Pero no sólo se respira música de manera individual y a partir de los formatos mencionados; graffitis y artwall callejero son representaciones externas a la música, pero en ocasiones a priori, aunque una mayor parte de las veces (al menos en estos dominios) no son agradables de ver.
En un país atestado de cultura hip hopera y grafiteros de cuarta, que lejos de hacer "arte", son un "desastre", ejemplos como los siguientes no son muy comunes, aunque si los hay y particularmente en ciudades que mezclan lo pintorezco con lo marginal. Personalmente no me gusta mucho el arte del graffiti, pero debo reconocer que si me encontrara con alguno de los siguientes en alguna pared camino a casa, me sería mucho más agradable que la serie de garabatos ilegibles que escriben muchos psicóticos nocturnos y por supuesto un millón de veces preferible a la asquerosa e inescrupulosa publicidad política. Lo siguiente es arte, no delito.
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...God save the Queen!
1 comentario:
Están geniales esos grafittis, realmente raros de ver donde sea... pero la pregunta es ¿dónde están? Asumo que en alguna ciudad europea, que de repente por allá son más tolerantes con estas expresiones artísticas urbana (aquí en Venezuela un grafitti cualquiera de Iron Maiden sería tachado de "imágenes satánicas").
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