Manados hace 45 años de Brooklyn, NY, el power trío norteamericano Sir Lord Baltimore es otro de tantos conjuntos que nació destinado a menciones honrosas y reconocimientos ulteriores, pese a que su forma de rockear -en términos de época- era ostensiblemente de otro mundo, un ensamble imposible entre el revivalismo rock 'n' rolero de MC5 y la furia instrumental de Zeppelin, pero multiplicada por tres. Definitivamente, la banda más heavy metalera que surgiera en territorio americano, aunque para la pobre crítica de aquellos años, resultaran tan secundarios como unos Blue Cheer, vale decir, el tipo de bandas que la industria relegó por considerarlas excesivas, y que décadas más tarde lograron hacerse justicia entre grungys y stoners que supieron apreciar en su música un prototipo del punk-metal, la convergencia de los orígenes, la suma de todas las bondades del rock de los '70.
El mágico combo lanzó su primera placa (titulada Kingdome Come) el mismo año que Jimi Hendrix ejecutó el último riff. Las canciones del álbum son la consiguiente evolución de aquel rock salvaje, copado de chamanismo eléctrico que poquísimos conjuntos posteriores y hasta contemporáneos de los de Brooklyn pudieron alguna vez reproducir, una verdadera pieza de arte olvidada entre las incontables y amarillentas crónicas que adornan el museo del rock y que bien vale la pena someter a la desfachatez de extraerle un tema para colgarlo en la presente RETROspectiva. John Garner (vocalista/baterísta), Louis Dambra (guitarras) y Gary Justin (bajo) configuraron el power trío original, responsable del primer disco. Un año más tarde se sumaría un cuarto miembro y segunda guitarra, el hermano de Louis Dambra, Joey.
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