Lee Aaron: El ántes y después de la reina del metal

Hace ya casi 30 años, esta canadiense natural de Ontario, tuvo el mainstream rockero a sus pies. Los medios musicales atestados del pomposo sonido de Ratt, Poison, Motley Crue, Twisted Sister y Kiss la elevaron a la categoría de "diva" del rock duro a partir de sus dos primeros clásicos The Lee Aaron Project (1982) y Metal Queen (1984), cuyos principales singles rotaron largo tiempo en MTV.

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Nacida en 1962, bajo el nombre de Karen Lynn Greening comenzó sus andanzas en el mundo de la música con apenas 15 años, con más actitudes (en ese entónces) para la música pop que para el rock. A finales de la década de los '70 entra a formar parte de una banda ya constituída: Lee Aaron, nombre que no tardaría en adoptar como su alter ego. Los giros de la vida y de la música, usualmente son muy extraños y Karen Lynn Greening que llegó a convertirse en el miembro más visible de la banda, termina por distanciarse del resto de los componentes e incia su carrera en solitario llevandose el nombre artístico.

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Su primer disco, The Lee Aaron Proyect fue friamente recibido por la prensa musical de la época, pero tuvo alta aceptación en el circuito under canadiense. A la salida de Metal Queen en 1984, su fama había tocado el cielo, y el público comenzó a llamarla "la reina del metal" en honor al nombre de su segunda placa y a la música que desplegaba, algo similar a lo que había ocurrido cuando literalmente se "encabronó" con el nombre de la banda en 1980. Casi tres décadas después aún se le recuerda como "la reina del metal" ochentero.

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En los años frescos de Metal Queen, giró por Estados Unidos, Canadá y Europa, invirtiendo buena parte de lo recaudado en su tercera placa Call Of The Wind de 1985, la que lamentablemente si bien no fue un fracaso, no consiguió el éxito esperado y estuvo muy por debajo de los estándares de Metal Queen. Hacia 1987 lanza un álbum homónimo que tampoco logra gran repercusión, razón que podría haber hecho desistir a cualquiera, menos a la reina del metal que en 1989 vuelve a la carga con Bodyrock, recibiendo esta vez premiaciones y reconocimiento como una de las mejores vocalistas femeninas de la década.

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A principio de la década de los '90 a artistas como Lee Aaron les fue muy dificil mantener el interés de las tribus rockeras en gestación, por todo el recambio generacional y la escalada de la música alternativa impuesta a las discográficas a raíz de la emergencia de bandas como Garbage, Smashing Pumpkins y Nirvana que captaron el interés popular. Lee Aaron lanzó un disco más en la misma línea de hard rock melódico/AOR que la hizo popular en los '80: Some Girls Do (1991), pero como resultaría evidente no tuvo la acogida esperada.

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Rendida ante la evidencia de que los nuevos géneros habían arrasado con el reinado del glam metal, Lee Aaron vuelve a ser Karen Lynn y constituye una nueva banda, esta vez de rock alternativo a la que llama 2preciious. No logró el prestigio de antaño, pero al parecer esta nueva experiencia le ayudó a expandir sus horizontes musicales, extendiendo sus influencias del rock/pop al jazz. A mediados de la década, Lee Aaron se reinventa, vuelve a encarnar el nombre que la hizo popular diez años ántes, pero esta vez lejos del salvajismo adolescente que la destacó como una digna heredera de The Runaways.

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Ad portas del nuevo siglo, la otrora reina del metal, se convierte en cantante de jazz, tratando de aunar ambos mundos, producto de lo cual surgen Slick Chick (2000) y Beautiful Things (2004). Según declaró tiempo atrás a una revista, gran parte de su evolución musical tuvo que ver con la madurez y su progresiva transformación desde una arqueotípica "chica rebelde" de la loca década de los ochenta a la mujer madura y madre de dos hijos que es hoy en día.

.Con el sacrilegio de haber dejado de ser la reina del metal, Lee Aaron de seguro se ganó el descontento de varios "talibanes del rock" o "fundamentalistas de la música", aquellos que ven en la expansión de sus ídolos por nuevos géneros, una traición a los principios musicales, tal cual la música se tratara de una peligrosa ideología.

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Como sea, Lee Aaron fue y será recordada siempre como la reina del metal, apelativo que se ganó por aclamación popular en la gloriosa década. Cada generación tiene su propia reina (o tal vez más de una), siendo relativamente pocas las que pasado el tiempo se atreven a salir de las trincheras del género metálico, temiendo la lapidación definitiva. Los géneros van y vienen, la música que nace del alma en un determinado momento (y sin presiones) es lo que queda, Lee Aaron, Kari Rueslåtten y Anneke van Giersbergen, entre muchas otras, así lo han demostrado.