Para los metaleros de vieja guardia, este material sin duda es entrañable. He aquí la primera piedra de lo sería tiempo después el sonido arrollador de una de las bandas más memorables del thrash metal. .
De aquel tiempo a esta parte, es evidente que los Exodus de 1982 eran muy distintos de los actuales, aunque eso sólo considerando los sucesivos cambios que ha venido teniendo la formación, ya desde época muy temprana. En cuanto a sonido, poco o nada cambiaron en los últimos 27 años.
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Lo más destacable de este pequeño registro, lo hace sin duda la fugaz presencia del maestro Kirk Hammett, quien se roba el progatonismo con sus característicos y venerados riffs, haciendo perfecta sinergia con la ejemplar batera de Tom Hunting y todo el power desplegado por el ya difunto Paul Baloff.
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