sábado, 27 de octubre de 2007

¿A dónde va la industria de la música?

¿Cómo se sostendrá mañana la industria de la música? y ¿Cómo evitar hoy que la piratería opaque las ventas de discos y por ende la carrera de los artistas?, son dos preguntas más que recurrentes de los últimos años.

Ya atrás quedaron los tiempos en que Metallica inició cruzada contra Napster o incluso la tonta publicidad de "No Mates La Música, compra siempre el disco original" ya ha perdido fuerza, si es que alguna vez la tuvo.

Pero a pesar del negro pronóstico que la industria parece autovaticinarse, todavía la vemos de pie y vendiendo millonarias sumas y no hay que irse a las cifras para comprobarlo, basta con ver nuestro propio comportamiento compulsivo en este aspecto. En mi caso personal, al menos, sigo comprando tantos o más discos que ántes y también hago descargas indiscriminadamente, la gran diferencia está en que al comprar discos uno va por la calidad, el artwork de las portadas, el contenido de los booket, o bien, por que consideras que la banda que te gusta, no es digna de tener en un cedé pirata o simplemente, en el caso del dvd, porque es una verdadera "paja" bajarse entre 15 y 20 secciones de un disco.

Es así que la industria de la música, la millonaria industria musical, ingrata con los artistas y complaciente con los explotadores sellos a mi parecer bien lejos está de morir. Aunque no hay que desconocer que los grandes perjudicados son las pequeñas disqueras que han visto minimizadas sus ventas y presionadas muchas a cerrar, pero esto no ocurre con las más grandes y menos con las cadenas (tipo Feria del Disco), que se sostienen de mil maneras, partiendo por la venta de tickets para conciertos y otros eventos por el estílo.

Por otra parte, esta modernidad acusada de perjuiciosa por los sellos, entrega hoy una gama de posibilidades a los nuevos y viejos artistas, totalmente impensada en años anteriores. Los websites oficiales, los blogs, pero sobretodo Myspace, son una importante ventana para que las bandas se muestren al mundo, vendan su música, pubiliciten tocatas y muchas cosas más.

Hace unas semanas, Omar de México me escribió un mail a stoneresk@gmail.com, preguntando donde podía conseguir material de la banda rancaguina Lecquian de la que colgué hace un tiempo 5 temas como música de fondo en este mismo blog. Pensar que una banda chilena del underground citadino pudiera llegar a ser conocida en México en los años ochenta o noventa, hubiese sido algo francamente surrealista en esos tiempos, pero hoy es una posibilidad real y la tecnología lo hace posíble para bien de una más creciente demanda y también en beneficio de los músicos, muchos de los cuales han tomado sus carreras de forma independiente, gracias a las posibilidades que ofrecen los nuevos medios de difusión.

Tampoco creo que podamos decir que la industria del disco esté muriendo y al contrario, los artistas más vendedores han sabido aprovechar las ventajas que ofrece la modernidad para vender (al precio que tu mismo elijas) o simplemente regalar sus discos, con las notables diferencias que existen entre tener un disco físico con un artwork interesante que lo hace de colección o simplemente tener una descarga más en tu pc. Esta fue la apuesta de Radiohead para su último álbum "In Rainbows" y lo más probable es que esto sea lo que se viene para los próximos años.

Además ¿quién va a detener la piratería?, ¿George Bush?, jejeje. Fuera de sarcasmos, creo que se ha exagerado una conciencia social sobre esta materia, como dije anteriormente (y siendo un poco autorreferente quizás) la gente sigue comprando discos, en especial cuando son fans de un artista o banda determinada, aunque no claramente en el caso de ser de aquellas personas que van por la vida buscando cosas, exentos de fascinación.

Es como comprar un auto, uno lo compra por sus cualidades técnicas, su utilidad, pero también por el diseño. Lo mismo, pero a una muy menor escala ocurre hoy con la música, después de todo ¿quién no prefiere tener un disco original?. Las personas con alma de coleccionistas obviamente dan una importancia mayor a esto.

Pero como ocurre también con los libros, no podemos desconocer que la música es algo cara y la industria debiera hacer lo posíble por bajar los precios y así realmente aquellas personas que quisieran comprar un disco original, no lo piensen tanto entre bajarlo, piratearlo o comprarlo.

Lo que he querido destacar hoy, es que la industria de la música no está perdida, vendrán nuevas posibilidades como también nuevos desafíos, nuevos formatos que desplacen al cedé y al dvd y ahí habrá que ver como marchan las cosas, aunque hoy como ántes y después, la piratería y la copia seguirá existiendo, no por nada Los Prisioneros ya se mofaban de esto en los ochenta al final del video "Sexo", cuando Jorge González arroja un cassette grabable, concepto que en el 2000 fue retomado para su compilado el "Caset Pirata", lo mismo que hizo System Of A Down con el Steal This Album! del 2002. Recordemos que en el pasado por cada cassette o vinilo comprado, eran otras dos personas más que adquirían el disco sin pagar.

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