En cierto modo, cada una de las valoraciones antes mencionadas tiene algún asidero, aunque por cierto, en contraste con la personalidad del conservador y místico Ty Tabor, el otro pilar importante de la banda: el bajista Doug Pinnick, se ha declarado en más de una ocasión agnóstico y ha reconocido abiertamente su homosexualidad, elementos todos que hacen de esta agrupación una verdadera democracia musical, donde ninguna defensa valórica tiene desprecio y ningún elemento sónico es desestimado: ya sea el pop/rock meloso de The Beatles, Animals o The Police, el hard rock clásico de Queen, KISS, Zeppelin, Boston, Def Leppard o Thin Lizzy, el prog de YES, Rush, Marillion y Asia, el metal de Sabbath, Maiden, UFO e inclúso Metallica o el groove funky de Eddie Hazel, Sly & The Family Stone y Funkadelic. Cada una de las mencionadas, una manifiesta influencia a lo largo de su extensiva y vital discografía.
King's X es una de tantas bandas imprescindibles, que probablemente no veamos jamás nominada para ingresar al Salón de la Fama del rock. Pese a ello, le sobran atributos para obtener tan importante reconocimiento: treinta años en la música y con una formación inalterable, consistente además en virtuosos y reconocidos instrumentistas, doce álbumes de estudio, canciones con contenido reflexivo, universal y humanista (como la destacada en esta RETRO, perteneciente a la tercera placa: Gretchen Goes to Nebraska) y una posición de vanguardia en la cronología musical del rock, que les genera ser considerados como impulsores de varios movimientos, más allá de la simplista, común y limitada etiqueta del metal progresivo. En síntesis, vale más un solo King's X que 10.000 Green Days.
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