El excesivo melodismo del metal europeo actual es algo que en ocasiones llega a saturarme, en particular porque siempre me he sentido más atraído al sonido sucio y esa actitud suburbana propia del rock pesado americano en sus distintas variantes y porque con salvedad de los grupos pioneros, las nuevas bandas son muchas pero con muy poco que ofrecer.
Sin embargo la música de grupos más recientes no tiene porqué ser necesariamente una fuente infinita de originalidad o un producto en sí sorprendente, de hecho lo que más se agradece hoy en día es la calidad y por mucho que la música de una banda no sea nada del otro mundo, indudable es que el metal no es como el punk o el garage rock, estílos más movidos por la actitud que por las ventajas musicales. En el buen metal sigue mandando el virtuosismo, unido a las cualidades compositivas y en este sentido el metal europeo alcanza grados de perfección en relación a otras escenas.
Bandas como Midwinter peligran con ser subvaloradas en tiempos que el metal sinfónico, gótico, power y neo-clásico (las tendencias más arraigadas en Europa) suenan en todos lados y Francia, país de orígen de este cuarteto, no es la excepción.
Desde hace poco menos de una década, el grupo viene desarrollando un power metal común matizado con sonidos más suaves y alguna que otra experimentación electrónica, teniendo en su lider vocal: Milene Genoux, ciertos atisbos operísticos, sin duda influenciados por grandes voces femeninas como la de Simone Simons y Tarja Turunen. Los líderes de la banda son los hermanos De Chauty (teclado y guitarras), amantes de Queen, la música clásica y el heavy metal más melódico y tradicional, todos elementos sumados que impregnan en la banda cierta tendencia a la experimentación y mucha influencia progresiva.
The Glassy Waters es el segundo disco del conjunto galo, mucho más logrado que el primero y con una movida comercial bastante inteligente que consistió en versionar el clásico Sweet Child O' Mine de los inmortales Guns N' Roses. Un disco que invita a escucharlo desde el segundo tema y se pone bastante interesante en el transcurso, rematando en la psicodelia moderna de Atmospheries.
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