No es mucho lo que comento sobre literatura (mi principal pasión, paralela a la música) en este blog, pero tiempo atrás recuerdo haber subido y comentado On The Road de Jack Kerouac, un imprescindible en el espectro de la contracultura gringa y referente de todos los movimientos juveniles iniciados tras su empuje desde los años cincuenta a la fecha, siendo la música rock uno más de los fenómenos.
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Así mismo en ciertos posts no he podido evitar hacer el guiño correspondiente a autores que sacan ronchas y hasta provocan rechazo en aquellos que creen estar posicionados en la punta de la pirámide social, pobres petulantes que desafían y hasta piensan escapar de la tosquedad de la raza humana. En mi opinión al menos, no son buenos escritores ni los moralistas, ni quienes pretenden dar un ejemplo conductual al resto, ni mucho menos los seudo-iluminados. Buen escritor fue por ejemplo Franz Kafka: un tipo tímido, de baja autoestima, perdedor neto, anarquista y genio o los beat: drogos, ambiguos, desatados, charlatanes, agitadores, golfos y también genios.
.La genialidad consiste en romper los cánones de una época y en dar paso a una revolución, ya sea en forma colectiva (como hicieron en términos culturales los hippies o los punkies en su época) o personal, mejor aún si es personal. Como dijo el autor hoy referido: "se empieza a salvar el mundo salvando a los hombres de uno en uno. Todo lo demás o es romanticismo grandilocuente o es política".
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A años luz de ser moral o políticamente correcto, Charles Bukowski (1920-1994), auto referenciado como un "viejo indescente", fue el fundador de una vertiente literaria conocida por el nombre de realismo sucio, bastante reaccionaria y que sirvió de sustento a los jóvenes movimientos literarios norteamericanos que le secundaron.
.A años luz de ser moral o políticamente correcto, Charles Bukowski (1920-1994), auto referenciado como un "viejo indescente", fue el fundador de una vertiente literaria conocida por el nombre de realismo sucio, bastante reaccionaria y que sirvió de sustento a los jóvenes movimientos literarios norteamericanos que le secundaron.
Bukowski, escritor, ensayista y poeta, vivió buena parte de sus 74 años entre la mala fama que le adminstró frente a "la gente de bien", su vida de alcoholismo y obscenidad, versus la exaltación de la libertad que en ella vió una juventud más crítica e independiente en los Estados Unidos de los años sesenta y setenta.
.Naturalmente desde el desgano por la vida, la eterna resaca (Bukowski pudo soportar algunos de sus días sin comer, pero ni un sólo segundo sin estar bebido), también emerge el arte, y en el caso de este escritor indecoroso y alcohólico, logró plasmar mejor que ninguno el aura de lo impúdico, lo antisocial y hasta el encanto que reviste la miseria y lo suburbano en detrimento de una vida modélica, sin grandes sobresaltos.
.Charles Bukowski, gritó al mundo y sin tapujos, sus vehemencias por el alcohol, el sexo y una vida moralmente "incorrecta", de la misma manera que rockeros como Lemmy Kilmister lo vienen haciendo desde hace varias décadas, salvo que la época y el medio de expresión son muy distintos, Lemmy lo hace acompañado de las cuatro cuerdas de un bajo y Bukowski, a través de su máquina de escribir. No cabe duda de que su actitud fue demasiado rockera (o más bien facciosa) para su tiempo.
.Si hace más de medio siglo existe el rock, el maldito rock (parafraseando a La Renga) y todo el espectro reaccionario que le circunda, no es por simple moda o porque la melodía acompañe, todo parte de un empuje primario, una base de inconformismo, que dió paso a estallidos históricos, que hoy observamos en diferentes retrospectivas: sea la emergencia del punk en el '77, la revolución de las flores, la invasión británica y la veta poética de Bob Dylan, Cat Stevens y Joan Baez en los años sesenta o el arribo de Elvis a la música popular en los cincuenta. En la génesis de todo aquello pesaron, entre otras cosas, la picante lírica de Burroughs, la colorida plástica de Andy Warhol, la imaginación de Aldous Huxley, la rebeldía de Joyce Johnson y desde luego, la agreste y podrida visión de Charles Bukowski, qué duda cabe.
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Para leer (.rtf): Abraza la oscuridad, Escritos de un viejo indescente, La máquina de follar, La senda del perdedor
Bukowski en su "estado habitual" frente a las cámaras de televisión en Francia.
5 comentarios:
tienes mucha razon bukowski es de culto, hubieron otros escritores buenos para la botella como heminghway y jack london pero este compadre era el mas genial y el mas freak de todos
es tambien de los pocos que lo admitio el alcolismo abiertamente y escribio de las borracheras
saludos
Sí, efectivamente Hemingway y London fueron escritores cuya vida se tiende a asociar con el alcoholismo, aunque saldría más fácil apuntar que escritores no son "buenos para la botella" y ahí probablemente nos daríamos cuenta que son una absoluta minoría.
Ahora, Jack London no es de mi gusto, a pesar de que no desconozco su grandeza, Heminghway si lo es, pero su caso no es comparable al de Bukowski, la escritura de Hemingway es más de tipo documental o periodística, aventurera y hasta inclúso elítica, no cualquier escritor tiene la ventaja de recorrer el mundo y describir a las distintas gentes y paisajes. Eso fue lo que definió el estílo Hemigway.
Bukowski, en cambio, fue un escritor más suburbano, el no necesitó viajar por el mundo para mostrarnos a los distintos tipos de gentes ni sociedades. Desde la capa más baja de la sociedad norteamericana nos detalló todos sus vicios, la injusticia social, la inestabilidad de la vida, el acoso de la muerte y la brutalidad diaria, los placeres mundanos, etcétera. En conclusión todo el aguante que tiene que tener un "white trash" en aquella sociedad, algo que las películas e iconografía norteamericana nos ocultan, vendiéndonos la imágen de una "sociedad modelo".
Creo que ántes de Bukowski no existieron muchos escritores como él, una literatura tan escalofriantemente realista y directa que no fue extraño que en su mismo país trataran de censurarlo o que el FBI anduviera tras sus pasos de escritor independiente. Para tanto aguante el copete (alcohol) fue más que una vía de escape, es la postura desde la cual nos Bukowski nos mostró su realidad y hasta quizás le haya aportado un cariz más optimista.
Saludos!
q buen blog no me canso de leerlos
SALUDOS BUEN BLOG
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