El alemán Wolf Hoffmann, miembro fundador de ACCEPT, es con toda seguridad uno de los mejores guitarristas del mundo. Su destreza con los modelos Flying V de Gibson y King V de Jackson sólo es comparable a las virtudes renacentistas de un Randy Rhoads (patrón con el que deben medirse los shreders) y están muy por sobre la media del común de guitarristas old school del heavy metal.
En 40 años de trayectoria junto a ACCEPT, Hoffmann sólo se aventuró una vez en solitario con un álbum instrumental titulado Classical (1997) y este año lo hace con Headbangers Symphony, otro disco instrumental que explora en la veta neo-clásica de un Yngwie Malmsteen más que en el espíritu guitar hero de un Joe Satriani o Steve Vai.
Guitarras, bajo, teclados, violines y cellos, Headbangers Symphony condensa en 50 minutos toda la emotividad y perfección de la maquinaria alemana: música de cámara y rock pesado, una vez más de la mano.
Guitarras, bajo, teclados, violines y cellos, Headbangers Symphony condensa en 50 minutos toda la emotividad y perfección de la maquinaria alemana: música de cámara y rock pesado, una vez más de la mano.
He aquí la primera gran muestra:
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