un momento en que destacar en algún instrumento ya no era una ventaja para nadie, sería la cotidianidad misma. Aquel folk existencial, tomó las pancartas del movimiento hippie, surgiendo de este la canción de protesta y la primera avalancha folk-rock, misma que fué transversal a toda la música de los '60, desde inumerables canciones de The Beatles al más psicodélico de los experimentos de Jefferson Airplane y desde ahí a bandas como Led Zeppelin que además de llevar los sonidos del hard-blues-rock a un nuevo nivel (la creación del heavy metal), aminoraron su discografía con algunas de las acústicas folk más hermosas que se hayan compuesto jamás.
Con el paso de los años, lamentablemente, este folk universal que tuvo su mayor auge con los hippies y su escenario inmortal en Woodstock, fué quedando atrás o muy a un lado del mainstream musical. Los engendros de Zeppelin adhirieron sólo a su naturaleza más rockera, conformando la nueva masividad musical de los '70 y '80 que contrario a la década anterior, sería una música más monótona, encuadrada en géneros particulares y con poco ánimo por la improvización y la libertad de retornar a lo básico o de musicalizar un poema. El rock y la música pop en general, ganaron modernidad, pero fueron perdiendo dos importantes elementos: autenticidad y libertad.
Actualmente, tras dos décadas bastante estancadas en lo músical, estos elementos pretenden ganar terreno nuevamente en el rock. En el último tiempo y como amante de los géneros del rock duro, me he congratulado bastante con las nuevas vertientes revivalistas, una de ellas: el nuevo stoner rock desarrollado en los países nórdicos, en mi opinión, lo más prometedor del rock actual: Conjuntos como Spirit of The Dead ySiena Root, dejaron de lado la escuela Kyuss/Fu Manchu para retomar raíces aún más psicodélicas, donde lo hippie ya no está pauteado solamente por una admiración bestial hacia Blue Cheer, Zeppelin o Black Sabbath, es el espíritu mismo que mueve a la música y se refleja en los temas. En la mayor parte de los casos estas formaciones también rescatan el folk.
.
Por su parte, está también el llamado folk-metal, género que debo admitir no es de mi total agrado, porque bien la fusión apela por lo general al metal extremo + música medieval nórdica o celta (en mi opinión una no muy buena combinación), no deja de ser una fusión y las fusiones en general son menos atractivas que escuchar los géneros por separado. Skyklad, Eluveitie y Korpiklaani son algunos ejemplos de bandas cuya música no me convence del todo, vs. Bathory, Orphaned Land, Medina Azahara, Huinca o los peruanos Kranium, cuyas propuestas me parecen definitivamente mucho más vanguardistas e interesantes.
.
El mejor ejemplo de que metal o rock duro puede sonar a la par con canciones folk y sin fusionarse, lo podemos encontrar en apuestas como la de los argentinos Iorio y Flavio en su álbum Peso Argento del año 1997 o en mi banda predilecta del rock chileno: Weichafe. Es lamentable que productos tan geniales como estos, no abunden.
.
Nuevo auge del folk-rock en Chile
Dos grandes exponentes de la actualidad: Angelo Pierattini (ex-Weichafe), por el lado más under y la exquisita Francisca Valenzuela.
La música criolla "per excellence" por años fué la llamada "nueva canción chilena", variación simple de la trova o del folk tradicional hispanoamericano. Asociada comunmente a un espectro político de izquierda (más bien un mero dato, porque la música no es más que eso: música). La generación de Jara, los hermanos Parra, Pato Manns y grupos de tradición andina como Inti Illimani, fueron durante años los máximos exponentes, de esta tradición musical, ya bastante estancada.
En el transcurso de las décadas, el folk chileno sobrevivió a una prolongada era de estancamiento y a los muchos matices que le impuso la música rock, eso además de las nuevas posibilidades y cambios aparejados a las tecnologías musicales de producción y grabación. A fines de los setenta el sintetizador, reemplazó en más de algún caso a la tradicional instrumentación acústica.
Entre los setenta y ochenta, si bien muchos coinciden en que el mundo artístico y musical chileno fué poco productivo, artistas que aunaron influencias del rock, pero revitalizando además el tradicionalismo folk, lograron trascender e imponerse como íconos generacionales: Los Ángeles Negros, Eduardo Gatti y Fernando Ubiergo, entre otros, son algunos de los ejemplos más destacables.
Y de la década de los noventa, confusa y demasiado comercial, no podemos decir que haya sido muy vigorosa tampoco, sin embargo el surgimiento de Los Tres trajo nuevos bríos al rock chileno y a esta identidad propia de lo que es el folk-rock. Hacia fines de la década y principio del nuevo siglo, buena parte de lo que surgiría se le debe también a la influencia de Los Tres: desde el rock/pop retro de Los Búnkers a ese hard rock 70's, folk, psicodélico y muy a la chilena de Weichafe.
En los tiempos que corren, es indudable que el folk y el folk-rock están de vuelta... quizás muy lejos aún de volver a convertirse en un movimiento mundial masivo, pero sí fuertemente localizado en distintos puntos donde la música folk sí ha sonado por tradición. Chile siempre ha sido un país de grandes folkloristas y compositores, ¿Por qué no imponer eso de una vez por todas, en lugar de dedicarse 100% a reproducir géneros extrangeros, que si bien ya son patrimonio global, no dejan de ser extrangeros y lo que es peor: ¿Para que cresta componer en inglés, si el principal mercado de una banda chilena siempre va a ser su terruño?. De vez en cuando es bueno desenchufarse y recuperar la magia acústica, haber si así un día, volvemos a hacer poesía.
2 comentarios:
Anónimo
dijo...
hola, ¿que tal? mi nombre es carlos y toco hace 17 años en bandas locales de heavy metal de rio gallegos en la argentina. me intereso esto que escribis del folk porque yo aprendi a tocar la guitarra justo en los 11 años y era una acustica y sacaba canciones de quilla huasi y años despues tuve la inspiracion de blackmore, giardino y malmsteen. esas son mis esencias. un abrazo
2 comentarios:
hola, ¿que tal? mi nombre es carlos y toco hace 17 años en bandas locales de heavy metal de rio gallegos en la argentina. me intereso esto que escribis del folk porque yo aprendi a tocar la guitarra justo en los 11 años y era una acustica y sacaba canciones de quilla huasi y años despues tuve la inspiracion de blackmore, giardino y malmsteen. esas son mis esencias. un abrazo
Muy buen compendio.
Seguiré pasando.
Saludos desde muy lejos
Publicar un comentario